15/05/2014

El aceite de oliva virgen extra és el más eficaz para reducir el riesgo de padecer enfermedades del corazón

Es la conclusión de un estudio de la URV y la UB en el marco del proyecto PREDIMED, sobre las ventajas nutricionales de la dieta mediterránea

El aceite de oliva virgen extra puede ayudar a reducir el riesgo de padecer enfermedades del corazón en las personas que tienen un riesgo elevado, según una investigación del proyecto PREDIMED, en el que participa la URV. Por otra parte, los polifenoles -un grupo de sustancias químicas que se encuentran en las plantas- del vino tinto y las semillas se han asociado a un riesgo de mortalidad por todas las causas más bajo. Son las conclusiones de dos artículos publicados por investigadores de la URV y la UB en la revista BMC Medicine, que se han presentado en el 2º Foro Mundial de Investigación en Nutrición, en Brisbane (Australia). La presentación de los resultados ha ido a cargo de la investigadora de la URV Marta Guasch-Ferré.

Muchos estudios han analizado la relación entre el consumo de aceite de oliva y el riesgo de enfermedades del corazón. Pero, hasta ahora, pocos se han centrado en los diferentes tipos de aceite de oliva que hay en el mercado. Esto es lo que ha hecho este estudio del proyecto PREDIMED, que ha concluido que un aumento de 10 gramos (una cucharada) al día en el consumo de aceite de oliva virgen extra está vinculado a una reducción de un 10 % en el riesgo de padecer enfermedad cardiaca y mortalidad de origen cardiovascular. El aceite de oliva virgen extra es de mayor calidad que el aceite de oliva refinado o común, y tiene un nivel de acidez ligeramente más alto, así como más cantidad de polifenoles. Se cree que son estos polifenoles, en parte, los que proporcionan beneficios cardiovasculares.

«Es difícil aislar el efecto de un solo alimento», explica el coordinador del estudio, Jordi Salas-Salvadó, quien es director de la Unidad de Nutrición Humana de la URV, «por el amplio abanico de productos que conforman la dieta mediterránea. Nuestro estudio, sin embargo, pudo distinguir los efectos cardiovasculares atribuidos al aceite de oliva, que es un componente clave de esta dieta».

Más esperanza de vida gracias a los polifenoles de las plantas

Un segundo artículo del mismo grupo ha vuelto a analizar los resultados del estudio PREDIMED. Este nuevo análisis concluyó que las personas que consumen una alta cantidad de polifenoles tienen una reducción significativa de la mortalidad por todas las causas, y no sólo de la enfermedad cardiovascular. Además, ciertos tipos de polifenoles -especialmente los estilbenos y los lignanos- están estrechamente relacionados con un efecto protector contra la mortalidad. Los estilbenos se encuentran en la piel de la uva y se concentran en el vino tinto; por otra parte las aceitunas, el aceite de oliva virgen, las semillas de lino, las semillas de sésamo y los cereales integrales contienen altos niveles de lignanos.

«En muchos de los estudios realizados anteriormente», explica Rosa M. Lamuela-Raventós, directora del Grupo de Investigación de Polifenoles de la Universitat de Barcelona y coordinadora de este trabajo, «la ingesta de cualquier alimento rico en polifenoles no fue suficientemente grande como para tener efectos positivos en la reducción de la mortalidad, mientras que en nuestro estudio la cantidad de polifenoles ingerida fue más elevada, ya que provenía de diversos alimentos. Todo ello refuerza la hipótesis de que a mayor cantidad de polifenoles ingerida, y más clases diferentes de polifenoles, más se alarga la esperanza de vida de las persones».

PREDIMED es un estudio nutricional que evaluó los efectos de la dieta mediterránea en la prevención de enfermedades cardiovasculares, en más de 7.000 personas de entre 55 y 80 años, durante una media de cinco años. Los participantes en el estudio se repartieron al azar en tres grupos, según la dieta que siguieron: una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra, una dieta mediterránea suplementada con frutos secos, y una dieta baja en grasas (que sirvió como grupo de control). «El estudio PREDIMED se llevó a cabo en una población de edad avanzada y con alto riesgo cardiovascular», recuerda Salas-Salvadó. «Habría que seguir trabajando para saber si los beneficios de la dieta mediterránea se pueden generalizar a otros grupos de edad o a otras poblaciones no mediterráneas», concluye. En PREDIMED participan más de 100 investigadores de 16 universidades y hospitales de toda España.

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