12/04/2019

El bailarín Miguel Àngel Berna muestra la didáctica de la jota a los estudiantes de Educación del campus Terres de l’Ebre

Berna, referente en la innovación de la danza tradicional aragonesa, anima a los futuros maestros a perder el miedo y profundizar en el autoconocimiento a través del baile

La danza ayuda a conocer el propio cuerpo y a conectar con el yo interno. «Siempre estamos buscando fuera, cuando en realidad lo que necesitamos lo tenemos dentro», apunta Miguel Àngel Berna, bailarín y coreógrafo zaragozano que se ha convertido en todo un referente nacional e internacional en la innovación y la proyección contemporánea de la jota bailada. Berna participó ayer en una clase magistral en el campus Terres de l’Ebre de la URV, dirigida principalmente a los estudiantes de cuarto curso de los grados de Educación Infantil y de Educación Primaria que cursan la asignatura de Didáctica de la música y de la danza en Infantil y Primaria, que imparte la profesora Margarita Celma.

El objetivo de esta sesión magistral, que llevaba por título «Aplicación didáctica de la danza tradicional ‘jota’ en el aula de Infantil y Primaria: innovación y fusión», ha sido que los estudiantes del campus pudieran profundizar de una manera diferente en el conocimiento de la jota. Así Berna, además de enseñarles algunos ritmos más técnicos de la jota, les animó también a perder sus miedos a la hora de bailar y de mostrarse ante sus futuros alumnos. «Pensad que los niños y niñas os harán de espejo y que vosotros también aprenderéis de ellos. Bailar es también eso: aprender de los demás «, explicó.

«La jota es una danza que está muy viva en las Tierras del Ebro, por eso nos ha parecido interesante trabajarla y hacerlo a través de una figura capital como es Miguel Àngel Berna», explicó, por su parte, la profesora de la asignatura, Margarita Celma. «Es bueno que los estudiantes lleven dentro del aula elementos de fuera, presentes en su entorno, y en las Tierras del Ebro, la jota es uno», añade.

Foto de grupo del bailarín con los estudiantes y la profesora, Margarita Celma

«Ha sido muy interesante. Es cierto que mientras hacíamos la coreografía me he sentido inseguro, pero me ha quedado muy claro que ante los niños y niñas debes tener confianza en ti mismo.» «Había bailado jota alguna vez en encuentros populares mirando como lo hacían los demás. Me ha ido muy bien esta clase porque he aprendido algunos ritmos que no acababa de tener claros.» » Realmente, el miedo te bloquea y para bailar y trabajar la danza en el aula necesitas soltarte», reflexionaban algunos estudiantes después de la clase.

La sesión magistral duró una hora y media. En una primera parte, los estudiantes pudieron hacer preguntas al bailarín sobre su trayectoria profesional y sobre su percepción en torno a la danza tradicional. «Yo empecé a bailar como forma de expresarme, en ese momento estaba la jota, ahora seguramente habría bailado hip hop. La jota tradicional está allí, yo no he cambiado nada porque sigue ahí, pero sí que la he transformado para crear alguna cosa nueva adaptada a los nuevos tiempos «, apuntó.

En una segunda parte, el bailarín les enseñó ritmos y movimientos de la jota, así como el uso de castañuelas. Y finalmente, los estudiantes mostraron dos coreografías que habían preparado para impartir en una clase de infantil y en una de primaria, que el bailarín supervisó y comentó.

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