28/07/2015

La raqueta de pádel sin agujeros, inspirada en el trabajo de un investigador de la URV, entra en las pistas

La marca deportiva de pádel Drop Shot ha sido la primera en comercializar raquetas sin agujeros, basándose en las conclusiones de un estudio del investigador de la URV Francisco Huera-Huarte. El trabajo descubrió que los agujeros de la raqueta de pádel no afectan a su aerodinámica. Los que la prueban afirman que la pala sin agujeros es más fácil de jugar y más resistente

La típica imagen de raqueta de pádel con agujeros podría tener los días contados. La marca deportiva Drop Shot, que comercializa productos para la práctica del pádel, ha puesto a la venta modelos de raqueta que eliminan estos agujeros, quedando sólo uno (que es el mínimo que exige la normativa). El diseño de estas palas se inspira en el trabajo de investigación del profesor Francisco Huera-Huarte, investigador en el Departamento de Ingeniería Mecánica y en el Laboratorio de Interacción Fluido-Estructura de la Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona.

El estudio de Huera-Huarte concluyó que, desde el punto de vista de la aerodinámica, los agujeros de las raquetas de pádel no tienen un efecto relevante. Este trabajo se desarrolló gracias al canal hidrodinámico de la URV, una infraestructura pionera desarrollada por el mismo investigador con que cuenta la Universidad. Las conclusiones del estudio se publicaron en la revista científica Journal of Sports Engineering and Technology.

Drop Shot se interesó por los resultados del trabajo y ahora comercializa dos modelos de raqueta sin agujeros, que ha llamado Single Hole System (un solo agujero en la pala). Según el fabricante, este sistema «permite golpear la pelota con más fuerza, da más estabilidad y más control en el golpe y evita que la pala se rompa», entre otras ventajas.

Huera 2013
El investigador Francisco Huera-Huarte en el canal hidrodinámico de la URV.

Varios profesionales del mundo del pádel han recibido con entusiasmo esta innovación. Juan Carlos Deze, entrenador de pádel y ex seleccionador de la Federación Española de este deporte (2000-2002), es un gran defensor de este sistema. «Las palas suelen romperse por el lugar más débil», explica Deze. «Una raqueta tradicional, con buen uso, puede llegar a durar unas 1.000 horas. En cambio, la raqueta sin agujeros puede durar mucho más «. Además de su mayor resistencia, estas palas presentan ventajas técnicas: «La ausencia de agujeros hace mayor el punto dulce de la pala, es decir, el área donde el golpe es óptimo-, de forma que es más fácil  jugar. Todo el mundo a quien la recomiendo y la prueba, se la queda «, sentencia el entrenador.

Por otra parte, el jugador Ángel Ruiz Muñoz -de la firma Drop Shot- participa con una de estas raquetas en el World Padel Tour, convirtiéndose así en el primer profesional que juega con una pala sin los típicos agujeros. «Es una pala que permite mucho control y, cuando golpeas la pelota, sale con mucha fuerza», explica el jugador. «Es un producto muy recomendable».

En caso de que se confirmen el éxito y las buenas sensaciones de la pala sin agujeros, una investigación de la URV cambiará la forma como los fabricantes y jugadores de pádel diseñan y eligen sus raquetas. «Hasta ahora los fabricantes colocaban estos agujeros, que llamaban agujeros aerodinámicos, de forma totalmente arbitraria», explica el investigador de la URV Francisco Huera-Huarte. «Este trabajo es un ejemplo de cómo la ingeniería nos puede ayudar a hacer diseños más eficientes, basados ​​en criterios científicos», concluye.

 

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