19/07/2018

La URV coordina un proyecto para desarrollar nanosensores para detectar amenazas de riesgo químico

Se trata de un proyecto europeo para proporcionar sistemas fiables de bajo coste que permitan detectar agentes químicos en fase gaseosa

Eduard Lobet es el responsable del grupo de investigación Microsistemas y Nanotecnologías para el Análisis Químico de la URV.

Proporcionar sistemas fiables, de bajo coste y de fácil utilización para hacer frente a las amenazas de riesgo químico en lugares cerrados y concurridos por la población civil. Este es el objetivo del proyecto “Sensibilidad inteligente para una respuesta rápida a amenazas químicas en objetivos blandos” – (SENSOFT), coordinado por el catedrático de Tecnología Electrónica de la Escuela Técnica superior de Ingeniería de la URV, Eduard Llobet, a través del cual se desarrollarán nanosensores para detectar agentes químicos en teatros, centros comerciales, estaciones de tren y metro y aeropuertos, por ejemplo.

Los ataques terroristas que se han ido produciendo en el mundo ponen de relieve que las áreas con alta concentración de personas se están convirtiendo en objetivos de grupos terroristas. De aquí la trascendencia del proyecto europeo SENSOFT, que ha recibido la financiación de la UE a través de la convocatoria 2018 del programa Marie Sklodowska Curie Actions con cerca de 800.000 euros.

SENSOFT establecerá una red internacional e intersectorial formada por tres instituciones académicas (además de la URV hay la Universidad de Zaragoza y la Universidad de Burdeos), tres centros tecnológicos y las pequeñas y medianas empresas europeas, junto con dos instituciones académicas de los Estados Unidos y el Canadá. Coordinados por la URV, todos trabajarán alrededor de un programa de investigación conjunto sobre detección temprana de agentes químicos en fase gaseosa en lugares cerrados y no protegidos con elevada concurrencia de población civil. A través de unos dispositivos se localizarán los posibles riesgos a través de sistemas de sensores que den la primera alarma ante cualquier situación irregular. Se desarrollarán a la vez dos sistemas más: unas trampas de absorción de volátiles y un detector que permitirá detectar de manera más precisa el tipo de gas y qué tratamiento se requiere para la población afectada.

Llobet investiga sensores para localizar de vapores en concentraciones traza, en el rango de partes por billón y partes por millón. Sus últimos proyectos de investigación del Plan nacional en el área de tecnología electrónica y comunicaciones se han centrado en el desarrollo de nanomateriales y su integración en dispositivos sensores.

La aportación de su grupo de investigación Microsistemas y Nanotecnologías para el Análisis Químico de la URV en este proyecto se fundamenta en el uso de materiales basados en óxidos metálicos nanoestructurados y en nanomateriales de carbono con propiedades de reactividad específica para fabricar microdispositivos de bajo coste que permiten la detección ultrasensible de las moléculas objetivo directamente en fase gaseosa mediante medidas de residencia eléctrica.

Los participantes en el proyecto SENSOFT intercambiarán habilidades y conocimientos en este campo, en el de materiales absorbentes y detección ultraselectiva Raman (SERS) y en el de redes de sensores inalámbricos y autónomas, que permitan el despliegue masivo de sistemas sensores que den la primera alarma ante cualquier situación irregular. Las tecnologías de detección en fase gaseosa que se estudian en el proyecto SENSOFT tendrán oportunidades de mercado no únicamente en el campo de la detección temprana de amenazas por agentes químicos sino también en el campo de salud —diagnóstico de cáncer o enfermedades crónicas mediante detección de biomarcadores en aliento o tejidos—, monitorización medioambiental, control de procesos químicos industriales, etc.

Llobet recibirá 150.000 euros de la Unión Europea (UE) para poder desarrollar este trabajo, con estancias de movilidad en empresas de Dinamarca, Alemania y Portugal, y también a las Universidades de Michigan (EE.UU.) y Waterloo (Canadá). el proyecto empieza este 2018 y terminará el 2022.

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1 comentario

  1. Jorge Barcellos |

    Buena iniciativa!

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