26/11/2018

Las rectoras de las universidades públicas españolas apuestan por crear un área de estudios de género e implantar un grado

La I Cumbre de Rectoras destaca la importancia de llegar a los y las alumnas de primaria y secundaria para acabar con los estereotipos sobre formación

Las rectoras de las universidades públicas del Estado en la reunión que se ha hecho en la Universidad Jaume I de Castellón.

De las 50 universidades públicas que hay en el Estado español, solo 7 tienen una mujer al frente del rectorado. Las siete se han reunido hoy en la Universitat Jaume I de Castelló (UJI) en la primera “Cumbre de Rectoras de las Universidades Públicas Españolas”. El encuentro, organizado por la Fundación Isonomia de la UJI, tenía por objetivo reflexionar sobre los retos de las universidades a la hora de lograr la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Fruto del análisis de los éxitos y debilidades de las políticas que las universidades llevan a cabo en materia de igualdad de género, las rectoras han llegado a varias conclusiones, entre las cuales destaca la creación de un área de conocimiento de estudios de género y la implantación de un grado específico.

La vicerrectora de Igualdad de la UJI, Pilar Safont, ha sido la encargada de leer las primeras conclusiones de esta cumbre. Ha explicado que los principales retos a los cuales se enfrentan las universidades para acabar con la desigualdad van en tres líneas: formación, investigación, y liderazgo y gestión. Así se recoge en el manifiesto que las rectoras han hecho público: la Declaración de Castellón.

En cuanto a la formación, se ha defendido la creación de un área de conocimiento de estudios de género y la implantación de un grado específico. A la vez, se tiene que hacer un esfuerzo para llegar a los y las alumnas en etapas previas, de primaria y secundaria, para acabar con los estereotipos y conseguir incorporar a los hombres en grados feminizados y las mujeres en grados masculinitzados (la llamada brecha STEM). También se ha apostado por incrementar la formación en materia de género en los equipos de gobierno, para conseguir una mayor implicación y más alianzas con los hombres que permitan llevar a cabo más medidas de conciliación y corresponsabilidad.

En el ámbito de la investigación, se ha indicado la necesidad de incorporar medidas de discriminación positiva en los planes propios de investigación, que la carrera investigadora contemple periodos de maternidad y cura de dependientes, y que se haga un esfuerzo para visibilizar el nombre de las mujeres investigadoras a través de medidas como citar el nombre completo en las publicaciones científicas o apostar por más reconocimientos a mujeres investigadoras, como por ejemplo honoris causa o medallas de oro.

Finalmente, en cuanto al liderazgo y gestión, se han puesto sobre la mesa las siguientes medidas: que las universidades elaboren presupuestos con perspectiva de género; que se aumente el presupuesto para llevar a cabo políticas de género; que se fortalezcan las estructuras de las unidades de igualdad; que se potencie y normalice el uso de lenguaje no sexista e inclusivo; que se trabaje para que haya equilibrio y paridad en todas las composiciones organizativas de la universidad; que se fomente la realización de programas de formación en liderazgo entre las mujeres y que haya una política de tolerancia cero frente a violencias machistas.

Para finalizar esta cumbre, Eva Alcón, rectora de la Universitat Jaume I, ha manifestado su intención de que “estas conclusiones se conviertan en una hoja de ruta con las acciones que tenemos que realizar las universidades en los próximos años en materia de igualdad”. Ha explicado que ha contactado con la Asociación Europea de Rectoras para que estas conclusiones sobrepasen las fronteras nacionales y ha indicado su deseo de que esta cumbre se vuelva a convocar de manera anual o bianual.

El encuentro ha contado con las rectoras Eva Alcón, de la Universitat Jaume I; Pilar Aranda, de la Universidad de Granada; Margarita Arboix, de la Universidad Autónoma de Barcelona; M. Vicenta Mestre, de la Universidad de Valencia; Nekane Baslluerka, de la Universidad del País Vasco/Euskal HerrikoUnibertsitatea; María José Figueras, de la Universitat Rovira i Virgili, y Antonia Peña, de la Universidad de Huelva. Además, han sido presentes otras mujeres con responsabilidades en instituciones que tienen que ver con la educación superior, como por ejemplo Teresa Lozano, secretaria general de CRUE-Universidades,.

Lozano ha avanzado algunos datos de la publicación La universidad española en cifras, que se presentará el próximo mes de diciembre, y en la cual se pone de manifiesto el techo de cristal que existe en las universidades, puesto que a pesar de que desde los años 90 la presencia de mujeres es mayoritaria, este hecho no se ve reflejado en el número de catedráticas ni de rectoras.

Ha añadido: «En el curso 2017-2018, las mujeres suponían el 55% del alumnado matriculado en grados, pero conforme subimos peldaños en las categorías profesionales, su presencia baja, de forma que solo el 21% de los catedráticos son mujeres, y tan solo 15 de las 84 universidades del sistema son dirigidas por rectoras. Esto supone que solo una de cada cinco mujeres es catedrática o rectora». En la URV, el peso de hombres y mujeres entre el profesorado es del 50%, a pesar de que las mujeres catedráticas son solo el 27%, una cifra ligeramente superior al sistema español. Las mujeres representan el 60% en los estudios de grado, el 53% en los estudios de máster y el 52% en el doctorado.

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