10/12/2018

Nanosensores de Tarragona en los cinco continentes

La empresa derivada de la URV NT Sensores llega a los diez años comercializando en todo el mundo productos para realizar análisis de calidad del agua de una manera sencilla y rápida. Lo hacen a través de sensores electroquímicos basados en tecnología innovadora de nanotecnología a un coste asequible. Incluso la NASA ha adquirido sus sensores que han viajado al espacio varias ocasiones

Una patente del 2008 fue el fruto del que ahora es una empresa que comercializa en todo el mundo y que se encuentra en plena extensión. NT Sensores nació de una idea a surgida de la investigación del grupo de investigación en Quimiometría Cualimetría y Nanosensores de la URV, que partía del desarrollo de nanomateriales –nanotubos de carbono- para transformar señales iónicas en señales eléctricas. Hoy en día aquella patente se comercializa a través de equipos que pueden utilizar cualquier cliente que necesite información química de una muestra líquida. Ofrecen soluciones de alta calidad para el análisis de muestras acuosas gracias al desarrollo de esta tecnología inicial que permite obtener ahora sensores robustos, rápidos y precisos, asequibles y que no requieren mantenimiento.

Lo que comercializan, además de los sensores, son equipos completos que ofrecen soluciones para el mercado agrícola, medioambiental o de investigación, por ejemplo.

Unos equipos que funcionan de manera autónoma -bajo la marca Imacimus- que se pueden usar para conocer los nutrientes y macronutrientes del agua para la agricultura -sin necesitar que las personas que lo usan tengan conocimientos de química-, para el control de aguas residuales, de las aguas en los viñedos y un largo etcétera, que se va ampliando dependiendo de las necesidades del mercado, puesto que hacen productos a medida según los componentes que se quieran analizar.

Una persona que trabaje en tratamientos de aguas puede obtener, en un minuto, los resultados del análisis de diez parámetros que le interesen. Y esto no es nada habitual: “Cuando los clientes lo prueban y ven que funciona no se lo pueden creen, porque a veces nos vienen recomendados por compañías americanas, holandesas y de todas partes” , explica Cristina Cid, que es la directora general de la empresa y una de las cofundadoras.

“En el mercado no hay ningún producto que analice tantos parámetros a la vez con tan poco tiempo, de manera fiable y a un precio asequible”, explica Cid. La tecnología “es muy buena y puntera” asegura. Incluso sus sensores han subido al espacio más de una vez puesto que la NASA o Friedric-Alexander Universität Erlangen-Nürnberg les compra por sus misiones gracias a la dimensión reducida y la capacidad de analizar volúmenes mínimos de muestra.

Ahora los falta hacer conocer su producto al entorno más inmediato que ya comercializan a los cinco continentes. “Europa es más reticente a estas necesidades porque hay más laboratorios y son más rápidos en la respuesta”, explica la directora general de la empresa, que considera que cuando se conozcan las capacidades de los productos aumentarán las ventas a nivel europeo. Su objetivo es expandirse todavía más y responder a las necesidades a partir de la adaptación de este sensor y enfocados a nuevos nichos de mercado.

Diez años de aprendizaje

Después de diez años de trayectoria en el mercado electroquímico, en los cuales la compañía ha conseguido establecer un crecimiento estable en su facturación, actualmente es presente a los cinco continentes. La compañía no para de crecer y aspira a liderar el mercado de los sensores electroquímicos.

Fue fundada en 2008 y durante su creación la empresa recibió el asesoramiento de la Unidad de Valorización y Comercialización de la URV, que cuenta con el apoyo de ACCIÓ, y la Cátedra sobre el Fomento del Emprendimiento y la Creación de Empresas de la Universidad. Nació justo en el inicio de la crisis económica un momento en el cual muchas compañías se vieron obligadas a suspender su actividad. La empresa tiene una facturación considerable que hace augurar buenas perspectivas de futuro. El proyecto arrancó con tan solo tres personas en plantilla e hizo una clara apuesta por la investigación y el desarrollo. A día de hoy, después de diez años de actividad, la compañía ha pasado por diferentes etapas y su cuota de mercado supera los 200.000 euros en ventas, con seis trabajadores en plantilla y otros de externos. La empresa ha registrado un aumento del volumen de negocio del 40% en comparación con 2015.

Con una cartera de más de 80 clientes entre los cuales destacan universidades como la de Almería, Harvard y colaboraciones con organismos y empresas destacadas como la NASA, ahora quieren internacionalizar todavía más su marca y llevarla a todos los rincones del mundo en los próximos años, lo que les permitirá aumentar exponencialmente las ventas.

El pasado viernes 30 de noviembre la empresa celebró el acto conmemorativo de su décimo aniversario con socios y colaboradores que se reunieron en las instalaciones de la compañía situadas en el Catllar (Tarragona). Con motivo de su décimo aniversario, han cambiado su imagen corporativa para reflejar el inicio de una nueva etapa y han activado una nueva web. Según la directora general de la empresa, después del crecimiento que han experimentado en estos últimos años, “nuestra marca tenía que renovarse para ayudarnos a transmitir los valores de NT Sensores como compañía innovadora, confiable y joven” que ofrece soluciones a medida para adecuarse a todo tipo de clientes “que confían en nosotros y que nos han ayudado a crecer”.

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