11/12/2018

Nuevo proyecto para encontrar un algoritmo matemático que ayude a diagnosticar el trastorno bipolar

Bipogent 2 se pondrá en marcha en enero y lo coordinará la investigadora Elisabet Vilella, directora de Investigación del Hospital Universitario Institut Pere Mata y profesora de la Universitat Rovira i Virgili

Elisabet Vilella coordinará este proyecto.

En Cataluña hay más de 100.000 personas que sufren el trastorno bipolar, una enfermedad psiquiátrica grave que afecta los mecanismos que regulan el estado de ánimo. No se conoce exactamente la causa que desencadena la enfermedad pero se sabe que tiene una importante base genética que predispone al individuo a manifestarla.

Para ayudar a los psiquiatras a diagnosticar con más certeza el trastorno bipolar, el próximo mes de enero se pondrá en marcha el proyecto Bipogent 2 con el objetivo de encontrar un algoritmo o fórmula matemática que facilite esta diagnosis. Hay que tener en cuenta que esta enfermedad, sobre todo en las primeras fases, se puede confundir con la depresión y con la esquizofrenia. Teniendo en cuenta que los tratamientos y las intervenciones son diferentes en las tres afectaciones, es importante para los profesionales tener las herramientas para saber con máxima certeza cuál es el trastorno que la persona sufre.

Elisabet Vilella, directora de Investigación del Hospital Universitario Instituto Pere Mata y profesora de la Universitat Rovira i Virgili, coordinará el proyecto en el que también participan el Hospital Clínico de Barcelona y la Fundación FIDMAG. Para sacar adelante este trabajo de investigación, cada uno de los tres centros participantes tiene que aportar 200 voluntarios, 100 de las cuales tienen que ser personas con trastorno bipolar y las otras 100 personas tienen que ser personas sanas para el grupo de control. La investigación científica necesita colaboradores voluntarios que quieran participar en grupos control, necesarios para comparar resultados de pruebas científicas. Principalmente se necesitan hombres entre 18 y 60 años.

Para poder encontrar el algoritmo o fórmula los investigadores utilizarán los datos recogidos en el proyecto en que cada participante es evaluado por un psiquiatra y un psicólogo para recoger información del funcionamiento del cerebro. Los participantes también tienen que dar sangre para poder aislar el ADN y hacer los análisis genéticos y, finalmente, se tienen que hacer una resonancia magnética craneal de alta resolución. Con toda esta información los investigadores esperan encontrar un algoritmo de apoyo al diagnóstico, que ayudaría mucho a los psiquiatras.

Se trata de un estudio  pionero que puede tener un gran impacto por su utilidad en la práctica clínica y que ha recibido financiación del Instituto de Salud Carlos III (Ministerio de Economía, Industria y Competitividad) con más de 80.000 euros para cada centro.

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