20/07/2017

Una investigación relaciona acciones de marketing social con el fomento de hábitos saludables

Se trata del programa de intervención Som la Pera del proyecto EYTO (European Youth Tackling Obesity). Después de un año, el número de adolescentes que comen más de una fruta al día ha aumentado en un 28,9% y en un 18,5% los que hacen más de seis horas de actividad física a la semana

Imagen de una de les actividades para fomentar hábitos saludables, en el mercado de Reus.

La intervención a través de la metodología peer-led  (educación entre iguales), con el uso del marketing social y las redes sociales, ha mostrado un incremento en el número de adolescentes que consumen frutas y verduras, un aumento también de la práctica de actividad física y una disminución del número de adolescentes participantes que tienen una actividad sedentaria. Este proyecto está dirigido a alumnos de secundaria de Reus y ha sido desarrollado por los propios adolescentes compañeros de instituto.

En concreto, esta intervención para fomentar los hábitos saludables, que lleva el nombre de Som la pera, ha comportado que -después de un año de seguimiento- haya un incremento del 28,9% de adolescentes de los dos géneros que consumen más de una fruta al día yun incremento del 18,5% de adolescentes que realizan más de seis horas de actividad física a la semana, comparado con el grupo control. Además, respecto a los chicos, ha habido un aumento de los que consumen más de una verdura al día y una disminución de los que presentan un comportamiento sedentario (menos de dos horas diarias), en comparación con los chicos de los grupos que no participaban directamente en las acciones.

La campaña se ha realizado en los institutos Gaudí y Gabriel Ferrater de Reus y ha beneficiado a 170 adolescentes de 13 a 16 años, mientras que se han asignado otros dos centros como grupo control, con 223 adolescentes de 13 a 16 años, a través de los cuales se han podido comparar los resultados. La intervención ha durado 12 meses que se han distribuido en dos años académicos (2013-2015). Los líderes de la campaña han sido cinco alumnos de estos institutos, que han diseñado e implementado 10 actividades en forma de retos relacionadas con la alimentación y la actividad física para alentar a sus compañeros a llevar un estilo de vida más saludable y se han utilizado las redes sociales para difundirlo.

 

Acte de presentació de la campanya Som la Pera
Acto de presentación del pryecto, con los alumnos impulsores de las actividades.

La intervención forma parte del proyecto EYTO (European Youth Tackling Obesity), que tiene como objetivo promover hábitos y estilos saludables de vida entre los adolescentes de la Unión Europea (UE) a través de las redes sociales. En este proyecto han participado jóvenes de cuatro estados miembros de la UE: España, Reino Unido, Portugal y República Checa. En Cataluña, el proyecto ha sido dirigido por la Universitat Rovira i Virgili (URV) a través de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la URV y de la Cátedra Internacional URV/Repsol de Excelencia en Comunicación; y el Centro Tecnológico de Nutrición y Salud (CTNS) de Eurecat. Además ha contado con la participación del Hospital Universitario San Juan de Reus.

Este estudio, los resultados de cual se han publicado en la revista científica Chilhood Obesity, pretende proporcionar nuevas estrategias para prevenir y reducir la obesidad juvenil, especialmente en adolescentes que son más vulnerables a la obesidad.

Obesidad y estatus socioeconómico

La obesidad infantil y a la edad adolescente es una preocupación para la salud pública, en particular en Europa, donde uno de cada tres niños de 11 años tienen sobrepeso u obesidad. En España, en 2014, el 26% de los hombres de 13 años y el 18% de las mujeres de 13 años tenían sobrepeso u obesidad. Ante este problema, los investigadores ven necesarias soluciones convincentes teniendo en cuenta que la obesidad en la adolescencia es un fuerte predictor de la obesidad en adultos.

Los adolescentes se consideran vulnerables a su entorno. De hecho, numerosos estudios de poblaciones americanas apuntan que quienes viven en barrios con bajos ingresos tienen un mayor riesgo de obesidad. Por ejemplo, en las últimas décadas, los adolescentes europeos clasificados con un bajo estatus socioeconómico han demostrado una disminución de la actividad física, mayor tiempo dedicado a los videojuegos y un aumento de los estilos de vida no saludables en la dieta.

Por esta razón, y como en el caso de esta investigación, la prevención de la obesidad se debe  orientar a factores modificables, con especial atención a los adolescentes de familias con bajos ingresos o en barrios desfavorecidos. Según las autoras del artículo, la adolescencia representa una oportunidad para ofrecer programas de educación que favorecen conductas saludables.

Referencia bibliográfica: Aceves-Martins Magaly, Llauradó Elisabet, Tarro Lucia, Moriña David, Papell-Garcia Ignasi, Prades-Tena Jordi, Kettner-Høeberg Helle, Puiggròs Francesc, Arola Lluís, Davies Amy, Giralt Montse, and Solà Rosa. “A School-Based, Peer-Led, Social Marketing Intervention To Engage Spanish Adolescents in a Healthy Lifestyle (“We Are Cool”—Som la Pera Study): A Parallel-Cluster Randomized Controlled Study” . Childhood Obesity. Agost 2017, https://doi.org/10.1089/chi.2016.0216

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