Un numeroso grupo de científicos de prestigio y profesionales de la salud pide a Bruselas que no ceda a las presiones de algunas grandes empresas alimentarias y adopte este etiquetado nutricional

Un total de 316 científicos y profesionales de la sanidad, entre los cuales el catedrático de Nutrición de la Universitat Rovira i Virgili Jordi Salas-Salvadó, piden a la Comisión Europea que instaure la obligatoriedad del logotipo Nutriscore como información nutricional válida en las etiquetas de los productos, sobre todo ante la presión en contra de algunas grandes empresas alimentarias. En un extenso informe científico, los firmantes recuerdan que son muchos los estudios de varios países que “validan el algoritmo con el cual se calcula el Nutriscore y su efectividad para ayudar los consumidores a tomar decisiones alimentarias más sanas”, y “demuestran su efectividad, en particular en las poblaciones desfavorecidas, y su superioridad si se compara con otras etiquetas”.

Los firmantes del manifiesto recuerdan, además, que los criterios en que se basa el Nutriscore han sido actualizados recientemente por uno “un comité científico compuesto por expertos europeos», gracias a lo cual se mejorará la calificación del aceite de oliva y los pescados grasos, y degradará a los cereales con un alto contenido en azúcar y las carnes rojas. Este indicador, según apuntan, ya se aplica con carácter voluntario para los fabricantes en siete países europeos (Francia, Bélgica, Alemania, España, Países Bajos, Luxemburgo y Suiza) donde se ha demostrado útil. Además, recuerdan que está avalado por asociaciones de consumidores.

El temor de los científicos que defienden el Nutriscore es que las acciones de los grupos de presión contrarios retrasen su implantación, que consideran urgente, o que se acabe implantando un etiquetado nutricional que no se base en pruebas científicas, sobre todo teniendo en cuenta declaraciones de miembros del ejecutivo comunitario que han dado a entender que podrían excluir el Nutriscore porque consideran que “polariza”. Los firmantes manifiestan inquietud por las presiones contra el Nutriscore de grandes compañías del sector, como por ejemplo Ferrero, Lactalis, Coca Cola, Mares, Mondelez, Kraft, así como de algunas asociaciones de productores de queso y de carne, y del gobierno italiano.

«Sus amplias acciones de presión y el uso público de los argumentos más absurdos y deshonestos, así como de noticias falsas, parecen haber llevado a la Comisión Europea a suspender sus esfuerzos para regular el etiquetado nutricional», se asegura en el manifiesto.

En un extenso informe científico hay uno de los creadores del Nutriscore, el francés Serge Hercberg, médicos investigadores y universitarios de diferentes países como Jordi Salas-Salvadó, de la Unidad de Nutrición Humana de la Universitat Rovira i Virgili.