Los rectores y las rectoras de la ACUP piden a los estados miembros de la UE la aprobación de la oficialidad del catalán en las instituciones europeas, en línea con la reciente incorporación del catalán a la plataforma Erasmus

La Asociación Catalana de Universidades Públicas ha hecho pública este 18 de septiembre la siguiente declaración sobre la oficialidad del catalán en Europa:

«Los rectores y las rectoras de la Asociación Catalana de Universidades Públicas (ACUP) ofrecemos todo nuestro apoyo a la solicitud presentada por el Gobierno del Estado Español al Consejo de la Unión Europea para que el catalán se incluya entre las lenguas oficiales de la Unión Europea.

El catalán forma parte del patrimonio cultural europeo y es la lengua propia y de uso de muchos ciudadanos y ciudadanas europeos, también en el ámbito académico. El catalán es la lengua propia de las universidades públicas catalanas que somos parte activa y comprometida del sistema universitario y de investigación europeo. Además, el catalán es lengua oficial en Cataluña, Islas Baleares, País Valenciano y Andorra. La comunidad catalanoparlante está formada por 10 millones de personas, aproximadamente el 2% de la población de la Unión Europea.

Esta solicitud comporta, en primera instancia, que el catalán pueda ser empleado en las deliberaciones del Parlamento Europeo, pero su transcendencia va mucho más allá. El reconocimiento del catalán como lengua oficial permitirá, a esta ciudadanía europea, dirigirse a los organismos y tribunales europeos en su propia lengua y, a su vez, contribuirá a su plena normalización habilitando acciones en ámbitos clave como, por ejemplo, el etiquetado de productos en catalán.

Los rectores y las rectoras de la ACUP pedimos a los estados miembros de la Unión Europea la aprobación de la oficialidad del catalán en las instituciones europeas, en línea con la reciente incorporación del catalán a la plataforma Erasmus. Esta decisión reforzará, sin duda, la política de reconocimiento de los derechos lingüísticos y la igualdad entre toda la ciudadanía europea. Una decisión, en definitiva, que hace honor al lema que nos vincula al conjunto de la ciudadanía europea: «unidos en la diversidad».»