10/01/2024
El Parlamento Europeo incluye el dolor crónico en el informe sobre salud mental, clave para mejorar el tratamiento
Esta modificación, gracias a las gestiones de Jordi Miró, director de la Cátedra de Dolor Infantil de la URV, tiene que permitir una atención más integral e interdisciplinaria de los pacientes
Esta modificación, gracias a las gestiones de Jordi Miró, director de la Cátedra de Dolor Infantil de la URV, tiene que permitir una atención más integral e interdisciplinaria de los pacientes
El dolor crónico ha sido incluido en la última resolución del Parlamento Europeo sobre salud mental, gracias a las gestiones de Jordi Miró, director de la Cátedra de Dolor Infantil de la Universitat Rovira i Virgili-Fundación Grünenthal. Según Miró, esta novedad tiene que permitir mejorar el tratamiento del dolor crónico puesto que la atención a los pacientes tendrá que ser más integral e interdisciplinaria, con la presencia, por ejemplo, de profesionales de la psicología.
El Parlamento Europeo considera que las llamadas enfermedades no transmisibles, especialmente el dolor crónico y sobretodo cuando afecta la población infantil y juvenil, pueden tener un profundo impacto en la salud mental y el bienestar, y que los retos de gestionarlas a menudo contribuyen al estrés, la depresión, la ansiedad y el comportamiento suicida. Es, en definitiva, una población especialmente vulnerable a desarrollar enfermedades mentales.
Es por eso que en la resolución se valora el llamamiento de las Naciones Unidas al desarrollo de programas eficaces para promover la salud mental y el apoyo psicosocial a las personas que viven con este tipo de problemáticas, y se pide a la Comisión Europea y a los estados miembros que aborden adecuadamente los efectos de estas enfermedades no transmisibles, como es el caso del dolor crónico, en las políticas y los programas de la salud mental y los suicidios.
«Incluyendo en el informe el dolor crónico, haciendo referencia, además, al dolor infantil y juvenil, se reconoce que los efectos sobre los pacientes no son solo físicos sino también psicológicos, un hecho que tiene que abrir la puerta a que los tratamientos para esta población incluyan, también, la atención en la salud mental, haciéndolos más completos”, explica Jordi Miró, según el cual habrá que ponerse las pilas para asegurar que haya los medios y los conocimientos necesarios para llevarlo adelante: “Si se quiere poner en práctica, habrá que mejorar la formación de los profesionales, ahora mismo muy deficitaria, y aumentar la disponibilidad, particularmente en la atención primaria.” El director de la Cátedra de Dolor Infantil de la URV-Fundación Grünenthal recuerda que las guías clínicas, como por ejemplo la de la Organización Mundial de la Salud, ya reclaman desde hace tiempo el acceso de las personas con dolor crónico, también de los niños y jóvenes, a tratamientos interdisciplinarios.