Así lo prevé el informe de coyuntura económica del Camp de Tarragona y Terres de l’Ebre elaborado por la Cátedra de Fomento de la Innovación Empresarial y el Grupo de Investigación de Indústria y Territorio de la URV, basándose en el hecho de que la demarcación cerró en 2020 en el 57,8% de su capacidad productiva

La Cátedra de Fomento de la Innovación Empresarial y el Grupo de Investigación de Industria y Territorio (Grit) de la URV presentaban hace un año en la Cámara de Comercio de Tarragona un informe de coyuntura económica y proyecciones muy diferente del que se ha presentado esta semana. Entonces, iniciábamos el 2020 con expectativas optimistas, recuperados por fin de la crisis del 2008. Ahora, volvemos a estar en un contexto de crisis, aunque muy diferente del anterior.

La pandemia y la parada en seco de la actividad económica durante el estado de alarma del 2020 han hecho que la región del Camp de Tarragona y Terres de l’Ebre cerrara el 2020 trabajando al 57,8% de su capacidad productiva, que en los dos años anteriores estaba por encima del 85%. Esto hace pensar que la caída del PIB del 2020 de la zona, los datos del cual todavía no se han publicado todavía en el IDESCAT, será más pronunciada que la de la media catalana y española.

Se prevé que la caída del PIB sea puntual y que en 2021 vuelva a remontar, pero no se espera que se vuelva a los niveles de actividad de antes del estado de alarma hasta finales de 2022 por lo menos. Aun así, lo que más preocupa a la Cátedra de Innovación Empresarial y al Grit es que los ERTE se acaben convirtiendo en despidos definitivos y esto comporte una pérdida del tejido empresarial del Camp de Tarragona y Terres de l’Ebre.

Si no fuera por los expedientes de regulación, en estos momentos habría en la provincia 90.000 personas paradas más, según el informe. Los ERTE, que no se contabilizan como personas paradas, salvan en buena parte los niveles de ocupación de la región. “Los ERTES han liberado a las empresas de gastos de seguridad social y las ayudas les han proporcionado liquidez, pero cuando abren no se encuentran con la misma demanda”, explica Joaquim Margalef, del Grit de la URV.

El sector turístico ha sufrido un ejercicio muy malo con una caída de las pernoctaciones del 72%, volviendo a cifras de los años 70 y 80. La falta de turismo ha golpeado especialmente la Costa Daurada, más que las Terres de l’Ebre. Sin embargo, el director del Port Aventura, Fernando Aldecoa, quien ha participado en la presentación del informe, ha destacado que la demanda retenida sigue siendo importante y el 54% de los europeos tienen intención de viajar en los próximos seis meses, siendo España su destino preferente.

El aumento de la tasa de paro ha sido menos pronunciado en Terres de l’Ebre que en el Camp de Tarragona, en parte por la menor afectación de la caída de la actividad turística. La tasa de paro más elevada se ha registrado en las comarcas Baix Penedès (19,69%), Baix Camp (16,30%) y Montsià (16,32%).

Joaquim Margalef del Grit de la URV prevé que, una vez la COVID-19 esté controlada, las empresas se tendrán que adaptar a los cambios de expectativas de la demanda, haciendo énfasis en el proceso de digitalización y la sostenibilidad, dos tendencias acentuadas por la pandemia.

Podéis ver el vídeo de la presentación del informe, en el que han participado Laura Roigé, presidenta de la Cámara de Comercio de Tarragona; Mercedes Teruel, directora de la Cátedra de Fomento de la Innovación Empresarial de la URV; Joaquim Margalef, director de Grupo de Investigación de Industria y Territorio de la URV; Fernando Aldecoa, director general de Port Aventura, y Miguel Ángel González, gerente del Parc Central.