06/10/2020 Opinión
Joan Carles Quer, profesor del Departamento de Medicina y Cirurgía de la Universitat Rovira i Virgili y jefe de servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitari Joan XXIII de Tarragona
Los descubridores del virus de la hepatitis C
El Premio Nobel de Medicina ha sido para Harvey J. Alter, Michael Houghton y Charles M. Rice, que han contribuido a mejorar la salud mundial. Gracias a su descubrimiento, hay disponibles pruebas de sangre altamente sensibles al virus, que permiten eliminar la hepatitis después de una transfusión de sangre
El Premio Nobel de Medicina ha sido para Harvey J. Alter, Michael Houghton y Charles M. Rice, que han contribuido a mejorar la salud mundial. Gracias a su descubrimiento, hay disponibles pruebas de sangre altamente sensibles al virus, que permiten eliminar la hepatitis después de una transfusión de sangre
Recientemente hemos conocido la concesión del Premio Nobel de Medicina del año 2020 a los investigadores Harvey J. Alter, Michael Houghton y Charles M Rice, implicados en el descubrimiento del virus de la hepatitis C (VHC) a finales de los años 70. Hasta ese momento quedaba por resolver el misterio de aquellas personas que desarrollaban una hepatitis después de recibir una transfusión sanguínea en la que se había descartado la presencia de los dos virus hasta entonces conocidos, los virus de la hepatitis A y B. Los estudios llevados a cabo por estos investigadores, dos estadounidenses y un británico, permitieron identificar una nueva enfermedad infecciosa hepática a la que denominaron «hepatitis no A-no B», que causaba una inflamación crónica en el hígado de personas que habían recibido transfusiones de sangre. Posteriormente, aislaron la secuencia genética del virus que la producía, al que denominaron virus de la hepatitis C.
El argumento de la Academia sueca para otorgar ahora este galardón explica su trascendencia después de treinta años: «El descubrimiento del virus de la hepatitis C ha salvado millones de vidas y sus contribuciones han sido decisivas para combatir esta enfermedad que representa una enorme amenaza para la salud global a nivel mundial, como causante de cirrosis hepática y cáncer de hígado «.La hepatitis crónica por el VHC constituye un problema sanitario de gran repercusión a nivel mundial, afectando a un 3% de la población del planeta y a más de 170 millones de personas. El mayor problema radica en el hecho de que en un 75-80% de casos de infección, el virus permanecerá en el hígado provocando una enfermedad hepática crónica. Aunque en la mayoría de ocasiones la hepatitis crónica por VHC provoca escasa repercusión, en un 20% de las personas infectadas la lesión puede progresar y llegar a provocar cirrosis hepática y cáncer hepático.
Desde el descubrimiento de estos investigadores ha evolucionado significativamente, tanto en los métodos de diagnóstico como en los medicamentos para curar la enfermedad. Hoy en día podemos decir que el tratamiento de la hepatitis C consigue la curación de la enfermedad en más del 98% de los casos, con fármacos fáciles de administrar por vía oral, durante períodos muy cortos de tiempo (8-12 semanas) y sin efectos secundarios.
Los esfuerzos actuales van dirigidos a conseguir la detección del máximo posible de casos para poder tratarlos y curarlos, considerando la hepatitis C como un problema de salud pública global. Desde el Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Joan XXIII llevamos varios años trabajando en esta línea, poniendo en marcha diferentes estrategias de detección de los casos de infección por VHC ocultos, en nuestra población de referencia. La mayoría de estos proyectos tienen un carácter multidisciplinar y se realizan en colaboración con la Asistencia Primaria-ICS. También hemos puesto en marcha «estrategias de eliminación» de la enfermedad en varios colectivos vulnerables, en los que el acceso al sistema sanitario es más difícil, como es el caso de los centros de asistencia a las drogodependencias.
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