Los tres grados con mención dual que ofrece la URV, Química, Gestión en Turismo y Hosteleria y Relaciones Laborales y Recursos Humanos, permiten al estudiantado compaginar las clases con estancias de formación en empresas. La URV es referente en el estado en este tipo de enseñanza

“Estoy aprendiendo muchísimo, sobre todo de cómo funciona una empresa, de la realidad de la industria. Me está sirviendo mucho.” Aina Garcia, que estudia química por vocación, está confirmando este curso, gracias a la oportunidad que le brinda la URV, que este es su sector, y va trazando el camino hacia el mundo laboral. Cursa el grado en Química con mención dual, lo cual le permite compaginar la teoría en el aula con la experiencia real en una empresa. Concretamente, en Clariant Ibérica, fabricante de productos químicos, donde le dejan tocar varias teclas. “Estoy sobre todo en el departamento de calidad, en validaciones de métodos analíticos, en puesta en marcha de equipos nuevos, en comparaciones de equipos… Pero también trabajo en el de data sciences, de forma que veo diferentes caras de la empresa, lo cual me va muy bien para crecer profesionalmente», explica Aina, que forma parte del grupo selecto de ocho estudiantes de cuarto del grado en Química que cursan la mención dual, un innovador programa de enseñanza oficial, que cuenta con la certificación de la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario (AQU Cataluña) y que hay que distinguir de los itinerarios duales, que les permite desarrollar las competencias propias del grado en un entorno profesional mediante la realización de estancias de prácticas -en forma, de hecho, de contrato laboral- en empresas del sector durante el curso académico. También reciben formación específica sobre aspectos empresariales, todo para que logren una mejor preparación para incorporarse en el mundo laboral una vez graduados.

Cada estudiante tiene asignado un tutor o tutora en la empresa. En el caso de Aina Garcia es Ariadna Campos, responsable de calidad de Clariant Ibérica y que colabora con la Facultad de Química desde que se implantó la mención dual el curso 2021/22, como una iniciativa pionera en el Estado español. Este tiempo de experiencia le demuestra que de la iniciativa no solo sale beneficiado el estudiantado: “A nosotros nos aporta mucho. De entrada, un plantel de posibles trabajadores, puesto que si han pasado por aquí sabemos cómo trabajan y si en un futuro salen plazas los tenemos presentes. Además, nos permite desarrollar proyectos que por la carga de trabajo tendríamos aparcados, sobre todo de investigación, de mejora de métodos… Vienen muy preparados y, de hecho, nos ponen al día en aspectos en que están más actualizados que nosotros. Buscamos que tengan iniciativa y que propongan cosas.” Y es que en la empresa tienen claro que deben salir ganando las dos partes.

«A la empresa nos aporta un plantel de futuros trabajadores, nos permite desarrollar proyectos aparcados y nos ponen al día con conceptos en que están más actualizados», dice Ariadna Campos, de Clariant Ibérica

Como tutora, Ariadna Campos hace un seguimiento de la evolución de la estudiante y le ayuda en caso de dudas y problemas, a pesar de que siempre intenta que los resuelva ella misma con las herramientas que le ponen al alcance. También hace el seguimiento el coordinador del programa de la mención dual, Xavier López, profesor de la Facultad de Química y que este curso ha sustituido Yolanda Cesteros, impulsora de su implementación. López explica que, en total, el programa, que tiene lugar durante el cuarto curso, son 1.100 horas de septiembre a junio, e incluye la asignatura Orientación en la industria química, que es la que prepara los estudiantes específicamente para la estancia a la empresa.

Si el grupo de estudiantes es selecto es porque hay plazas limitadas y hay que disponer de un buen expediente académico y un currículum con méritos a tener en cuenta, además de presentar una carta de motivación convincente. “Es cómo si se optara a un puesto de trabajo real”, apunta López, que lamenta que muchos de estos estudiantes, por el perfil que tienen, acabarán a la industria y no en la investigación dentro de la misma universidad. “Pero este es el mandato que tenemos como institución pública hacia la sociedad: ofrecer las mejores opciones posibles a nuestros estudiantes para que, una vez formados, puedan entrar en el mundo laboral.”

A Aina Garcia, por ejemplo, la estancia le sirve para aclarar las dudas que tenía entre empresa e investigación, puesto que descubrir desde dentro la industria química le está resultando revelador: “Me está gustando mucho, más del que imaginaba.” Es el caso, también, de su compañera Ainhoa Pardo, que está haciendo la estancia en Ercros. “En la universidad te dan unos conocimientos muy buenos, pero cuando llegas a la industria ves que el abanico de cosas por hacer y de departamentos a los cuales te puedes dedicar es muy amplio, la cual cosa te ayuda mucho a decidir qué quieres hacer”, explica Ainhoa, satisfecha porque trabaja en diferentes ámbitos dentro de la empresa (medio ambiente, calidad, laboratorio…) y permiten que aporte sus ideas. EW Nutrition, IQOXE, EMATSA, Ravago, Repsol y Elix Polymers son las otras empresas que acogen los estudiantes del grado en Química con mención dual.

La URV es referente en el estado en cuanto a los grados con mención dual. De hecho, en Cataluña son pocas las universidades que los ofrecen y solo la de Lleida tiene tantos como la URV, tres. “Poco a poco serán más las universidades que lo incorporarán, puesto que es un método que se está demostrando que da frutos”, apunta Xavier López, que explica que varias universidades del estado interesadas en introducir grados con mención dual les piden que compartan su pericia.

“Soy un trabajador más” 

Los otros dos grados con mención dual en la URV son el de Gestión en Turismo y Hostelería y el de Relaciones Laborales y Recursos Humanos. El primero vive este curso la tercera edición y su coordinador, Jesús Angla, destaca la buena colaboración con las empresas, que son muy conscientes que los chicos y chicas “están en formación y les dan las herramientas necesarias”. Angla asegura que, al mismo nivel que los conocimientos teóricos, los estudiantes también ponen en práctica las destrezas profesionales, transversales y complementarias a lo que se aprende en el aula, como por ejemplo la responsabilidad, la integración en equipos y la interacción con los compañeros, la autogestión, la proactividad…, que son muy valoradas en el mundo laboral y que es en este entorno donde mejor se pueden desarrollar. “Y también les va muy bien afrontar situaciones de estrés real”, añade Angla, que asegura que conceptos de los cuales hablan mucho en el aula, como por ejemplo la sostenibilidad y la calidad, “cuando hacen la estancia en las empresas se dan cuenta que son básicos porque se dedican muchos recursos y esfuerzos”.

En el caso del grado en Gestión en Turismo y Hostelería, la mención dual se imparte en el segundo semestre de tercero y de cuarto. Los cinco estudiantes que han empezado ahora la experiencia ya están viendo que les permiten moverse dentro de la empresa, conociendo diferentes departamentos, lo cual es importante, según Angla, no solo para saber qué les gusta sino también para descartar lo que no les atrae, igual de importante en este punto de su formación. Como son pocos estudiantes, la atención es personalizada y el seguimiento, exhaustivo, y entre la empresa y la universidad pueden ir adaptando el itinerario que sigue cada uno.

A l’Alba Ribalta, por ejemplo, le encanta el marketing, una de las tareas que está desarrollando hasta ahora, junto con gestiones más administrativas y de reservas, mientras el Tamarit Beach Resort, el complejo donde hace la estancia, esté cerrado. Cuando abran, a partir del 7 de abril, ya se dedicará más a la atención al público, de forma que pronto habrá hecho un poco de todo. “Te piden si quieres estar en algún sitio concreto, te dejan aportar ideas… No imaginava que pudiera hacer tantas cosas. Además, todo lo que voy desarrollando tiene mucho que ver con lo que tocamos en clase”, asegura la Alba.

Cristina Garrido, que trabaja en Estival Park Resort, también está “encantada”. “Me siento muy productiva, tanto con la empresa como con el cliente, y esto estando en clase no lo puedes experimentar. También le atrae el marketing, puesto que es “un ámbito que va creciendo, al cual cada vez se le da más importancia”, y explica que la dejan participar en reuniones en que se toman decisiones. “No me parece que haga prácticas. Soy una trabajadora más”, afirma.

Cómo en el caso de las empresas químicas, las de este sector también buscan el win win. Lo afirma Ketty Ruiz, directora de operaciones del Grupo Blaumar y tutora de la chica que hace la estancia de prácticas en el hotel del grupo, Anna Mumbrú. “Nos traen nuevas ideas, la visión de la gente joven y su pericia actualizada, que combina muy bien con la experiencia que ya tenemos”, afirma. “Y para los estudiantes, es ideal porque profundizan en todos los conceptos que tratan en la universidad”, añade. En definitiva, les mantienen “despiertos”, al día de las últimas tecnologías, como es el caso de la inteligencia artificial, mientras van cogiendo experiencia, por ejemplo, en el trato con el cliente, clave, según Ketty Ruiz, en el sector, o en las reuniones operativas en que participan. Anna Mumbrú, que como Alba y Cristina ha iniciado la mención dual este semestre, destaca que conceptos como por ejemplo la comunicación interdepartamental, muy destacada durante el grado, realmente se demuestra clave gracias a la experiencia en el hotel. «Todo lo que aprendemos en la universidad toma todo el sentido. Además, el trato de los compañeros es muy bueno, de forma que mi experiencia es excelente.» Cambrils Park Resort, Camping Sangulí, PortAventura y Rentalmar son otras empresas que colaboran con el grado y su mención dual.

Una estrena con buena nota 

Para el grado en Relaciones Laborales y Recursos Humanos, este es el primer curso con mención dual. Su coordinadora, Catalina Jordi, no esconde que la puesta en marcha es compleja, teniendo en cuenta por ejemplo que, más que prácticas, son auténticos contratos de trabajo. Pero, de momento, la valoración es positiva, aunque solo sea porque las empresas se están mostrando muy colaboradoras y los estudiantes están satisfechos.

Catalina Jordi explica que aprovecharon la renovación del plan de estudios para integrar del todo la mención dual. Esto permite que, además de las asignaturas específicas en que se enmarca este programa, que incluyen, igual que en el caso de los dos otros grados con mención dual, la estancia de prácticas que hacen todos los estudiantes y el trabajo de fin de grado (TFG), también afecta asignaturas como por ejemplo Retos de género en las organizaciones y Retos de derechos y humanos y medio ambiente en las organizaciones. Los estudiantes de la mención dual tienen que hacer tareas en las empresas relacionadas con estas materias y después compartirlo con el resto de la clase. “La idea es que hagan de enlace entre la universidad y el mundo laboral, que enseñen a los compañeros y las compañeras que lo que tratamos en el aula también se hace en las empresas”, explica Jordi. Así, todos juntos mejoran el contacto con la realidad del mundo laboral.

De momento, los cinco estudiantes de tercer curso, los primeros del grado en hacer la mención dual, han iniciado la estancia este segundo semestre, y la continuarán el curso que viene, el último para ellos, mientras una nueva tongada de alumnas se incorporará al programa, haciendo que la rueda no pare. Los cinco valoran la experiencia que están viviendo, conscientes que es una oportunidad que tienen que aprovechar. Miquel Guillén, que hace la estancia en Messer Ibérica, se encarga de un “amplio abanico de tareas” en el departamento de recursos humanos: selección, formación, nóminas… “Desde el primer día ya me dijeron que su intención era hacerme sentir un más y así lo están haciendo. Me delegan tareas importantes, y confían bastante en mí”, afirma Guillén, que puede poner en práctica, asegura, mucha de la teoría aprendida en el aula. Miquel Femenía, por su parte, puede compaginar dos departamentos en la asesoría Estivill de Reus, recursos humanos y laboral, de forma que también recibe una formación muy variada: “Es muy satisfactorio poder aplicar los conocimientos que tenemos.”

Laura Garcia, que hace la estancia en la planta que el Grupo Castilla, una consultoría de recursos humanos y soluciones tecnológicas, tiene en Riudoms, aprende dinámicas de una empresa grande y deslocalizada, como por ejemplo el teletrabajo, y se siente valorada. Maitane Ruiz, por su parte, tiene el contrato con A&F Asesores, donde ayuda en varios trabajos (trámite de bajas laborales, corrección de nóminas…) en el departamento laboral. Otra asesoría, Sebastià Assessors, también colabora con el grado pero de momento no se ha cubierto la plaza ofrecida. “Es un buen complemento, tanto por las asignaturas base del grado, como podrían ser derecho del trabajo y seguridad social, como por otras que piensas que no son tan relevantes en el día a día, como mercantil o extranjería, que también las acabas tratando en la empresa”, explica Maitane, a la cual la estancia le sirve para saber hacia donde se quiere enfocar. Es el caso también de Abril Crescenti, que trabaja en el centro de producción de Florette en Terres de l’Ebre, y que se da cuenta que asignaturas a las cuales no daba mucha importancia toman relevancia porque las tiene que aplicar en la empresa. “Todo ello te ayuda mucho a definir tu camino”, afirma.

En definitiva, en las menciones duales todo el mundo sale ganando con creces: los estudiantes obtienen una calificación profesional avanzada y aceleran su inserción laboral, las empresas aseguran un flujo adecuado de personal cualificado y se mantienen actualizadas, y la universidad mejora su oferta docente.