La URV es líder en la aplicación de las políticas de igualdad, con un nuevo protocolo que agiliza las comunicaciones por situaciones de discriminación y acoso, y va sumando cada vez más chicas en las carreras del ámbito STEM gracias al trabajo constante de promoción y sensibilizació
La Universitat Rovira i Virgili es cada vez más inclusiva y segura. Esta no es una afirmación gratuita, sino que se sustenta en dos reconocimientos prestigiosos recientes que, de hecho, la sitúan como líder en políticas de igualdad. Por un lado, la revista Times Higher Education (THE), referente en el sector, la coloca como adalid en el Estado español en el último ranking de impacto de universidades en igualdad, y por otro lado la Unión Europea le concedió el año pasado el galardón EU Gender Equality Champions, por el alto nivel de logro en la implementación de los planes de igualdad.
Con la aprobación del primer Plan de igualdad, en 2007, la URV ya se convirtió en una universidad pionera en el ámbito catalán y en el Estado español. Aquel primer plan fue fruto de los resultados de un informe presentado meses antes, La desigualdad de oportunidades por razón de género a la URV, que puso de manifiesto situaciones de desigualdad y discriminaciones hacia las mujeres que había que cambiar. En aquel primer Plan (2007-2010), lo sucedieron dos más (2011-2019 y 2020, actualmente vigente) con medidas encaminadas a eliminar discriminaciones y resolver desequilibrios en la Universidad. Los adelantos obtenidos, una vez aplicadas las medidas, son evaluados y se comparten públicamente, y, de hecho, es precisamente el alto nivel de cumplimiento de la hoja de ruta trazada por las acciones lo que ha motivado tanto el reconocimiento de la Unión Europea como la clasificación de la URV en la posición 47 de 1.361 universidades de todo el mundo que ha evaluado la revista THE en igualdad de género.
Una universidad más inclusiva
“Estos reconocimientos son la rúbrica a una trayectoria larga y a todo el trabajo que desde hace muchos años se realza en la Unidad de Igualdad, sobre todo a través de los planes de igualdad. A pesar de que queda trabajo por hacer, como por ejemplo la reducción de la brecha salarial y la presencia de más mujeres en los cargos de dirección, el impacto de las políticas de igualdad de género de la URV está garantizado por un compromiso institucional firme y a largo plazo”, explica Cilia Willem, directora de la Unidad de Igualdad.

El año 2020, la URV arreció el compromiso con la igualdad entre mujeres y hombres con la creación de la Unidad de Igualdad, encargada del diseño, la implementación y la evaluación del Plan de Igualdad vigente, así como de la organización de formación, la promoción de campañas de sensibilización, la recolección de datos y el apoyo a los consejos de igualdad en todos los centros. Es el órgano técnico que se encarga de impulsar este planes y también hace diagnósticos periódicamente del estado de la igualdad a través del Observatorio, así como acciones formativas y de sensibilización en la comunidad universitaria. El Plan de Igualdad, por su parte, tiene como objetivo implantar acciones positivas para eliminar discriminaciones en el funcionamiento de todos los órganos y competencias de la Universidad y asegurar la calidad de todas las personas que integran la comunidad. Se basa en cinco ejes: el compromiso con la igualdad de género, la diagnosis del sexismo, la igualdad de condiciones en el acceso y la organización del trabajo, la promoción de la perspectiva de género y la consolidación del papel de las mujeres en la ciencia.
Así, la URV continúa progresando en cuanto a la presencia de la mujer en los diferentes colectivos. Especialmente significativa es la mejora entre el personal docente e investigador (PDI), el que más déficit presentaba hasta ahora en este aspecto y en que se está caminando hacia la paridad. De hecho, las mujeres representaban el 41% del personal docente e investigador de la URV el 2012 (teniendo en cuenta las horas de contrato, es decir, si el personal se expresa en equivalentes a jornadas completas), mientras que el 2023 ya llegaba al 49%. En el global de toda la comunidad universitaria, las mujeres representan el 58% del total, tres puntos por encima de la media tanto de las universidades públicas catalanas como de las españolas.
La URV progresa en la presencia de la mujer en los diferentes colectivos y especialmente significativa es la mejora entre el personal docente e investigador
Eso sí, continúa habiendo carencia de mujeres en los lugares de liderazgo, se continúa detectando la brecha salarial entre hombres y mujeres y, específicamente, en los departamentos del ámbito STEM (de las siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingenierías y Matemáticas), en que también hay una presencia baja de chicas entre el estudiantado, a pesar del ligero aumento de los últimos años. Es en estos puntos en que la Unidad de Igualdad centra “el trabajo que todavía falta para hacer” que apunta Cilia Willem.

Una de las actividades que se organizan desde la Unidad de Igualdad para continuar incrementando la representación femenina en los sectores tradicionalmente masculinizados es el Girls’ Day, orientado a despertar vocaciones científicas y acercar las alumnas de secundaria a los estudios STEM. Con la colaboración de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería y la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Química, el Girls’ Day se celebra cada año alrededor del 11-F, Día internacional de la mujer y la niña en la ciencia, y se programan charlas, talleres y acciones diversas para reivindicar la figura de la mujer investigadora con el objetivo de revertir unas cifras que, muchas veces, la sitúan en un segundo plan en la investigación.
Son acciones que tienen que recoger frutos a medio y largo plazo, de forma que es difícil de medir el impacto inmediato, tal y como admite Cilia Willem, que recuerda que luchan contra inercias culturales que se tienen que trabajar incluso en primaria, “en que se detecta que las niñas todavía se perciben como menos inteligentes y los maestros, inconscientemente, a menudo dan un trato diferente a los niños”.

Investigación en igualdad
Son muchos los grupos de investigación de la URV que hacen investigación con perspectiva de género y alrededor de temáticas como la diversidad sexual, la discriminación de las mujeres, la violencia de género…, sobre todo en ámbitos como la Pedagogía, el Derecho, la Antropología, la Comunicación… Por ejemplo, un equipo investigador interdisciplinario trabaja actualmente en tres proyectos complementarios que revisan las consecuencias de los feminicidios sobre los hijos, hijas y familiares de las víctimas; el tratamiento judicial de los casos de violencia de género, y el modelo de atención a las violencias sexuales en la infancia.
El contexto, no obstante, es cada vez mejor, puesto que, por ejemplo, en la URV destaca el aumento de mujeres que lideran los 87 grupos de investigación reconocidos por la Generalitat, puesto que en solo diez años se ha pasado del 24% al 52% de los grupos con una mujer como jefa. También continúa aumentando el número de mujeres doctoras honoris causa y de mujeres que participan en actas singulares, como por ejemplo las lecciones inaugurales. Que las niñas y las chicas tenga cada vez más referentes es clave para consolidar sus vocaciones.
Entre el estudiantado también hay iniciativas en este sentido, como la constitución de Existim-Asociación de Estudiantes de Ingeniería, una entidad que quiere promover la igualdad de género en la ingeniería, hacer frente a los estereotipos y dar visibilidad al colectivo de mujeres relacionadas con este ámbito del conocimiento. La asociación se ha marcado como objetivo difundir la ingeniería entre las jóvenes y fomentar la interacción entre chicas de varias disciplinas dentro de la Universidad.
Una universidad más segura
En cuanto a la lucha contra la discriminación y el acoso por razón de sexo y la violencia machista, la URV ha aprobado recientemente un nuevo protocolo de prevención y actuación “mucho más ágil y claro y unificado para toda la comunidad universitaria”, tal y como explica Cilia Willem. Hasta ahora, la URV disponía de un protocolo para las violencias machistas y contra el colectivo LGTBI sufridas por el estudiantado y otro en caso de acoso a personal de la URV en el puesto de trabajo que incluía cualquier tipología: sexual, psicológico, laboral, de racismo… El nuevo protocolo alcanza toda la comunidad universitaria y se centra, en cuanto al acoso, en el sexual y en el motivado por razón de sexo, orientación sexual, identidad y expresión de género.

Las líneas de acción del protocolo van desde la prevención y la sensibilización hasta el seguimiento de los casos y la evaluación de las actuaciones, dando especial relevancia al acompañamiento y la reparación de los daños. Así, todos los miembros de la URV tienen que actuar de forma diligente para prevenir y evitar que haya situaciones de acoso. La institución, por su parte, se compromete a impulsar acciones de sensibilización, velar para que los nuevos planes de estudio incluyan formación específica en violencias, promover la realización de cursos específicos en este ámbito, destinar los recursos para asegurar la aplicación de las medidas de acompañamiento y reparación, y dotar la Unidad de Igualdad de los recursos humanos y materiales adecuados para cumplir su función de prevención, sensibilización, detección, atención y reparación.
El protocolo va desde la prevención y la sensibilización hasta el seguimiento de los casos y la evaluación de las actuaciones, dando valor al acompañamiento y la reparación de los daños
También hay que garantizar la presencia de puntos lilas y puntos multicolor en los acontecimientos celebrados en la Universidad. “Hay puntos en los diferentes campus y facultades, donde las personas que hayan sufrido alguna situación de acoso sexual o por razón de género, o hayan sido testigos, pueden comunicar los hechos a través de un código QR”, explica Willem. En la mayoría de acontecimientos organizados por la URV, como es el caso de la fiesta mayor, también hay puntos lilas.
La perspectiva de género y el lenguaje inclusivo en el aula

La Unidad de Igualdad ha iniciado un proyecto para introducir la perspectiva de género en la docencia, que se integrará en los cursos formativos de los profesores lectores, evitando los sesgos que están demasiado integrados en las aulas, como por ejemplo, introduciendo más mujeres en las bibliografías o rehuyendo prejuicios como por ejemplo que los chicos tienen menos vergüenza a la hora de intervenir en clase o que son más hábiles en algunos procesos. Además, la Unidad de Igualdad también prepara una guía para usar un lenguaje más inclusivo a todos los niveles.
Los puntos lilas, de hecho, también pueden recoger quejas o sugerencias, que también pueden llegar a otro elemento de descentralización de la Unidad de Igualdad, los consejos de igualdad, formados después de tres años de funcionamiento por más de 60 agentes lilas. “Son grupos informales, específicos de cada facultad, liderados por una figura oficial, que es la responsable de igualdad de cada centro. La distribución de los consejos de igualdad por las diferentes facultades les permite estar al corriente de todo aquello que pasa y de las necesidades que se plantean en materia de igualdad. De otro modo sería más difícil mantener esta conexión, puesto que la Unidad de Igualdad tiene la base en el campus Catalunya”, comenta Willem.
Una vez se detecta un caso después de recibir las comunicaciones por los varios canales en que es posible dirigirse a la Unidad de Igualdad, se activa el protocolo, que se inicia con medidas de acompañamiento a la persona afectada desde el momento inicial (derivación a servicios de apoyo psicológico, justificación de ausencias, asesoramiento…) y continúa con las acciones de identificación y detección de las violencias y acosos, siempre garantizando el acompañamiento a la víctima y la reparación de los daños.
A partir de aquí, se puede activar la comisión de investigación, formada por el director o directora de la Unidad de Igualdad, una persona del Gabinete Jurídico y un experto externo a la URV. También se podrán adoptar las medidas provisionales por parte del rector a propuesta de la Unidad de Igualdad (cambio de grupo de docencia, suspensión de matrícula, cambio de puesto de trabajo…), y las medidas de reparación integral, desde las simbólicas (declaración de rechazo…) hasta, por ejemplo, traslados de expediente, reordenaciones del tiempo de trabajo o movilidades geográficas.
El protocolo también da especial importancia a las acciones de seguimiento de las medidas adoptadas y a la evaluación de los casos y del funcionamiento de todo el proceso. En este sentido, se crea una comisión de seguimiento y evaluación formada por representantes de la parte institucional y la parte sindical de la Universidad que, si se tercia, hace propuestas de mejoras.
Cilia Willem recuerda que la URV, como todas las universidades, “tiene la responsabilidad de hacer un abordaje integral para prevenir las violencias machistas, intervenir si se dan y reparar las personas que las hayan sufrido”. Las medidas previstas para garantizar este abordaje integral van más allá de la perspectiva sancionadora y enfatizan, además del acompañamiento de las personas afectadas, la adopción de medidas de incidencia comunitaria orientadas, tal y como reitera Willem, a un cambio cultural feminista, interseccional e igualitario.


