17/11/2022
Un proyecto liderado por la URV busca mejorar la atención en el sistema judicial de los niños víctimas de abuso sexual
Las investigadoras evalúan el impacto del modelo nórdico Barnahus implementado de forma piloto en Tarragona para extenderlo al resto de España y forman a los futuros magistrados sobre los mecanismos para reducir la victimización secundaria de los niños y niñas
Las investigadoras evalúan el impacto del modelo nórdico Barnahus implementado de forma piloto en Tarragona para extenderlo al resto de España y forman a los futuros magistrados sobre los mecanismos para reducir la victimización secundaria de los niños y niñas
De las cerca de 5.900 denuncias por abuso sexual en niños que cada año se producen en España, menos del 10% de los casos presentan evidencia física y menos del 5% es conclusiva, según datos de la organización Save the Children. Este hecho se suma a la dificultad de los niños y niñas para relatar lo sucedido y la revictimización que puede suponer el proceso de denuncia del caso. Con el objetivo de proteger los derechos de la infancia y la adolescencia y mejorar la atención en el sistema de justicia penal, la URV lidera el proyecto “Impacto del modelo Barnahus en la protección de los derechos de los niños víctimas de abuso sexual en el sistema de justicia penal”, con la participación de la UOC, Save the Children y la Red Promise Barnahus, financiado por la entidad internacional OAK Foundation.
Desde el año 2020 se ha desplegado en Tarragona el proyecto piloto del modelo Barnahus, un referente en los países nórdicos para la intervención con menores víctimas de abuso sexual, que se extenderá al resto de España. Las investigadoras del ámbito del Derecho diseñarán una herramienta de evaluación para los procesos penales que evidencie, entre otras cuestiones, los cambios que ha podido suponer la implantación de este modelo, que se espera que sean el incremento de la confianza en el testimonio del menor, el incremento de las tasas de acoso, sentencia y condena y la reducción del número de intervenciones sobre el menor y el tiempo del proceso.
Esta metodología ofrecerá indicadores para realizar cambios efectivos en la legislación y en la práctica de los profesionales para poder prevenir la revictimización de los menores. Además de la implementación en el ámbito local, se convertirá en un protocolo que puede ser utilizado en otras regiones y países.
Además, a lo largo del proyecto se realizarán actividades de sensibilización, capacitación y formación sobre la justicia penal adaptada a la infancia y los mecanismos para reducir la victimización secundaria para los profesionales del ámbito judicial, como son jueces y fiscales, pero también del ámbito de la abogacía, la policía, la medicina forense y el trabajo social, que son clave en ese objetivo.
La primera de estas formaciones, organizada por Save the Children, ha tenido lugar en la Barnahus de Tarragona este 16 y 17 de noviembre, en la que una juez de Islandia, experta en el tema, ha hecho la primera sesión dirigida a los futuros jueces y juezas de la Escuela Judicial del Consejo General del Poder Judicial.
El modelo Barnahus
El cambio de modelo, que se ha implementado de forma piloto en Tarragona por primera vez en el Estado y en el sur de Europa, responde a las consecuencias negativas que los circuitos del actual sistema de justicia tiene para los menores que son víctimas de abusos. Save the Children, entidad socia en este proyecto, hace un diagnóstico: la intervención en el proceso de diferentes agentes hace que sean necesarias múltiples entrevistas en diferentes espacios y por diferentes motivos; el tiempo de espera para el juicio oral, que puede ser de meses a años, pone la vida del niño o niña entre paréntesis, y existe una falta de servicios médicos y terapéuticos apropiados para las víctimas y las familias.
Todo ello conduce a la victimización secundaria del niño porque le conduce a experimentar una y otra vez emociones negativas y acaba teniendo una sensación de descrédito, además del tiempo transcurrido, el número de exploraciones, el eco mediático y la vulnerabilidad de la víctima pueden contaminar el recuerdo de los hechos.
El modelo Barnahus (Casa de los Niños en sueco) reúne bajo un mismo techo, a nivel conceptual y también físico, a todos los agentes y procesos que tienen lugar una vez se ha producido una denuncia por abuso sexual a un niño. Se trata de un espacio amigable para el niño, donde se le realiza desde la exploración hasta la entrevista, la valoración y el seguimiento, en el que deben trabajar coordinados todos los agentes implicados con independencia del servicio al que pertenezcan.
La experiencia de los países en los que se ha implementado, como Suecia, Noruega y Dinamarca, sugiere que facilita el relato del niño en la fase de investigación porque pone las condiciones y el espacio adecuado, fomenta una prueba de calidad, evita las dilaciones, se basa en protocolos basados en la evidencia y la grabación en vídeo del testimonio del niño le evita la exposición durante el juicio oral.
El equipo investigador de la URV lo integran Núria Torres, que lidera el proyecto, Elisabet Cerrato, Roser Casanova, Victor Merino, Alex Moreno, Eva Zafra, África Cruz, Sonia Pujol y Stephanie Ascencio Serrato.