15/02/2023

El dolor crónico entre la población infantil y juvenil aumenta nueve puntos en 15 años

Un estudio de la Cátedra de Dolor Infantil de la Universitat Rovira i Virgili realizado en centros educativos del Camp de Tarragona sitúa en un 46% el porcentaje de niños y adolescentes que tienen dolor al menos una vez por semana durante tres meses, una tendencia al alza que también se manifiesta en el dolor de alto impacto

El dolor crónico entre niños y adolescentes continúa creciendo. Un estudio de prevalencia reciente del grupo de investigación ALGOS de la Cátedra de Dolor Infantil del Departamento de Psicología de la Universitat Rovira i Virgili-Fundación Grünenthal, liderado por el catedrático Jordi Miró, ha elevado hasta el 46% el porcentaje de jóvenes que sufren algún tipo de dolor persistente, cuando hace quince años una investigación de las mismas características lo situaba en el 37%. El estudio también aborda el dolor crónico de alto impacto, que, en el mismo periodo, ha pasado de afectar al 1% de los niños y adolescentes a hacerlo al 5%.    

El estudio se ha realizado en diferentes escuelas de primaria y secundaria del Camp de Tarragona, con una muestra significativa de alumnos y alumnas, y considera dolor crónico aquel que se ha manifestado semanalmente y, como mínimo, en los tres últimos meses. Las localizaciones más habituales son la cabeza, la espalda y las piernas. Entre las chicas es donde más incidencia tiene esta problemática, que empeora con el paso de los años.  

 “Son datos perfectamente extrapolables a otros niveles, puesto que es una tendencia que estamos detectando en el ámbito internacional, donde también se da este aumento tan significativo. No es un hecho aislado de nuestro país, puesto que también lo vemos reflejado en estudios propuestos por la OMS, en que hemos observado que la prevalencia va en aumento”, apunta Jordi Miró.

Dolor crónico de alto impacto

Miró se muestra preocupado por el aumento de los casos de dolor crónico de alto impacto, en que este dolor afecta gravemente el funcionamiento del individuo a diferentes niveles, físico, psicológico, social y escolar, como por ejemplo con problemas de movilidad, de fatiga, de ansiedad, de sueño, de depresión… Todo ello comporta, por ejemplo, pérdida de días de escuela, con una afectación clara en el rendimiento escolar.     

Jordi Miró, director de la Càtedra de Dolor Infantil de la URV-Fundació Grünenthal
Jordi Miró, director de la Càtedra de Dolor Infantil de la URV-Fundació Grünenthal

Según admite Jordi Miró, no hay una respuesta definitiva para explicar las causas de este aumento. “Sin embargo, tenemos respuestas parciales, como por ejemplo los resultados de algunos estudios que hablan del estrés, del sedentarismo, de la calidad del sueño, del tiempo pasado ante las pantallas… Esta visión parcial ya nos permite ir dibujando programas para la prevención”, explica Miró. El estudio suministra claves para desarrollar tratamientos más efectivos y evitar que el dolor vaya a más, puesto que “cuando pasa a ser crónico es muy difícil conseguir que desaparezca”.    

Desde la Cátedra de Dolor Infantil de la URV-Fundación Grünenthal proponen “una acción decidida” en diferentes frentes y de manera combinada: ampliar los programas de tratamiento disponibles, mejorar la formación de los profesionales que tienen que atender la población con problemas de dolor y fomentar y promover la investigación en este ámbito. “Sin investigación, que es lo que permite generar nuevo conocimiento, es muy difícil progresar”, afirma Miró.     

En este sentido, el Camp de Tarragona cuenta con el programa para el estudio y el tratamiento del dolor crónico infantil del hospital Sant Joan de Reus, gestionado por el equipo de Jordi Miró, un servicio gratuito, único en el estado y de los pocos en el ámbito europeo, que desde la Cátedra reivindican por su gran utilidad para hacer frente a una problemática que va en aumento. 

 

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