Han convertido zonas de sus casas en cuadrantes de yacimientos arqueológicos para aprender a obtener e interpretar datos

Coincidiendo con el fin de cuatrimestre, el estudiantado de primer curso de la asignatura Prehistoria y Evolución humana de primer cuatrimestre del grado de Historia y del de Historia del Arte y Arqueología de la Universitat Rovira i Virgili (URV) presentaron en línea sus trabajos de investigación, que han dedicado a sus propios espacios domésticos: cocinas, baños, habitaciones, garajes, etc. Las presentaciones se han realizado en formato de proyecciones de diapositivas con la voz grabada, en dos sesiones diferentes. En total, 79 estudiantes han realizado 18 trabajos en grupos de entre 2-6 personas.

El objetivo era hacer un análisis comparativo sobre diferentes aspectos de la vida cotidiana en la prehistoria, como la higiene, la salud, el descanso, la alimentación o la socialización, entre otras. “De este modo aprenden a cuantificar e interpretar datos, hacer inventarios de objetos, trabajar en equipo y presentar resultados”, comenta Ethel Allué, profesora de la asignatura e investigadora en el IPHES (Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social).

Estos trabajos forman parte de los objetivos del curso y complementan la evaluación que además incluye prácticas, examen y una reseña sobre las clases en el marco de la asignatura, que también imparte el profesor Eudald Carbonell, catedrático de Prehistoria de la URV, codirector del Proyecto Atapuerca e investigador del IPHES, y que cuenta además con la participación de Robert Sala, director de este centro de investigación y profesor titular de Prehistoria de la URV. Este último realizó una sesión sobre la evolución de las viviendas en la Prehistoria proporcionando de este modo a los estudiantes un marco de conocimiento general sobre los espacios domésticos en este periodo.

Una de las estudiantes, Montserrat Plana, que hace Historia del Arte y Arqueología en la URV, ha realizado el trabajo titulado «Evolució del comportament humà». En esta investigación ha analizado, juntamente con cinco compañeros, la evolución de las viviendas y del modelo de vida en la edad del Bronce frente al día de hoy. «El trabajo me ha permitido poder relacionar conceptos ya existentes en la prehistoria con la sociedad actual. Me he dado cuenta de que nuestros orígenes están presentes en aspectos de nuestra vida cotidiana. A pesar de esto, también hemos podido observar como gran parte de la población desconoce esta relación tan estrecha, considerando que se tendría que promover la enseñanza de lo que se convierte, ni más ni menos, que la procedencia del mundo en el que vivimos hoy», asegura.

Anna Batet, estudiante también de Historia del Arte y Arqueología en la URV, ha llevado a cabo el estudio que lleva por título «Habitatges actuals versus Habitatges prehistòrics. Un treball de recerca sobre l’anàlisi i l’evolució dels espais d’un habitatge en l’època actual i en la prehistòria». Juntamente con dos compañeros y una compañera ha analizado cuatro espacios de una vivienda moderna como si se tratara de un yacimiento arqueológico. Después han utilizado esta información para comprarla con las viviendas y el modelo de vida de la edad del Bronce.

Para Batet lo más interesante ha sido: «el proceso práctico y de investigación que hemos tenido que llevar a cabo para llegar a estos datos. El hecho de haber tenido esta primera aproximación casera al trabajo de campo y de convertir mi sala de estar en un cuadrante de un yacimiento arqueológico improvisado, ha despertado en mi la vocación que ya intuía que tendría para esta profesión y me ha parecido una experiencia maravillosa».