25/05/2023
Estudiantes de Arquitectura de la URV exponen sus trabajos en la Bienal de Venecia
Tratan sobre el urbanismo, los espacios de trabajo y la vivienda desde la perspectiva de la diáspora africana en Cataluña y se pueden ver en el pabellón de Cataluña hasta el 26 de noviembre
Tratan sobre el urbanismo, los espacios de trabajo y la vivienda desde la perspectiva de la diáspora africana en Cataluña y se pueden ver en el pabellón de Cataluña hasta el 26 de noviembre
La Bienal de Venecia (Italia) ha puesto en marcha la 18ª edición internacional de Arquitectura, titulada «El Laboratorio del Futuro». Lo hace con la presencia de doce estudiantes de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura (ETSA) de la Universitat Rovira i Virgili (URV), que exponen sus proyectos en el pabellón de Cataluña.
Maria Gonzalez, Sadibou Sow, Patricia Lardies, Álvaro Marsal, Arnau Mercadé, Adrià Juan, Silvia Espinosa, Xavier Marqués, Laia Martí, Ludovic Forés, Abril Roset y Laia Jiménez han desarrollado los trabajos a través de la asignatura «Urbanismo y Proyectos» del grado en Arquitectura y ahora se pueden ver en los espacios que complementan la exposición principal. Esta se denomina «Following the Fish» (Siguiendo el pez), y gira en torno al urbanismo, los espacios de trabajo y la vivienda desde la perspectiva de la diáspora africana en Cataluña. Ha sido comisariada por la productora Leve en colaboración con el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Cataluña, la organización del Instituto Ramon Llull y la participación de las escuelas de arquitectura de la URV y la UPC (Cataluña), la Politécnica de Milán (Italia), la Universidad de Lund (Suecia) y la Universidad de Southampton (Gran Bretaña).
El tema enlaza con el cambio de paradigma de la bienal, puesto que por primera vez, el centro de atención recae sobre África y la diáspora africana. Y, de hecho, la edición de este año ha sido comisionada por la arquitecta ghanesa-escocesa, Lesley Lokko.
Inicialmente, los estudiantes asistieron a un taller en el ETSAV (UPC) en el mes de febrero, cuando conocieron de qué trataba el proyecto y qué buscaban los comisarios. Sobre las directrices que se habían dado, los estudiantes de la URV presentaron los proyectos que forman parte del pabellón catalán y del proyecto «Following the Fish».
El resultado ha sido generar una unión de arquitectura y migración africana para identificar arquitecturas alternativas a las hegemónicas, instándonos a pensar en la ciudad otras maneras. La instalación convierte en un mercado callejero el antiguo Cantieri Cucchini de Venecia, una nave construida en 1800 y que originalmente estaba dedicada a la industria pesquera. Sobre el suelo hay las «mantas» o telas que normalmente pondrían los artículos a la venta, pero en vez de esto muestran el viaje hecho por los migrantes. El proyecto está centrado sobre todo en la ciudad de Barcelona.
La narrativa está acompañada de documentos que amplían su contenido, incluyendo nuevas contribuciones, referencias y comentarios a través de dibujos, escritos e imágenes. Las mantas se han hecho en el taller textil Top manta de Barcelona y cada una se centra en un tema: África, el origen de la civilización, el saqueo, la diáspora, las fronteras, las redes de ayuda, las luchas y los proyectos. También se incluye el proyecto arquitectónico de los estudiantes, que cuenta con varios paneles.
«El alumnado se ha implicado muchísimo, han dedicado muchas horas y han realizado un muy buen proyecto. Lo han hecho de manera altruista, fuera de horas y ha salido un producto muy interesante. Los comisarios se sorprendieron de la dedicación e implicación de los estudiantes de la URV. El profesorado hemos dado un paso atrás, los hemos ayudado, pero el liderazgo lo han puesto ellos», destaca Roger Miralles, uno de los profesores y director de la Escuela de Arquitectura que, conjuntamente con el profesor Manuel Bailo, ha coordinado el proyecto en la URV.
Propuestas que han surgido de las conversaciones con los migrantes
La iniciativa de los estudiantes de las escuelas internacionales de arquitectura y diseño da forma a las ideas que surgieron en múltiples conversaciones con migrantes: aspectos como las cocinas colectivas como alternativa a los comedores sociales, espacios de bienvenida como formatos potenciales para el cohabitaje que tanto interesa a la arquitectura contemporánea, nuevos modelos residenciales basados en la comunidad, instalaciones dispersas y multiuso basadas en la estrategia de equipar barrios utilizando locales comerciales vacíos.
Para llevar a cabo todo ello se han propuesto hasta tres ideas que se basan en una transformación inmediata sobre la ciudad que tenemos. La primera es la Ceebu Jeen (nombre de una comida tradicional del Senegal), una propuesta que busca redefinir los comedores sociales. La comunidad mantera hace mucho tiempo que pensaba trasladar esta práctica a un establecimiento abierto, de barrio y replicable, donde todo el mundo pueda acceder, habilitando las prácticas de intercambio que sean necesarias, produciendo una gastronomía rica y de productos de proximidad.
La segunda propuesta se denomina Taranga (en wòlof, una de las lenguas del Senegal, significa «acogida-hospitalidad»), y trata de dar la vuelta a las casas de acogida para migrantes. La comunidad mantera nos hace ver la imposibilidad de una vida en común en nuestras viviendas, reivindicando la casa abierta, en contra del formato de habitaciones.
Finalmente, la última propuesta es la Sutura (un elemento central de la cultura senegalesa, wòlof, que trata de la discreción y la modestia), que cuenta con el objetivo de transformar locales en bajos como catalizadores de usos sociales transformadores, como la incorporación de almacenes y de la logística propia del espacio comercial de los manteros del barrio del Raval.
Este proyecto no es el único reclamo de la exposición, y es que también se incorporarán novedades como el objetivo crucial de luchar contra el cambio climático, mediante la promoción de un modelo más sostenible para el diseño, instalación y operación de todos sus acontecimientos. Además, más de la mitad de los participantes en la exposición son de África o de la diáspora africana. Finalmente, también hay un equilibrio de género porque la mitad de las exposiciones han sido realizadas por mujeres.
En el mes de junio los estudiantes que han participado en la iniciativa irán a la Bienal de Venecia, donde visitarán los proyectos y presentarán los resultados. También se unirán a otros grupos para conocer otras iniciativas realizadas en la exposición internacional.
La exposición estará abierta del 20 de mayo al 26 de noviembre en los edificios del Arsenal y del Forte Marghera de la ciudad italiana de Venecia.