17/01/2025
Homo erectus: pionero en la adaptación a los climas extremos hace un millón de años
Una investigación encabezada por personal investigador del IPHES-CERCA, la URV y la Universidad de Calgary aporta datos clave sobre cómo esta especie fue pionera en establecerse en regiones con condiciones climáticas extremas antes de lo que se pensaba
Una investigación encabezada por personal investigador del IPHES-CERCA, la URV y la Universidad de Calgary aporta datos clave sobre cómo esta especie fue pionera en establecerse en regiones con condiciones climáticas extremas antes de lo que se pensaba
Cuándo y cómo los primeros homínidos desarrollaron la capacidad de adaptarse a ecosistemas extremos es uno de los grandes enigmas de la evolución humana. Un nuevo estudio interdisciplinario revela que el Homo erectus fue capaz de prosperar en entornos áridos hace más de un millón de años, reescribiendo así la historia de la adaptabilidad humana. Este descubrimiento aporta datos clave sobre cómo esta especie fue pionera a la hora de establecerse en regiones con condiciones climáticas extremas, mucho antes de lo que se creía hasta ahora.
Esta es la principal conclusión del artículo publicado en la revista Communications Earth & Environment en un trabajo liderado por el profesor Julio Mercader, de la Universidad de Calgary e investigador asociado al IPHES-CERCA, en que ha participado también Palmira Saladié, investigadora de la IPHES-CERCA y profesora de la Universitat Rovira i Virgili (URV) y la investigadora Pamela Akuku, que ha desarrollado su tesis doctoral a la IPHES-CERCA.
La evidencia que redefine el paradigma
Tradicionalmente se pensaba que sólo el Homo sapiens era capaz de habitar con éxito en climas extremos como los desiertos o zonas de lluvia intensa. Ahora, los datos recogidos a Engaji Nanyori, a la Garganta de Olduvai (Tanzania), muestran que Homo erectus pudo sobrevivir en un paisaje dominado por desierto-estepa, vegetación escasa y periodos recurrentes de incendios del África oriental gracias a su capacidad para aprovechar con precisión los recursos naturales disponibles.
“El Homo erectus demostró una gran capacidad de resiliencia y estrategia en un ambiente hostil y cambiante”, explica Mercader, autor principal del trabajo. “Este estudio no solo amplía su rango ecológico, sino que también lo posiciona como una especie con una adaptabilidad más sofisticada del que se pensaba hasta ahora”.
Una estrategia sofisticada para la supervivencia
El estudio ha identificado más de 22.000 herramientas de piedra al yacimiento, muchas de las cuales fueron utilizadas por el procesamiento de grandes herbívoros. Estas herramientas, mayoritariamente hechas con cuarcita, provienen de materiales extraídos hasta 13 km del yacimiento, lo cual denota una planificación y movilidad calculadas.
“La combinación de tácticas de caza, procesamiento de carcasas animales y selección estratégica de asentamientos próximos a zonas fluviales demuestra una capacidad de adaptación remarcable”, subraya Palmira Saladié, que ha liderado el análisis zooarqueología y tafonómica del yacimiento, junto con Akuku. Su investigación evidencia que Homo erectus priorizaba la caza de herbívoros como bóvidos y antílopes de medida media, optimizando el uso de recursos animales con herramientas diseñadas para tareas específicas como la desarticulación y la extracción de médula.
Pamela Akuku, investigadora del Museo Nacional de Kenia e investigadora asociada a la IPHES-CERCA, destaca la importancia de los entornos fluviales en esta adaptación. “Los homínidos desarrollaron una estrategia de supervivencia basada en el reempleo de áreas estratégicas con acceso recurrente a agua, incluyendo zonas donde se encontraban confluencias fluviales que proporcionaban recursos durante los periodos más áridos”.
Implicaciones para la evolución humana
Este trabajo redefine el papel de Homo erectus como un homínido generalista con capacidad para habitar paisajes fragmentados y con recursos limitados. El estudio apunta que esta habilidad para sobrevivir en regiones áridas fue clave en su dispersión dentro de y fuera de África, extendiéndose hasta la Arabia y más allá.
“La capacidad de gestionar los recursos de manera eficiente y adaptarse a condiciones cambiantes ofrece una nueva perspectiva sobre cómo se configuró la expansión geográfica de esta especie”, concluye Mercader. El equipo investigador afirma que los datos cuestionan la creencia que solo nuestra especie, el Homo sapiens, tenía la capacidad de adaptarse a ecosistemas extremos. Las pruebas aportadas por este estudio reafirman que Homo erectus fue un verdadero innovador en la historia de la evolución humana, marcando un precedente en la colonización de entornos marginales que hasta ahora se asociaban exclusivamente al éxito de nuestra especie.
Referencia bibliográfica: Mercader, J. (2024). Homo erectus adapted tono steppe-desert climate extremes one million years ago. Communications Earth & Environment. https://doi.org/10.1038/s43247-024-01919-1