Se presentaron nuevas maneras de enfocar la investigación etnográfica y los nuevos objetos de estudio

«Etnografías del siglo XXI: etnografías en movimiento: ‘nuevos’ sujetos y ‘nuevos’ paradigmas metodológicos», fue el nombre de la VI Jornada de investigación del Máster oficial en Antropología Urbana, Migraciones e Intervención Social, llevada a cabo el pasado 22 de noviembre en el Archivo de Etnografía de Cataluña. Coordinada por el Dr. Jordi Roca Girona, del Departamento de Antropología, Filosofía y Trabajo Social, de la URV,  participaron más de una veintena de personas, entre estudiantes de máster, doctorado y profesorado.

Esta edición se centró en la visión crítica de la etnografía como una de las metodologías «clásicas» de la Antropología. A través de las cinco conferencias realizadas los participantes reflexionaron sobre la pertenencia del método etnográfico en las actuales circunstancias de la vida social y en las nuevas condiciones de producción del conocimiento. Se presentaron algunas de las nuevas maneras de afrontar la investigación etnográfica y de los nuevos sujetos / objetos de estudio, a partir de la presentación de investigaciones concretas.

Durante la mañana se expusieron tres investigaciones: en la primera, David Lagunas, investigador de la Universidad de Sevilla, explicó su experiencia sobre la etnografía de inmersión con colectivos gitanos en la ciudad de México y en Argentina; en la segunda Paula Gonzalez, investigadora de la Universidad de Zaragoza, habló de la fotografía etnográfica participativa con niños, niñas y adolescentes, y Ariadna Solé, investigadora  de la Universitat Oberta de Catalunya, expuso su experiencia haciendo etnografía multisituada para entender las prácticas funerarias transnacionales.

Por la tarde, se presentaron dos conferencias más. Jaume Franquesa, investigador de la State University of New York at Buffalo hizo una reflexión sobre la antropología como conocimiento crítico desde su experiencia etnográfica de la energía. Por último, Maite Marín, investigadora de la Universidad Autónoma de Barcelona, compartió sus conocimientos sobre la memoria de los objetos como un ejemplo de etnografía colaborativa-participativa.