11/12/2018
La URV impulsa la inserción laboral de personas con discapacitado intelectual
15 jóvenes descubren en un curso sus habilidades y trabajan las competencias para ejercer diferentes profesiones. Presentarán un proyecto de mejora del Campus Catalunya para que sea de comprensión fácil para las personas con diversidad cognitiva.
15 jóvenes descubren en un curso sus habilidades y trabajan las competencias para ejercer diferentes profesiones. Presentarán un proyecto de mejora del Campus Catalunya para que sea de comprensión fácil para las personas con diversidad cognitiva.
«El esfuerzo es la clave para conseguir lo que quieres», dice Judit Porras, alumna del curso de Orientación Profesional para la Inserción Sociolaboral (Inserlab). Partiendo de esta premisa, ella y 14 jóvenes más se han convertido en estudiantes de la URV, donde desde el pasado 26 de noviembre y hasta el próximo mes de mayo trabajarán las competencias necesarias para el trabajo y descubrirán su vocación a partir de sus propios intereses y talentos. Además de las actividades en el aula y en talleres, los nuevos estudiantes participarán de la vida al Campus Catalunya y trabajarán para mejorarlo: evaluarán el entorno, los servicios y los objetos presentes en el campus y recogerán en un proyecto las modificaciones necesarias porque sean de fácil comprensión para las personas con diversidad cognitiva.
Los 15 estudiantes tienen entre 18 y 30 años, un diagnóstico de discapacitado intelectual, y tenían que estar inscritos al plan de garantía juvenil. El curso, que es gratuito para ellos, fue seleccionado por el Programa Operativo Ocupación Juvenil de la Fundación ONCE, con el apoyo del Fondo Social Europeo, y propone un modelo de inclusión universitaria mixto: si bien el proyecto docente está pensado específicamente para los 15 estudiantes, todos ellos participarán de la vida en el campus junto con el resto de miembros de la URV. Así, en paralelo al programa formativo, los estudiantes de Inserlab disfrutarán de un programa de vida universitaria que garantizará su plena integración en la comunidad URV. El objetivo «no es que haya actividades específicas para ellos, sino que participen de las que hay, como por ejemplo los castells o los conciertos del Aula de Música», entre otros, explica Teresa Torres, profesora coordinadora del curso junto con el profesor Ángel Belzunegui.
El programa formativo, de poco más de 300 horas, está pensado para que los estudiantes adquieran competencias transversales, relacionadas con la educación emocional, las habilidades sociales y laborales, el uso de las nuevas tecnologías o el fomento de la autonomía personal por una vida más independiente. Son, en definitiva, «competencias que las empresas buscan», según les explicó Teresa Torres a los alumnos el primer día de clase.
Los estudiantes tienen tutorías personalizadas para valorar cuáles son sus habilidades y talentos, a la vez que descubren sus intereses y motivaciones y que podrán poner en práctica en los talleres vocacionales que seguirán: auxiliar de laboratorio, horticultura y mantenimiento de espacios abiertos, curas y primeros auxilios y emprendimiento. Se trata de talleres de ámbitos profesionales que requieren competencias diferentes, de forma que los estudiantes podrán tomar conciencia sobre como sus competencias se adaptan a diferentes profesiones.
La inauguración oficial del curso se ha hecho la tarde del 11 de diciembre con la participación del impulsor del curso, Ángel Belzunegui, director de la Cátedra de Inclusión Social; Cori Camps, vicerrectora de Relaciones Institucionales, Cultura y Compromiso Social, y Francesc Tarragona, director de los Servicios Territoriales de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias en el Camp de Tarragona. Los alumnos han explicado sus impresiones sobre la universidad y también las expectativas que tienen.