10/03/2023

La URV instala cajas nido para fomentar la biodiversidad urbana y crea pequeños espacios verdes en el campus

La Organización Mundial de la Salud atribuye a los espacios verdes beneficios para los humanos como la reducción del estrés o la disminución de enfermedades cardiovasculares, a la vez que mitigan el efecto isla de calor.

Estudiantes y personal de la asociación Aurora durante la instalación de las cajas nido en el Campus Sescelades

La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el estudio Green space and mortality in European cities: a health impact assessment study el octubre del 2021. Según esta investigación, los espacios verdes públicos y abiertos de las ciudades se asocian a niveles más elevados de actividad física, interacción, cohesión social y recuperación psicológica, como por ejemplo la reducción del estrés y la recuperación de la atención. Además, los espacios verdes también se asocian a la mejora de la salud, el bienestar general y la reducción de las enfermedades cardiovasculares. Los parques y espacios verdes más grandes mitigan exposiciones perjudiciales, como la contaminación atmosférica, el ruido y el efecto de isla de calor urbana, que hace referencia al incremento de la temperatura en el centro de las áreas urbanas, en contraste con la periferia.

La OMS recomienda que en las ciudades haya entre 10 y 15 m² de superficie verde por habitante y que los habitantes busquen un espacio verde a menos de 300 metros de su casa, ya que estos espacios disminuyen la temperatura, purifican el aire y fijan el CO2. Por eso, la OMS insta a recuperar zonas urbanas, convertir antiguas zonas industriales en parques urbanos, instaurar jardines verdes o jardines verticales, reasignar espacios viarios y de aparcamiento a entornos verdes y naturales, y aumentar los árboles en las calles creando corredores verdes y mini parques.

Espacios verdes y biodiversidad en la URV

En este escenario se enmarcan las acciones y retos del Área de Medio Ambiente de la Oficina de Compromiso Social, que desde 2017 trabaja para crear espacios verdes en la universidad que ayuden a mitigar el efecto isla del calor, al mismo tiempo que favorecen la biodiversidad urbana.

La más reciente ha sido la instalación de cajas de madera en los árboles del campus para que los carboneros puedan hacer allí sus nidos en el momento de reproducción. «La idea es facilitar que las aves vuelvan a nuestros jardines y nos acompañen en el día a día. Tiene un punto de romanticismo, pero muchos estudios refuerzan la idea que los campus verdes son psicológicamente más sanos para sus estudiantes», argumenta Antonio de la Torre, técnico de Medio Ambiente de la URV y redactor del Plan de Sostenibilidad Ambiental y Acción Climática que aprobó el Consejo de Gobierno, que ha organizado estas jornadas.

Estudiantes del grado en Educación durante el taller de instalación de las cajas nido en el campus Sescelades.

Los aves acostumbran a aprovechar los agujeros de los árboles para hacer sus nidos. Normalmente, lo hacen en los árboles más viejos de los bosques más maduros, explica Àlex Benítez, de la Asociación Aurora, un Centro Especial de Trabajo especializado en la recuperación de espacios naturales, que colabora en este taller. El problema es que con el cambio climático y el incremento del número de incendios, cada vez hay menos bosques maduros, y este escenario crea problemas para las aves, que no encuentran rincones para hacer sus vidas. «Las cajas nido son un refugio para los pájaros que no tienen sitios para reproducirse», afirma Benítez.

Una vez terminada la temporada de reproducción se revisará si estas cajas nido han funcionado y si las aves las han encontrado como un sitio donde anidar y volver a las ciudades.

Evolución de los espacios verdes a la Universidad

Los espacios verdes encuentran un precedente en el muro verde que se creó en 2012 en la fachada oeste de la Facultad de Economía y Empresa. Este muro, además de contribuir a la creación de zonas verdes, protege los espacios interiores de la radiación solar durante las tardes de los meses cálidos y permite el paso de la luz natural durante los meses más fríos.

Façana posterior de la Facultat d’Economia i Empresa de la URV.

En el año 2018 se creó un jardín de mariposas en el campus Sescelades, delante de la entrada principal del CRAI con una superficie de 150 m², diseñado para promover la presencia y reproducción de polinizadores en el campus. Se trata de una propuesta de renaturalización de un espacio urbano, que ahora ha sido recogida en el libro Biodiversidad urbana: de los problemas socioambientales a la práctica educativa, publicado por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Antonio de la Torre y la profesora del Departamento de Bioquímica y Biotecnología, Maite Novo, explicaron la experiencia de este espacio de la URV, con plantas autóctonas que atraen una veintena de mariposas mediterráneas, les facilitan la puesta de los huevos y favorecen el crecimiento de las orugas. El espacio es, además, el escenario anual de la Feria de las Ciencias, en el que estudiantes del grado en Educación Primaria preparan actividades experimentales para alumnos del ciclo inicial de primaria de tres escuelas.

Feria de las Ciencias, que organizan los estudiantes del grado en Educación en el Jardín de las Mariposas.

Más adelante se creó el jardín de la biodiversidad de Bellissens, construido entre 2019 y 2021 y con una superficie de 240 m², orientado a promover la presencia de polinizadores y recuperar la colonia de lagartija ibérica en regresión en el campus (Podarcis hispanicus). En este jardín se prevé que más adelante se luche por recuperar la población de erizos en el campus. En el campus de Reus también se han realizado actuaciones de plantación de árboles en el perímetro del campus, empleando especies resistentes con floración y fructificación de interés para aves y polinizadores.

Además, se han realizado también modificaciones del ajardinamiento del perímetro del edificio W0 de la Facultad de Ciencias de la Educación y Psicología (FCEP), sobre una superficie agrupada de 400 m² y orientadas a potenciar la presencia de polinizadores y lagartija ibérica.

Ajardinamiento cercano a la Facultat de Ciències de l’Educació i Psicologia.

Finalmente esta semana ha arrancado la campaña «Posa-hi verd», con la ubicación de plantas en los espacios de estudio del CRAI para hacerlos más acojedores y promover el verde en los interiores.

Posa-hi verd, campaña que empezó el 9 de marzo en el CRAI campus Catalunya.

Todas estas tareas se incluyen dentro del Plan de sostenibilidad ambiental y acción climática 2021-2030 que la Universidad ha puesto en marcha con la intención de hacer frente a los nuevos retos que se nos presentan como sociedad. Los dos objetivos principales de este plan son, por un lado, reducir un 60% las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en el año 2030 respecto al año 2005 y, por otro lado, que un 10% de las zonas verdes de los campus se destinen a promover la biodiversidad urbana.

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