Los profesores Jordi Ginebra y Montse Sendra de la URV argumentan que la demanda minoritaria para estudiar filología catalana no responde a la falta de oportunidades laborales real y piden que se aplique la normativa vigente del máster de profesorado que establece la realización de una prueba que acredite el dominio de competencias de los graduados de otras carreras

La revista Llengua Nacional dedica su último número –diciembre 2020– al análisis y al debate alrededor del futuro de los estudios de filología catalana. Trata en particular la cuestión de la demanda para cursar estos estudios y el problema del acceso al máster de profesorado de secundaria y en la profesión docente.

Participan tres miembros del Departamento de Filología Catalana de la URV: Jordi Ginebra, Miquel Àngel Pradilla y Montse Sendra. Además, dos de los otros colaboradores de este número estudiaron filología catalana en Tarragona: Josep Bargalló, actual consejero de Ensenyament de la Generalitat de Cataluña, y Alfonso Gregorio, profesor de la Universidad de Poznań (Polonia).

En sus artículos, los profesores de la URV piden un compromiso mayor por parte de los gobernantes catalanes para reforzar y extender el uso del catalán. “Si la sociedad catalana no valora suficiente su idioma, es difícil que haya interés en estudiar lengua y literatura catalanas”, denuncia Jordi Ginebra, del Departamento de Filología Catalana de la URV, que se pregunta en su escrito que han hecho los políticos durante los últimos cuarenta años para promocionar el catalán.

Los profesores de la URV argumentan que la demanda minoritaria para estudiar filología catalana no responde a la carencia de oportunidades laborales: “ahora mismo, hay mucha demanda de profesores de catalán, porque ahora se están jubilando todos los docentes del baby boom“, dice Monste Sendra, del Departamento de Filología Catalana de la URV.

Falta de acceso prioritario de los graduados en filología a la docencia de catalán

Los profesores de la URV que han participado en el número de la revista Llengua Nacional se refieren en sus artículos a una reivindicación de los departamentos de filología catalana de hace más de cinco años: el acceso prioritario de los graduados en filología catalana al máster de profesorado de secundaria en la especialidad de lengua.

Para acceder a las plazas limitadas del máster de profesorado, los filólogos compiten con graduados de otras carreras como Humanidades, Periodismo, Comunicación Audiovisual o Arte Dramático, y denuncian que, según un estudio llevado a cabo el 2018, hay planes de estudio en estas carreras que permiten ejercer de profesor de lengua y literatura catalanas sin haber cursado ningún crédito específico de estas materias.

“¿Se están impulsando los estudios de filología catalana si no son necesarios para ejercer como docente de lengua y literatura catalanas?”, se pregunta Jordi Ginesta, quien argumenta que acceden a la docencia de catalán a secundaria personas que no están bastante formadas en catalán. Monste Sendra añade que “personas de otras carreras encuentran una salida laboral en la docencia del catalán sin tener vocación, ni ningún tipo de interés ni vinculación afectiva con la lengua, y como consecuencia lógica se detecta cada vez más una creciente apatía y desvinculación por parte de los docentes”.

“La culpa no es de los personas que buscan ganarse la vida, sino del Departamento de Educación y el Departamento de Universidades de la Generalitat de Cataluña”, dice Monste Sendra, que explica que la normativa vigente prevé que los aspirantes de otros grados diferentes del de la especialidad del máster de profesorado tengan

que demostrar con una prueba que tienen los conocimientos necesarios para poder enseñar la materia. Pero, a pesar de que a los graduados en filología se les da una puntuación adicional, “esta normativa no se ha aplicado nunca”, dice la profesora de la URV.