Académicas y expertas reflexionan sobre la representación del rural en películas, el papel de la cultura o las claves de un periodismo de proximidad comprometido con el territorio

El proyecto de investigación Ruralim ha completado una serie de entrevistas sobre ruralidad, medios de comunicación y cine que es fruto del seminario “Imaginarios del rural: Cultura, cine, periodismo”. Académicas y expertas reflexionan sobre la representación del rural, películas como Alcarràs (Simó, 2022) y As bestas (Sorogoyen, 2022), el papel de la cultura o las claves de un periodismo de proximidad comprometido con el territorio.

Helena Miguélez-Carballeira, catedrática de Estudios Hispánicos de la Bangor University, reflexiona sobre la discapacidad en el cine rural y ofrece una reflexión sobre la significación de As bestas (Sorogoyen, 2022). La estudiosa indica que la película supone un cambio en la tradición española de la representación de la discapacidad en el cine rural. Miguélez aboga por el documental como un buen formato para dar voz a las comunidades rurales, ya que representa lo social y lo político.

En su análisis de la película Alcarràs (Simón, 2022), la profesora de los Estudios de Comunicación de la URV, Anna Fonoll, señala dos aspectos destacables en lo referente a la innovación del filme.  El primer aspecto es el modo de producción; en cuanto a tiempo fílmico, el ritmo y el tiempo real porque tienen un paralelismo con el trabajo agrícola. Y el segundo aspecto destacado son las estrategias de representación. Fonoll apunta que para la directora Carla Simón, mostrar una película lo más real posible fue necesario un casting en el que se buscó a personas que tuvieran un vínculo real con la tierra para representar a los personajes con la máxima verosimilitud y huyendo de la caricaturización.

“Podemos ruralizarnos allá donde estemos”

VANESSA FREIXA

Al igual que el resto de las ponentes, Vanessa Freixa, activista rural y autora del libro Ruralismes, también hace referencia a la necesidad de divulgar la ruralidad vinculada a los problemas reales, a las necesidades e intereses de las comunidades locales. “Podemos ruralizarnos allá donde estemos”, señala Freixa, quien además, enfatiza en la necesidad de generar otro punto de consciencia de cómo actuamos, nos relacionamos y las consecuencias directas que esto tiene en nuestro medio con la finalidad de hacernos conscientes de nuestra supervivencia. La co-directora del documental El no a l’ós (Camps y Freixa, 2021) también indicó la importancia de la educación y actualmente trabaja en un libro infantil para que los niños “puedan imaginar estos imaginarios que existen para verlos como una posibilidad”.

Benito Burgos, coordinador del programa Ciudadanía y ruralidad del Ministerio de Cultura y Deporte, reflexionó sobre la producción cultural. Para Burgos, “el arte en los contextos rurales ha de ubicarse en primer lugar en torno a las problemáticas específicas que afectan a un territorio, a esa comunidad, a ese ámbito rural. Y a partir de ahí generar prácticas, procesos, imaginarios y representaciones específicas”. Para Burgos los medios de comunicación de masas e industria cultural reproduce un imaginario más estereotipado y generalmente muy alejado de la realidad. Contrapone esa narrativa al mensaje que comunican las prácticas artísticas más minoritarias y vinculadas al territorio.

Hoy en día estamos ante un medio rural urbanizado, según explica Sergio Andrés, profesor de la Universidad de la Rioja. Andrés ofrece una reflexión sobre qué consideramos ruralidad y explica que si lo consideramos un modo de vida, este ya ha desaparecido. Los imaginarios de idealización han generado disonancias en relación con las realidades del mundo rural, según el experto. El autor del libro La España en la que nunca pasa nada (2021) señala la existencia de una doble vía de divulgación de la ruralidad, una más tradicional y otra más idílica, e insta a evitar la dicotomía entre lo rural y lo urbano. Esta doble vía refleja que la realidad cercana a lo que es la ruralidad tradicional clásica, marcada por la actividad económica productiva del sector primario, ha quedado relegada a la divulgación de una idealización del medio rural donde conviven diferentes personajes y con diferentes maneras de vivir.

En su entrevista, la experta en comunicación de la agricultura regenerativa Ada Navarro explica que los nuevos imaginarios agrícolas explican un modelo holístico que engloba la mirada del suelo juntamente con la parte ecosistémica. Navarro señala la existencia cada vez mayor de públicos que conforman la complejidad del mapa de actores y cómo se pasa de un modelo pasivo a uno muy activo en el que todos los actos comunican e influyen en nuestro entorno. Navarro comentó sobre diversos documentales y nuevos formatos como el podcasting: “Es un medio diferente que llega de otra forma al oyente. Es una forma más agradable y simpática para transmitir nuevas ideas y proyectos”.

«La fórmula es muy simple, es contar lo rural desde lo rural»

ANNABEL RODA

En la conversación con Annabel Roda, jefa de redacción de la revista Salvaje, la gente de pueblo no ha tenido la misma capacidad de definirse a sí misma porque se ha mostrado una identidad a partir del imaginario creado desde la ciudad. “La fórmula es muy simple, es contar lo rural desde lo rural”, indicó Annabel Roda. La periodista lanzó un alegato específico de apoyo y reivindicación de las mujeres mayores que viven en los pueblos y se mostró esperanzada en la existencia de nuevos imaginarios e iniciativas de comunicación en entornos rurales: “Hay un auge y un interés por conocer esas diferentes realidades que existen más allá de la ciudad”.

Todos los participantes remarcaron la necesidad de explicar lo rural en primera persona o por alguien con un fuerte vínculo con el medio rural. Esta necesidad viene generada a partir de una vocación de cambio en el imaginario colectivo, y de permitir que sean las mismas personas vinculadas con el medio rural las que tengan la oportunidad de definir su propia identidad.