19/06/2020

Seis acciones de las escuelas para prevenir el abuso infantil durante el cierre

Investigadores de varias universidades proponen seis medidas basadas en la evidencia científica para que los centros escolares promuevan las relaciones de apoyo y ambientes seguros para prevenir el abuso infantil durante un período excepcional como el cierre de las escuelas por la pandemia

Hoy termina el curso escolar 2019-20, probablemente el más complejo que han tenido que afrontar las escuelas las últimas décadas debido al cierre por la pandemia por COVID-19. Esta crisis ha sorprendido a la comunidad educativa, que, entre otras cuestiones, no pudo prever una respuesta al incremento del abuso infantil. Se calcula que 275 millones de niños en todo el mundo sufren violencia física, sexual o emocional, y el confinamiento les ha obligado a muchos de ellos a convivir con sus agresores. De hecho, de acuerdo con los datos del Ministerio de Igualdad del Gobierno, sólo la primera quincena de abril de este año el teléfono 061 recibió un 48% más de llamadas de víctimas violencia de género y sus hijos, así como se produjeron un 650% más de consultas online en los diferentes servicios existentes.

Por eso un grupo de investigadores del ámbito de la Educación de la Universitat de València, la Universitat de Girona, la Universitat Rovira i Virgili y la Universitat Ramon Llull han llevado a cabo un estudio durante seis semanas de cierre de los centros con la colaboración de diez maestros y profesores de nueve escuelas e institutos, que han adaptado a la distancia diversas acciones que ya llevaban a cabo los centros para promover relaciones de apoyo con los alumnos y crear un ambiente seguro que ayudara a prevenir el abuso infantil. La finalidad del estudio era evidenciar si las acciones implementadas también contribuían a los objetivos de identificación, prevención y protección de la violencia durante el tiempo que los alumnos no pudieron ir a la escuela.

Más concretamente, los nueve centros participantes de las comunidades de Valencia y de Murcia continuaron implementado, durante el confinamiento y a distancia, 6 medidas diferentes que involucraban 2.648 estudiantes. Son acciones basadas en evidencias, algunas de las cuales están vinculadas con las materias instrumentales, como lengua, matemáticas o ciencia. El estudio ha permitido comprobar, a través de entrevistas y grupos de discusión con el profesorado participante, la utilidad de implementar estas acciones durante períodos de crisis como el actual porque han contribuido a crear un ambiente en el que las interacciones entre la comunidad educativa son valoradas y se basan en valores como la amistad, el amor, el cuidado y la solidaridad. Además, se crea un sentido de comunidad que contribuye a proteger y prevenir el abuso infantil. Ahora bien, una de las limitaciones ha sido la propia tecnología, ya que no todos los estudiantes disponen de acceso regular a Internet desde casa.

Sin embargo, los resultados conducen a los investigadores a pedir políticas públicas que permitan implementar estas medidas en los centros porque «son intervenciones extrapolables a todas las escuelas», explica Regina Gairal, investigadora del Departamento de Pedagogía de la URV y miembro del grupo de investigación MEDIS. Es por ello que dan a conocer los resultados a los investigadores, activistas sociales, políticos y organizaciones internacionales que defienden los derechos de la infancia porque «el conocimiento que hemos generado puede ser útil hoy y en crisis futuras, porque la escuela puede ser un agente activo en la prevención».

Las seis acciones basadas en evidencias

La primera, Espacios Dialóicos, es un espacio de trabajo conjunto en grupos pequeños de estudiantes que se conectan por videoconferencia para trabajar en casa junto a un adulto, un profesor o un voluntario, en el que el adulto anima a los alumnos a resolver tareas conjuntamente y de manera respetuosa. La investigación ha comprobado que este espacio se convierte en un momento en el que los alumnos pueden compartir sus preocupaciones y experiencias diarias, y, como ocurrió en una de las escuelas, los propios compañeros denuncian comportamientos inadecuados de los alumnos que no se relacionan con respeto.

Centro de Educación Especial Virgen de la Esperanza de Cheste mientras hacían una Tertulia Literaria Dialógica de infantil y primaria.

Otra herramienta, Tertulias Dialógicas, es una actividad a través de la cual los estudiantes presentan su interpretación de creaciones literarias, científicas o musicales, por ejemplo. Esto permite conectar ideas de las obras con situaciones actuales o que viven los niños y niñas a la vez que pueden expresar los sentimientos que les producen las situaciones que están viviendo.

Las Asambleas de clase son un espacio conducido por el profesor con el grupo clase en el que tratan temas relacionados con la cohesión social, la prevención del abuso y la violencia y se promueve el diálogo entre los estudiantes. En este caso, algunos maestros participantes en el estudio detectaron un incremento de los mensajes ofensivos online durante el confinamiento, y la asamblea les resultó útil para tratarlo.

La cuarta medida es lo que se denomina Tertulias pedagógicas dialógicas con maestros, en las que los maestros, de forma conjunta, leen libros y artículos científicos sobre teorías del aprendizaje para debatirlos e integrarlos en el día a día de los centros. De este modo pueden adquirir conocimientos y trasladarlos en clase de acuerdo con las contribuciones científicas más relevantes.

Las Comisiones mixtas también involucran las familias, que colaboran con el profesorado en la promoción de acciones para la prevención de la violencia y el abuso infantil, tanto antes como durante el confinamiento. De hecho, durante el confinamiento, han sido útiles porque las familias participantes han sido las encargadas de ayudar al centro a contactar con las familias que podían tener problemas y ayudarlas con las diferentes actividades de la escuela o el instituto.

Por último, la dinamización de las redes sociales con mensajes de prevención también han contribuido a crear un clima durante el confinamiento que posiciona en contra de la violencia y, además, aporta un sentido de comunidad a los niños, maestros y familias.

Referencia bibliográfica: Esther Roca, Patricia Melgar, Regina Gairal-Casadó and Miguel A. Pulido-Rodríguez. Schools That ‘Open Doors’ to Prevent Child Abuse in Confinement by COVID-19. Sustainability 2020, 12(11), 4685; https://doi.org/10.3390/su12114685.

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