09/05/2023

Un estudio identifica los genes que correlacionan el TDAH con una esperanza de vida menor

El equipo investigador, con la participación de la URV, destaca que un diagnóstico temprano es clave para disminuir los riesgos asociados a este trastorno psiquiátrico

ArtPhoto_studio (Freepik)

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) aparece durante la infancia y a menudo se mantiene durante la edad adulta, con un gran impacto en la vida de las personas afectadas. Estudios epidemiológicos previos han mostrado que se relaciona con una menor esperanza de vida y con una mortalidad hasta cinco veces más elevada que la de las personas sin TDAH. Un estudio liderado por el Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV)-CERCA, el Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR), el Hospital Universitari Institut Pere Mata, el CIBERSAM y la Universitat Rovira i Virgili (URV) ha permitido identificar por primera vez la base genética de esta correlación. En concreto, se han podido identificar 19 regiones genéticas asociadas al mismo tiempo a este trastorno y a una menor esperanza de vida. 

Entre los genes identificados destaca TNKS, el cual tiene un papel esencial en el mantenimiento de los telómeros (las regiones de los cromosomas implicadas con la longevidad) y que está implicado con otros rasgos psiquiátricos y trastornos metabólicos que aparecen a menudo en pacientes con TDAH. Los autores también han identificado los genes AKAP6 y SEMA6D, previamente relacionados con otros trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia, o los genes SYPL2 y HMG20A, los cuales tienen un papel relevante en el control de diferentes funciones cerebrales. 

“Un descubrimiento interesante es que todas las variantes genéticas que incrementan el riesgo de TDAH reducen, al mismo tiempo, la duración de la vida», explica Gerard Muntané, investigador de la URV, el IISPV y el Hospital Universitari Institut Pere Mata que ha participado en este estudio. “Por primera vez, este estudio identifica, a la misma vez, genes asociados con el TDAH y con una menor esperanza de vida, lo cual puede contribuir a explicar las observaciones epidemiológicas previas”, afirma María Soler Artigas, investigadora del grupo de Psiquiatría, Salud Mental y Adicciones del VHIR y del CIBERSAM. 

Un índice de mortalidad hasta cinco veces más elevado

Los investigadores han combinado resultados de dos estudios de asociación de genoma completo (GWAS, por las siglas en inglés: genome-wide association study) para encontrar variantes genéticas, es decir, cambios en el genoma relacionadas con el TDAH y con la esperanza de vida. Se analizaron datos genéticos de 19.099 pacientes con TDAH y de 34.194 personas sanas. Para analizar la esperanza de vida utilizaron datos de en torno un millón de personas. “Nuestra investigación proporciona nuevas evidencias que los genes implicados en el TDAH también pueden estar relacionados con otros procesos biológicos que influyen en la salud y en la duración de vida”, añade Gerard Muntané. 

A la hora de explicar los motivos de este incremento en la mortalidad, los autores destacan que también hay que tener en cuenta los comportamientos de riesgo que a menudo presentan las personas con TDAH. En este sentido, Josep Antoni Ramos Quiroga, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Vall d’Hebrón y del grupo de Psiquiatría Salud Mental y Adicciones del VHIR e investigador del CIBERSAM, afirma que “el TDAH puede hacer que los pacientes sean más propensos a tener conductas desafiantes o de riesgo que los lleven a tener más accidentes”. 

Por otro lado, también hay que tener en cuenta que estas personas tienen más tendencia a tener hábitos perjudiciales, como por ejemplo fumar o tener una dieta poco saludable. Estas costumbres se relacionan con la aparición de otras enfermedades, como por ejemplo la diabetes o patologías cardiovasculares, las cuales también pueden contribuir a disminuir la esperanza de vida. 

Los autores de este estudio destacan que el riesgo de muerte prematura también depende de la edad de diagnóstico del TDAH. Así, los individuos diagnosticados en la edad adulta tienen un mayor riesgo de mortalidad en comparación con las personas diagnosticadas durante la infancia o la adolescencia. “Es clave un diagnóstico temprano que nos ayude a hacer un seguimiento y acompañamiento de los pacientes desde el principio para evitar su entrada a una trayectoria negativa que podría acabar con una mayor mortalidad”, explica Marta Ribasés, investigadora del grupo de Psiquiatría, Salud Mental y Adicciones del VHIR y del CIBERSAM.  

Este trabajo de investigación ha sido publicado en la revista Neuropsychopharmacology. Han colaborado las instituciones mencionadas previamente junto con la Universidad de California. 

Referencia bibliográfica: Vilar-Ribó, L., Cabana-Domínguez, J., Martorell, L. et al. Shared genetic architecture between attention-deficit/hyperactivity disorder and lifespan. Neuropsychopharmacol. (2023). https://doi.org/10.1038/s41386-023-01555-x 

 

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