15/03/2019

Un estudio reconstruye la historia genómica de la Península Ibérica

Los investigadores Marina Lozano y Josep Maria Vergès, miembros del IPHES y profesores de la URV, han contribuido en esta investigación internacional

La investigadora Marina Lozano analizando restos dentales de la Cova de la Guineu - X. P. Rodríguez/IPHES

Un estudio internacional, coliderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto de Biología Evolutiva (IBE) y la Universidad de Harvard (Estados Unidos), ha elaborado un mapa genético de la Península Ibérica que abarca los últimos 8.000 años.

El estudio, publicado en la revista Science, ha analizado los genomas de 271 habitantes de la Península de diferentes épocas históricas y los ha contrastado con los datos recogidos en estudios previos de otros 1.107 individuos antiguos y de 2.862 modernos. Los resultados muestran una imagen inédita de la transformación de la población ibérica a lo largo de las diferentes etapas históricas y prehistóricas. Marina Lozano y Josep Maria Vergès, investigadores del IPHES (Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social) y profesores de la URV (Universitat Rovira i Virgili) han participado con la recuperación de restos humanos en diferentes yacimientos realizando el contexto crono-cultural, así como el posterior análisis anatómico de algunos de los dientes utilizados para extraer muestras de ADN.

Concretamente, Josep Maria Vergès y Marina Lozano han aportado sus conocimientos arqueológicos y antropológicos con respecto a diversos yacimientos que incluye el estudio y que han sido excavados por el IPHES. Es el caso de siete dientes humanos hallados en la Cova dels Galls Carboners, un yacimiento calcolítico y de la Edad del Bronce ubicado en Mont-ral (Tarragona), y que pertenecen a siete individuos, de hace entre 3.500 y 4.300 años. De Mas Gassol, yacimiento de época romana (siglos III y V d.C), emplazado en Alcover (Tarragona), se han aportado 4 dientes de 4 individuos diferentes.

Además, Marina Lozano se ha encargado de identificar 13 dientes pertenecientes a 13 individuos distintos procedentes de la Cova de la Guineu (Barcelona), yacimiento del Neolítico final (hace entre 2.800 y 4.500), en este caso excavados por un equipo del Seminari d’Estudis i Recerques Prehistòriques (SERP) de la Universitat de Barcelona.

Estructura de la población de la Iberia Mesolítica

Este estudio, junto con otro publicado el mismo día en Current Biology, identifica por primera vez la presencia de una estructura genética espacial y temporal entre los cazadores recolectores de la península Ibérica durante el Mesolítico (hace aproximadamente 8.000 años). En el noroeste, los cazadores mesolíticos que vivieron pocos siglos antes de la llegada de los primeros agricultores muestran una afinidad genética con los cazadores recolectores centroeuropeos. Esa ancestralidad no estaba presente en los anteriores cazadores recolectores de esa misma región ni en los cazadores recolectores contemporáneos del sureste de Iberia a finales del Mesolítico.

Reemplazo de población masculina en la Edad del Bronce

En el artículo se constata el reemplazo de la población masculina que se produjo en la Edad del Bronce. La llegada de grupos descendientes de pastores de las estepas de Europa del Este hace entre 4.000 y 4.500 años supuso la sustitución de aproximadamente el 40% de la población local y de casi el 100% de los hombres.

El investigador Josep Maria Vergès accediendo a la Cova dels Galls Carboners, uno de los yacimientos incluidos en el estudio – IPHES

Si bien este fue claramente un proceso dramático, los datos genéticos por sí solos no nos pueden decir qué lo impulsó y sería un error afirmar que la población local fue desplazada, puesto que no hay evidencia de violencia generalizada en ese periodo. Por este motivo son necesarias las aportaciones de otros campos, como la arqueología y la antropología, y con todo ello intentar comprender mejor qué impulsó este patrón genético.

Genética vasca

Una de las principales conclusiones del estudio es que la genética de los vascos actuales apenas ha cambiado desde la Edad del Hierro (hace unos 3.000 años). Al contrario de lo que apuntan algunas teorías que situaban a los vascos como los descendientes de cazadores mesolíticos o de los primeros agricultores que vivieron en la península Ibérica, los resultados de este trabajo muestran que la influencia genética de las estepas también llegó al País Vasco. Por el contrario, apenas presentan influencias de migraciones posteriores como los romanos, los griegos o los musulmanes, de las que quedaron aislados.

Contactos africanos

Por otro lado, se observa que la distribución de la corriente genética desde África hacia la Península es mucho más antigua de lo documentado hasta el momento. El estudio confirma la presencia en el centro de la península Ibérica, en el yacimiento de Camino de las Yeseras (Madrid), de un individuo procedente del norte de África que vivió hace unos 4.000 años, así como de un nieto de emigrante africano en un yacimiento gaditano de la misma época. Ambos individuos portaban considerables proporciones de ancestralidad subsahariana. Sin embargo, se trata de contactos esporádicos que dejaron poca huella genética en las poblaciones ibéricas de la Edad del Cobre y del Bronce.

Además, los resultados indican que hubo flujo génico norteafricano en el sureste de la Península en época púnica y romana, mucho antes de la llegada de los musulmanes a la Península en el siglo VIII.

Romanos, griegos, fenicios, visigodos y musulmanes

El análisis del mapa genético muestra profundas modificaciones de población en la península Ibérica en períodos históricos más recientes. Así se ha documentado, por ejemplo, que para cuando comenzó la Edad Media al menos un cuarto de la ancestralidad ibérica había sido reemplazada por nuevos flujos de población provenientes del Mediterráneo oriental (romanos, griegos y fenicios), lo que revela que las migraciones durante este periodo seguían teniendo una gran fuerza en la formación de la población mediterránea.

La investigación ha sido financiada por la Caixa, FEDER-MINECO (BFU2015-64699-1118P), el National Institutes of Health (grant GM100233), la Paul G. Allen Family Foundation y el Howard Hughes Medical Institute, entre otros.

Referencia bibliográfica: Iñigo Olalde et al. «The genomic history of the Iberian Peninsula over the past 8000 years». Science. 15 Mar 2019: Vol. 363, Issue 6432, pp. 1230-1234. DOI: 10.1126 / science.aav1444

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