¿Puede la inteligencia artificial generar nuevas oportunidades de investigación? Este es el reto que se ha planteado la investigadora del Departamento de Química Física e Inorgánica de la URV Silvia Planella en el marco de su proyecto NICOLET (New Ideas. Collaboration Opportunities. Learning & Exploring Together), una iniciativa que tiene como objetivo aprovechar las potencialidades de la IA para crear una plataforma colaborativa en línea que permita explorar nuevas ideas de investigación, identificar colaboradores, buscar financiamiento, crear propuestas o impulsar proyectos.

Mediante una herramienta de generación de ideas basada en la inteligencia artificial, NICOLET busca descentralizar la ciencia y fomentar ecosistemas científicos más abiertos que acerquen a la comunidad investigadora. «Esta aproximación permitiría acercar investigadores de diferentes ámbitos que pueden aportar soluciones a necesidades específicas», explica Planella, ya que con las redes de información actuales, «es muy complicado identificar estas posibles colaboraciones y a menudo se limitan a las estructuras de investigación ya definidas y a las relaciones que se van construyendo a partir de la actividad», justifica la investigadora, que cuenta con la supervisión por parte del investigador del Departamento de Química Física e Inorgánica de la URV, Vladimir Baulin.

Para demostrar las capacidades de esta tecnología como herramienta de generación de ideas, se ha creado un chatbot a medida, alimentado por la tecnología GPT, que aprovecha la inteligencia artificial para facilitar el pensamiento creativo y fomentar la innovación. Esta herramienta fue presentada en mayo en Italia durante la conferencia anual de SoftComp, una red europea de colaboración en la investigación de materiales blandos. «Las primeras impresiones fueron positivas», explica Planella, pero uno de los retos identificados es «cómo superar las suspicacias que genera la inteligencia artificial y explorar la idoneidad de esta herramienta, que aún genera resistencia por parte de la comunidad investigadora», ya que apunta que habían detectado «miedos a que el sistema tergiverse información y aporte datos falsos, que se apropie indebidamente de la autoría de las investigaciones o que avance y comparta resultados sin un control adecuado».

Ahora quieren dar a conocer este chatbot al resto de la comunidad investigadora para medir el efecto y la percepción de la generación de ideas mediante la IA, independientemente del área de investigación. Para ello, han creado una encuesta para conocer la predisposición de los científicos. La idea es que los investigadores puedan interactuar con el chatbot, valorar su potencialidad y evaluar si ha habido un cambio de percepción después de seguir las recomendaciones al probar la herramienta.

Con los resultados de la encuesta podrán avanzar hacia la segunda fase del proyecto NICOLET, ya orientada a facilitar colaboraciones. Para hacerlo, se quiere definir cuáles son los parámetros clave que permitan relacionar investigadores, proyectos y publicaciones con nuevas oportunidades de investigación, y que sea la IA la que ayude a crear sinergias e identificar nuevas vías de colaboración. Planella confía en que a través de esta herramienta «se puedan explorar nuevas ideas, evolucionar conceptos y explorar nuevos territorios de pensamiento que ayuden a superar limitaciones individuales y favorecer la creación de descubrimientos y soluciones», concluye.