27/03/2023

Una jornada en la URV evidencia la mejora de la situación de la comunidad gitana en el mundo universitario

“La Universidad también es gitana”, organizada por CampusRom Red Gitana Universitaria, pone en valor a los estudiantes que son referentes de éxito para un colectivo que va rompiendo barreras a pesar de la existencia, todavía, de prejuicios y obstáculos

Un moment de la jornada "La Universitat també es gitana", a l'Aula Magna del Campus Catalunya de la URV
Un momento de la jornada "La Universidad también es gitana", en el Aula Magna del Campus Catalunya de la URV

La comunidad gitana va ganando presencia en el ámbito universitario y las barreras que históricamente les han dificultado el acceso a la educación superior se van rompiendo. La Universitat Rovira i Virgili ha acogido este lunes la jornada “La Universidad también es gitana”, organizada por CampusRom Red Gitana Universitaria, enmarcada en el Día Internacional del Pueblo Gitano, el 8 de abril, y que ha llenado el Aula Magna del campus Catalunya.

La jornada ha evidenciado la mejora de la situación de la comunidad gitana en la educación superior, reflejada en un dato: entre el 2012 y el 2016 solo ocho personas de esta comunidad accedieron a los estudios universitarios en todo el estado, mientras que en los últimos años han sido más de cincuenta las que han entrado a través del apoyo de CampusRom, asociación creada para ayudar a los miembros de la comunidad gitana a acceder a la universidad y a desarrollarse una vez dentro. Este dato, pero, solo cuenta las personas que han pasado por los programas de CampusRom y se calcula que, a pesar de que no hay datos, el número de gitanos en el mundo universitario es más grande y ha ido creciendo exponencialmente los últimos años. “Estamos muy contentos por el trabajo hecho, a pesar de que todavía queda mucho. Pero vamos por el buen camino”, ha afirmado Manuel García Algar, copresidente de CampusRom y uno de los primeros estudiantes de la comunidad gitana a estudiar en la URV, donde se doctoró en nanotecnología.

La jornada ha evidenciado la importancia de contar con referentes, y de hecho el acto central ha sido la mesa redonda que ha juntado jóvenes estudiantes que pertenecen a la comunidad gitana y que están avanzando en sus estudios, a diferentes niveles. Luis García, graduado en bioquímica y biología molecular por la URV y que cursa el Máster de Educación Secundaria, ha hecho énfasis en que si hay voluntad y esfuerzo todo el mundo puede salir bien en el ámbito académico, mientras que David Batista, graduado en filología inglesa, también por la URV, ha recordado los estereotipos que todavía los rodean, sobre todo la gente que no se cree que sea gitano porque ha ido a la universidad o el paternalismo de los que los relacionan con becas. “No queremos discriminaciones positivas, podemos ser estudiantes como los demás”, ha afirmado.

La taula rodona amb estudiants i graduats que són referents per a la comunitat gitana
La mesa rodona con estudiantes y graduados que son referentes para la comunidad gitana

Raquel Heredia, estudiante del grado de Educación Social, ha recordado la triple discriminación en la que se encuentran las mujeres por su género, por ser gitanas y por estar carecidas de estudios. Y que, además, a menudo han tenido que aguantar a lo largo de su escolarización comentarios, incluso por parte de profesores, llenos de estereotipos que las acaban desanimando de continuar estudiando. La mesa redonda también ha contado con los testimonios de estudiantes de bachillerato y ciclos formativos de grado medio y superior motivadas para avanzar en su trayectoria académica.

En este sentido, las barreras que dificultan la progresión de los y las alumnas de etnia gitana, como por ejemplo la segregación que todavía existe en muchas escuelas, se van rompiendo gracias, por ejemplo, a los centros educativos que incluyen las comunidades de aprendizaje, un proyecto para educar ante la diversidad. Es el caso del Institut Escola Mediterrani de Campclar, ejemplo de éxito presentado durante la jornada. Gracias a este proyecto, en muchos casos se ha pasado del 50% de abandono escolar entre la comunidad gitana a acercar este porcentaje al cero. Así, a medida que más personas gitanas tengan posibilidad de acceder a los estudios universitarios, más referentes tendrán y más crecerá el número de estudiantes y graduados.

La jornada ha contado también con las intervenciones del rector de la Universitat Rovira i Virgili, Josep Pallarès; la vicepresidenta segunda del Consejo Estatal del Pueblo Gitano, Carmen Santiago; la copresidenta de CampusRom, Dolores Santiago, y la directora de la Cátedra sobre Cultura Gitana de la Universidad de Alicante. La clausura ha ido a cargo del alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, y de la directora de la Oficina de Igualdad y Trato No Discriminatorio, Manuela Fernández Ruiz, primera gitana en ocupar un cargo en la Generalitat, que ha avisado que todavía se vulnera el derecho a la educación de este colectivo, a pesar de que ha apuntado que cada vez hay más políticas para solucionarlo y revertir la discriminación de tantos años. La frase que resume el acto, no obstante, lo ha pronunciado Manuel García Algar: “Queremos ser médicos, doctores, profesores, educadores sociales…, y queremos continuar siendo gitanos.”

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