21/07/2022

Estudiantes de la URV contribuyen a validar nuevos métodos de investigación policial

Han determinado cómo detectar pólvoras de munición, los reactivos más efectivos para detectar restos de sangre latente y nuevos reactivos para detectar las huellas más escondidas en las escenas de un crimen a partir de las necesidades del cuerpo de Mossos d'Esquadra

Mar Pomerol, estudiante del Máster en Genética, Física y Química Forense, en el laboratorio.

Anna Martí, Xavier Garrigós y Mar Pomerol son tres de los seis estudiantes de la Universitat Rovira i Virgili que este curso han contribuido a validar nuevos métodos para resolver investigaciones policiales. Lo han hecho a través del trabajo final del Máster en Génetica, Física y Química Forense, que les ha permitido trabajar en los laboratorios de la División de Policía Científica y aportar sus conocimientos.

Anna Martí validó el nuevo método colorimétrico que utiliza la Unidad Central de Balística y Trazas Instrumentales de los Mossos d’Esquadra (la policía de la Generalitat de Catalunya) para determinar la distancia a la que se ha producido un disparo de arma. Su trabajo contribuyó a estandarizar el método que podría ser utilizado incluso por personas sin experiencia en balística porque se basa en la comparación visual.

Anna Martí, estudiante del Máster en Genética, Física y Química Forense, preparando patrones de análisis de distancia de un disparo.

La búsqueda de Martí consistió en preparar distintos patrones de análisis de distancia de un disparo, desde los 5 a los 100 centímetros, y que fueran comparables con un patrón real. Lo hizo utilizando métodos colorimétricos: “Se dispara en una prenda blanca y se transfiere, con una prensa mecánica, al papel absorbente, donde se aplica el reactivo químico rodizonato de sodio que reacciona con los restos de munición y forma un compuesto de color”, explica Anna Martí. Este patrón resultante, que obtuvo para cada una de las distancias entre 5 y 100 centímetros, ya es comparable visualmente con lo que denominan «muestra problema», es decir, con los restos de munición que hayan quedado en el lugar donde se ha disparado en un caso real.

Para la estudiante del Máster en Genética, Física y Química Forense, la experiencia realizando el trabajo de fin de máster entre los laboratorios de la Universidad y los de la División de Policía Científica en Sabadell “ha sido una de las mejores cosas que me han ocurrido”. De hecho, relata que siempre le ha gustado la investigación, la novela negra y también la investigación sobre el ADN. Tanto es así que su objetivo es llegar a trabajar en el laboratorio de genética del cuerpo de Mossos d´Esquadra. Por el momento, ya tiene una parte del camino hecha, después de haber superado las pruebas físicas y de conocimientos para entrar en el cuerpo policial.

Como ella, Xavier Garrigós está también en el proceso de selección para acceder al cuerpo de Mossos d’Esquadra, donde le gustaría integrarse en la División de Policía Científica. En su Trabajo de Fin de Máster realizó una comparativa de tres reactivos basados en el luminol, la molécula en la que se basan algunos reactivos para detectar restos de sangre latente en la escena de un crimen. El objetivo era doble: por un lado, comprobar cuál era más efectivo en intensidad y duración de la quimiluminiscencia, y, por otro, evaluar la calidad y la cantidad de ADN que se puede extraer de las muestras rociadas con el reactivo de detección de sangre, determinando cómo afectaba el tiempo que se tardaba en analizar una muestra y si era suficiente para elaborar un perfil genético.

Anna Martí, Xavier Garrigós y Mar Pomerol con los mandos de la Unidad Central de Balistica y Trazas Instrumentales, el Área Central de Criminalística, la División de Policía Científica, el Área Central de Identificación y la Unidad Central de Inspecciones Oculares.

“Los Mossos propusieron el tema y yo hice el diseño experimental y la ejecución, con todas las complicaciones que te encuentras en el mundo real y que deben solventarse”, explica Garrigós. Uno de los reactivos es el comercial que se utiliza actualmente y el otro es uno desarrollado por los propios Mossos. Garrigós concluyó que el nuevo reactivo es mejor en intensidad y duración de la quimiluminiscencia, pero no extrajo resultados concluyentes estadísticamente para poder determinar cuál es preferible en cuanto a la calidad del ADN, por lo que es necesario continuar investigando.

Mar Pomerol contribuyó al descubrimiento de dos reactivos no utilizados hasta ahora para detectar las huellas más escondidas. Durante su colaboración con la Unidad Central de Inspecciones Oculares, de la División de la Policía Científica, Pomerol validó y comparó protocolos para la detección de lofogramas en superficies y parte de su trabajo se ha traducido en el desarrollo de nuevos reactivos para revelar huellas dactilares en superficies en las que los reactivos tradicionales tenían dificultades.

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