Un estudio liderado por la URV ha demostrado que el aceite de oliva virgen enriquecido con sus polifenoles y con los de tomillo protege el ADN de una oxidación. Estos dos tipos de polifenoles añadidos al aceite, que también podrían incorporarse en cualquier otro producto, disminuyen el riesgo de rotura del ADN, lo que, entre otras consecuencias, afecta al metabolismo, a la reproducción de células y podría desarrollar patologías como cáncer