13/12/2022

Identifican una estrategia terapéutica efectiva contra un subtipo de melanoma que actualmente no tiene tratamiento

El investigador de la URV-IISPV Òscar Yanes ha participado en esta investigación, con la que se consigue mejorar la respuesta de las células de este tipo de cáncer a un tratamiento que ya existe para otras indicaciones

El melanoma es una enfermedad compleja y heterogénea en la que la respuesta a tratamientos es limitada, especialmente en algunos subtipos de tumores. Un trabajo liderado por el grupo de Investigación Biomédica en Melanoma del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR), en el que también ha participado la URV, ha identificado una estrategia que mejora la respuesta de las células de un tipo de melanoma a un tratamiento ya existente. El estudio, publicado en Nature Communications, se ha llevado a cabo en colaboración con el Servicio de Dermatología del Hospital Universitari Vall d’Hebron, el grupo de Cáncer de Mama y Melanoma del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y el Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV).

Uno de los subtipos más comunes de melanoma es causado por mutaciones en NRAS, una proteína relacionada con la malignidad de las células que se halla alterado en un 25% de los casos. Su tratamiento está actualmente limitado debido a la dificultad que comporta el desarrollo de terapias dirigidas contra NRAS. “En este trabajo contribuimos a entender el papel de NRAS en el melanoma, lo que es esencial para encontrar estrategias terapéuticas contra este subtipo de tumor”, explica Juan Ángel Recio, jefe del grupo de Investigación Biomédica en Melanoma del VHIR.

En el estudio, los investigadores examinaron las características del metabolismo de las células del melanoma. Los tumores requieren un consumo elevado de glucosa para obtener energía, pero sobre todo para fabricar componentes como proteínas o ácidos nucleicos y generar una nueva célula. En el caso de los melanomas mutados en NRAS, y mediante técnicas metabolómicas, el investigador del Departamento de Ingeniería Electrónica, Eléctrica y Automática de la URV, Òscar Yanes, que también forma parte del IIPSV y del CIBERDEM, ayudó a demostrar que éstos son especialmente dependientes de la glucosa en comparación con otros subtipos, ya que tienen dificultad en el uso de otras fuentes de energía alternativas para suplir la ausencia de glucosa.

El investigador de la URV-IISPV Òscar Yanes ha participado en el estudio.

Los resultados del trabajo muestran que, cuando se elimina la glucosa del entorno, las células de este subtipo de melanoma activan vías de señalización de supervivencia distintas de las que están activadas en condiciones normales. Una de las proteínas que se activan en esta situación es BRAF, que permite el normal funcionamiento de las células a pesar de las condiciones adversas. Se comprobó además que, en estas condiciones, el fármaco sorafenib, que ya se utiliza desde hace años para otras indicaciones, es capaz de inhibir este mecanismo y, por tanto, impide la supervivencia de la célula . “Mediante la eliminación de la glucosa, conseguimos que las células de melanoma se vuelvan sensibles al tratamiento con sorafenib y que mueran de forma muy rápida”, afirman Juan Ángel Recio y Kimberley McGrail, investigadores del grupo de Investigación Biomédica en Melanoma. «De esta forma podemos utilizar fármacos ya existentes, lo que facilita y acelera el proceso hasta la clínica, ya que, en el caso de sorafenib, éste ya está aprobado para su uso en humanos», añade el investigador.

Por último, la investigación analizó también el efecto de esta estrategia en modelos animales en los que se implantaron células tumorales procedentes de pacientes. En este caso, para simular la falta de glucosa en las células tumorales, se utilizó un compuesto capaz de imitar a la glucosa, pero que no se puede metabolizar por igual y bloquea su uso. Dado que las células tumorales necesitan más energía que las células sanas, tienen más tendencia a captar glucosa y, por tanto, también atrapan más este compuesto que simula la falta de glucosa. Se confirmó que, al administrar sorafenib junto con esta sustancia, el volumen del tumor de los ratones se reduce e incluso en algunos casos puede llegar a desaparecer. «Para su uso en humanos, existen estrategias ya probadas en estudios clínicos para que disminuya el consumo de glucosa en el tumor, el siguiente paso será probar esta combinación en humanos», concluye Recio.

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