05/09/2024

Una investigación internacional estudiará el impacto del consumo de frutos secos en la prevención de enfermedades crónicas

Si se determinara que el consumo de frutos secos es beneficioso, los profesionales sanitarios podrían incluirlos en recomendaciones dietéticas y protocolos médicos

Un estudio liderado desde el Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili, la Universitat Rovira i Virgili y la Universidad de Copenhague profundizará en el impacto de la ingesta de frutos secos en la prevención de enfermedades crónicas. Con más de un millón de participantes de todo el mundo, el equipo investigador quiere impulsar un cambio a escala mundial en el ámbito de la salud pública: conseguir que se diseñen guías dietéticas basadas en estos alimentos y que su recomendación forme parte de los protocolos de salud pública y médicos para atender a los pacientes y prevenir enfermedades.

La investigación, que comenzó este febrero y durará tres años, estudiará la relación entre el consumo de frutos secos y el estado de salud de una muestra de personas de casi todos los continentes —Europa, América, Asia y Oceanía. Lo hará con el objetivo de determinar si la incorporación de estos alimentos a la dieta tiene algún impacto en los índices de aparición, a lo largo de los años, de enfermedades crónicas no transmisibles —cardiovasculares, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, diabetes, neurodegenerativas, etc. También evaluará si aquellas personas que consumen frecuentemente frutos secos tienen menor riesgo de mortalidad.

“Los datos de que disponemos actualmente provienen de estudios realizados en Europa y Estados Unidos, con lo que no son representativos de lo que ocurre en otras partes del mundo; para diseñar recomendaciones dietéticas universales es necesario trabajar con datos de diversas partes del mundo”, explica Marta Guasch Ferré, colíder de la investigación junto con Jordi Salas Salvadó, investigador principal del Grupo de Investigación en Alimentación, Nutrición, Desarrollo y Salud Mental (ANUT-DSM ) del IISPV-URV-BUSCA y CIBERobn (Instituto Carlos III).

En cuanto al tratamiento de los datos recopilados, se utilizará una herramienta estadística llamada metaanálisis, que permite analizar y comparar la información obtenida de las 26 cohortes —en estadística, un conjunto de individuos con características comunes— en las que se estructura la muestra. “Los estudios previos han utilizado diferentes técnicas para analizar sus datos; por lo tanto, es difícil compararlos y determinar si los frutos secos son convenientes o no para la prevención de enfermedades”, expone Guasch.

Paralelamente, Jordi Salas considera que es necesario aglutinar la información existente, recopilada en varios estudios previos, “para comprender definitivamente qué nos dice la evidencia científica sobre el consumo de frutos secos en el contexto de la prevención de enfermedades”. Si se determinara que los frutos secos son beneficiosos para la prevención de enfermedades crónicas, dada su versatilidad, los profesionales sanitarios podrían recomendar su consumo y que su ingesta forme parte de los protocolos médicos para atender a los pacientes y prevenir enfermedades.

Este proyecto colaborativo llamado Nut Consumption and Prevention of Non-communicable Diseases: En Global Individual Participant Data Meta-analysis (NUTPOOL) está financiado por la International Nut & Dried Fruit Council. Forman parte del equipo las investigadoras postdoctorales de la Universidad de Copenhague Marta Trius Soler y Cristina Valle Hita, la profesora agregada de Nutrición y Dietética de la Universidad Rovira y Virgili Nancy Babio y los investigadores postdoctorales seniors de la Unidad de Nutrición Humana del IISPV-URV, Sangeetha Shyam y Jesús Francisco García-Gavilán.

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