09/02/2022
La percepción del riesgo de contagio de COVID-19 en el transporte público es un 70 % menor en usuarios habituales que en esporádicos
Una investigación liderada por la URV ha determinado el impacto de la pandemia sobre la movilidad de los residentes y visitantes en el Camp de Tarragona y sobre la salud mental de los usuarios del transporte público
Una investigación liderada por la URV ha determinado el impacto de la pandemia sobre la movilidad de los residentes y visitantes en el Camp de Tarragona y sobre la salud mental de los usuarios del transporte público
El transporte público se ha percibido como uno de los principales focos de contagio de COVID-19 desde el inicio de la pandemia. Por este motivo, una investigación liderada por la Universitat Rovira i Virgili (URV) ha estudiado el perfil de usuario que ha continuado utilizando este modo de transporte durante la pandemia y el impacto que ha tenido en su percepción del riesgo de contagio y, en consecuencia, su bienestar y su salud mental. Los resultados obtenidos a partir de una encuesta a 2.791 personas, única hasta ahora en el Estado español, indican que el transporte público es el ámbito donde se percibe un mayor riesgo de contagio, por encima de otros sitios, como el trabajo o bares y restaurantes. Sin embargo, aquellos que no tienen alternativa de transporte tienen una percepción del riesgo de contraer la enfermedad mientras viajan un 70 % menor que el resto de usuarios, porque el uso reiterado del transporte público sin dar positivo por COVID hace devolver la confianza en este modo.
Estas son sólo algunas de las conclusiones de dos proyectos de un equipo de investigadores multidisciplinar de diferentes instituciones (Universitat Rovira i Virgili; Eurecat; Universidad de California, Berkeley; Universitat Jaume I, y la Autoritat Territorial de la Mobilitat del Camp de Tarragona) liderado por Aaron Gutiérrez, investigador del Departamento de Geografía de la URV y miembro del Grupo de Investigación en Análisis Territorial y Estudios Turísticos (GRATET). Los resultados se han hecho públicos hoy en una jornada y son fruto de los proyectos «COVID-19 y movilidades en territorios turísticos: cambios de pautas y su efecto sobre la salud física y mental de visitantes y residentes», financiado por el Fondo Supera COVID- 19 de Banco Santander y CRUE Universidades Españolas, y «Movilidad turística en contexto de pandemia en la Costa Daurada y las Terres de l’Ebre: retos emergentes y propuestas para la planificación sostenible post-Covid-19», financiado en el marco del convenio de colaboración entre la Diputació de Tarragona y la URV.
Tras la etapa más restrictiva del inicio de la pandemia, hacia noviembre de 2020 los desplazamientos cotidianos de los residentes del Camp de Tarragona se habían reducido un 30%, según la Encuesta de Movilidad Cotidiana, realizada a 13.229 personas. El transporte público ha sido el más afectado de todos los modos de transporte, con un 47% de reducción del uso respecto a la situación prepandémica, especialmente porque ha sido señalado como una práctica de riesgo en el debate público. Así, en una escala del 1 al 10 (en la que 1 es nada de miedo y 10, mucho miedo), el transporte público es el ámbito donde se percibe un mayor riesgo de contagio con 5,5, por encima de establecimientos comerciales (5,4), bares y restaurantes (5,3), el trabajo (4,7), y las visitas a casas de familiares y conocidos (3,8).
Por el contrario, estudios realizados en otros países han puesto de relieve que la implementación de las medidas para evitar los contagios, como llevar la mascarilla, reducen el riesgo por encima del 98%, según explican los investigadores. Por esta razón la búsqueda de la URV ha concluido que son necesarias campañas efectivas de comunicación que persuadan a la población sobre la seguridad del transporte público, no sólo para evitar los efectos negativos asociados al incremento del uso del vehículo privado, sino también para disminuir las consecuencias negativas del miedo al contagio sobre el bienestar emocional y la salud mental de los usuarios.
Empeoramiento de la salud mental
Esto se debe a que las encuestas realizadas en el marco del proyecto indican un empeoramiento de la salud mental de la población en la actualidad en comparación con antes de la pandemia: el 66,2% de las personas encuestadas se sentía satisfecha o muy satisfecha con su vida, pero a raíz de la pandemia este porcentaje ha descendido al 36%. En cuanto a los sentimientos de ansiedad y puerto, el 72,2% de las personas encuestadas nunca o raramente las habían tenido al inicio de la pandemia, en cambio ahora sólo se encuentran en esta situación el 42,5%. En cuanto a los sentimientos de tristeza, desesperanza o depresión, el 74,2% no habían sufrido nunca o rara vez, pero después del inicio de la pandemia este porcentaje era de 20 puntos menos.
Además, los análisis realizados mediante técnicas econométricas han permitido ir un poco más allá y evaluar la relación existente entre la ansiedad y la percepción del riesgo de contagio al utilizar el transporte público. La conclusión es que los usuarios que tienen mayor percepción de riesgo de contagio al transporte público sufren niveles superiores de ansiedad. Más concretamente, los resultados apuntan a que un incremento de una unidad del riesgo percibido de contagio al transporte público (en una escala donde 1 es ningún riesgo y 10 mucho riesgo), se traduce en un aumento de la ansiedad del 4%.
Impacto positivo sobre el bienestar emocional de los turistas
Durante la jornada «Efectos de la pandemia de la COVID-19 en la movilidad de la población residente y visitante del Camp de Tarragona» sobre los dos estudios del equipo liderado por la URV, los investigadores también han aportado datos sobre la movilidad de los visitantes, que cayó cerca de un 70% en el Camp de Tarragona en 2020, especialmente por la disminución del número de visitantes internacionales, y su bienestar: el 60% de los turistas manifestaron que la visita había tenido un impacto positivo en su bienestar emocional.
Gestión de la movilidad en los espacios naturales
Los espacios naturales han sido los destinos con mayor incremento del número de visitantes durante los veranos de la pandemia, lo que es percibido por los técnicos que los gestionan como un riesgo para el equilibrio ambiental de los espacios. En este sentido, el proyecto recoge sus recomendaciones para gestionar de forma apropiada la llegada de visitantes, y prever medidas como la regulación del aparcamiento cuando sea necesario.
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