06/09/2021

Las excavaciones de este año en el Abric Romaní revelan un campamento de otoño o invierno de comunidades neandertales cazadoras de ciervos de hace 60.000 años

Se han descubierto nuevos negativos de madera y gracias a su fotogrametría se podrá saber con más rapidez si entre ellos hay herramientas elaboradas con este material

Astas de ciervo localizadas en el nivel Ra del Abric Romaní - IPHES

Hace 60.000 años en el entorno del pueblo de Capellades (Barcelona) un grupo de poblaciones neandertales estuvieron buscando alimentos. Los restos de lo que comieron, y de otras actividades cotidianas que realizaron en este lugar, han sido documentados este verano durante la campaña anual de excavaciones que ha llevado a cabo en el Abric Romaní un grupo de 20 arqueólogos y arqueólogas bajo la dirección del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES-CERCA) y del Área de Prehistoria de la Universidad Rovira i Virgili (URV). El objetivo de los trabajos efectuados durante este agosto ha sido recuperar los restos abandonadas de aquellos individuos, testimonio del pasado prehistórico de este paraje.

Por este motivo, la campaña se ha centrado en la excavación del nivel Ra, uno de los más singulares de los que se han intervenido en los últimos años. En este estrato se registra el final de un período glacial, el momento más frío documentado hasta ahora en el depósito de más de 10 metros de profundidad excavado en el Abric Romaní. Se han localizado los restos de por lo menos tres ciervos, de los cuales se han encontrado apiladas en una misma área fragmentos de sus cabezas, lo que nos indica que se trata de un evento muy específico. Esta ocupación se dio en otoño o invierno, ya que los tres animales presentan astas de grandes proporciones sin el desmogado y se les suelen caer en esa época del año. Esparcidos por toda la superficie se han localizado los restos del esqueleto postcraneal de los mismos animales, huesos que fueron fracturados por los propios neandertales, que los rompían para obtener el tuétano, un nutriente importante que era fuente de grasa y proteínas para las poblaciones cazadoras y recolectoras prehistóricas.

Herramienta denticulada de hace 60.000 años localizada en el Abric Romaní – IPHES

Junto a los fragmentos de fauna, las herramientas de piedra que se han identificado también son abundantes. Están elaboradas principalmente sobre sílex, pero además se utilizaron el cuarzo, la caliza y la arenisca como materias primas predominantes. M. Gema Chacón, codirectora de la excavación, investigadora del IPHES-CERCA y profesora asociada de la URV destaca: «En el nivel Ra hemos observado una gran diversidad de métodos de talla empleados por los grupos neandertales. Además, hay un gran número de piezas retocadas, que son exclusivamente denticulados, herramientas de piedra con bordes similares a los cuchillos de sierra actuales. Estos instrumentos polivalentes están relacionados con la amplia diversidad de tareas que se desarrollaron durante la ocupación de este nivel».

Asimismo, Josep Vallverdú, director del proyecto, investigador también del IPHES-CERCA y profesor asociado de la URV, comenta que este año se han encontrado los restos de más de 15 hogares. «Esto es muy habitual en el registro del Abric Romaní y aporta importante información sobre el espacio que ocuparon en este yacimiento las comunidades neandertales y su distribución».

Otro aspecto que ha remarcado Vallverdú es que «en el nivel Ra, siguiendo la dinámica de las dos campañas anteriores, se han descubierto abundantes negativos de madera. El alto contenido de carbonato cálcico en el agua de la zona de Capellades hizo que los elementos vegetales quedaran cubiertos de carbonato y una vez la materia orgánica se podría se conservaba la huella de la rama o del tronco». Estos elementos no son fáciles de estudiar ni de extraer. Por esta razón, «esta campaña se ha desarrollado un programa, con la ayuda de la técnica en fotografía del IPHES-CERCA, María Guillén, para realizar la fotogrametría de dichos restos. Estas técnicas nos permitirán tener los restos en formato digital e incluso hacer impresiones 3D», indica el mismo arqueólogo.

Trabajos de excavación este agosto en el Abric Romaní – IPHES

Palmira Saladié, codirectora de la excavación, investigadora del IPHES-CERCA y profesora asociada de la URV, añade: «El uso de estas técnicas nos permitirá a la vez reducir el gasto en la restauración y conservación de los restos y de su almacenamiento. Pero sobre todo nos facilitará llevar a cabo el estudio de forma mucho más inmediata, para contrastar si entre estos elementos se halla alguna herramienta elaborada por los neandertales. La conservación de negativos de madera es uno de los rasgos más singulares de este yacimiento, ya que las herramientas elaboradas con este material son escasas en el registro fósil del paleolítico».

Desde que se iniciaron las intervenciones modernas en el Abric Romaní, en 1983, se ha intervenido en una superficie de 300 m2, lo que ha permitido identificar miles de restos arqueológicos, entre los que destacan las herramientas de piedra, huesos de animales, restos vegetales y hogares. El equipo investigador, encabezado un año más por el Dr. Eudald Carbonell, investigador del IPHES-CERCA y catedrático de Prehistoria de la URV, remarca las importantes inferencias conductuales de las comunidades neandertales que se han podido establecer a lo largo de 39 años gracias a los resultados obtenidos con las excavaciones en el Abric Romaní.

En esta línea, Carbonell pone énfasis en la celebración que significará el próximo verano llegar a la 40ª excavación en el Abric Romaní, un referente internacional en el estudio del estilo de vida neandertal. Palmira Saladié puntualiza que «las intervenciones arqueológicas en este yacimiento nos han permitido entender la complejidad neandertal. Estos individuos vivían en grupos coordinados y, al igual que Homo sapiens, cooperaban en las tareas de subsistencia». De cara al próximo verano, el equipo investigador tiene la intención de iniciar los trabajos arqueológicos en un nuevo nivel, el S, de 62.000 años de antigüedad

En la excavación de este año sólo han participado 20 personas, un número bajo teniendo en cuenta campañas anteriores, que podría doblarse. Esta limitación ha sido consecuencia de la situación de emergencia sanitaria actual provocada por la Covidid-19. Previamente al inicio del trabajo de campo, se realizaron tests serológicos a todo el equipo. Afortunadamente, la campaña se ha efectuado sin incidencias.

El equipo lo han integrado principalmente miembros del IPHES-CERCA y de la Universidad Rovira i Virgili, aunque también se ha contado con estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid, de la Universitat Oberta de Cataluña y de la Università de la Sapienza (Roma). La intervención se enmarca en el proyecto cuatrienal «Cinglera del Capelló» aprobado por el Departament de Cultura de la Generalitat. La campaña ha sido financiada por el Departament de Cultura de la Generalidad de Cataluña (CLT009 / 18/00054), el Ayuntamiento de Capellades y con la donación de la empresa Romanyà Valls S.A.

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