Se han reunido con la rectora, María José Figueras, y el consejero de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat, Chakir el Homrani

Los estudiantes del curso de Orientación Profesional dirigido a jóvenes con discapacidad intelectual (Inserlab), que se imparte en la URV, han mantenido dos encuentros con el consejero de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Chakir el Homrani, el pasado viernes 8 de febrero, y con la rectora, María José Figueras, esta mañana de martes. En ambas ocasiones, los estudiantes han podido expresar sus propuestas: por un lado, para la mejora del día a día de la Universidad, y, por el otro, para que las políticas públicas puedan tener más incidencia sobre sus condiciones de vida, de trabajo y de salud.

Esta mañana los estudiantes han visitado el rectorado y se han reunido, además de con la rectora, con la secretaria general, Laura Roman; la vicerrectora de Relaciones Institucionales, Cultura y Compromiso Social, Cori Camps, y el vicerrector de Innovación y Transferencia de el Conocimiento, Francisco Medina. Durante la conversación, han puesto de manifiesto cuestiones a mejorar, como por ejemplo asegurar que no se fume en los perímetros de los campus o hacer acciones que no solo cumplan las medidas de accesibilidad, sino que faciliten más la movilidad a todas las personas. Por otro lado, han expresado su satisfacción de poder ser estudiantes universitarios.

La rectora les ha explicado que “la Universidad tiene que atender a toda la sociedad, y la sociedad es diversa, por eso todas las personas tienen que encontrar un espacio en nuestra institución”. Y les ha puesto como ejemplo algunos estudiantes con discapacidad física que se han formado en la URV y que hoy tienen profesiones como la de médico.

Chakir el Homrani compartió con los estudiantes una mesa redonda durante la tarde del pasado viernes con el objetivo de debatir sobre los derechos de las personas con diversidad cognitiva. Los estudiantes reclamaron al conseller la creación de nuevas medidas para mejorar la viabilidad de los Centros Especiales de Trabajo (CET), que se han visto afectados por la subida del Salario Mínimo Interprofesional. El alumnado reclamó un aumento de las subvenciones por parte de la Generalitat y del Estado destinadas a este sector social con una incidencia directa en la inserción laboral de las personas con discapacidad intelectual. Durante la reunión también se puso sobre la mesa la importancia de hacer tecnologías más accesibles para que las personas con discapacidad puedan hacer uso de ellas en igualdad de condiciones que el resto de la población.

El consejero Chakir el Homrani se comprometió a revisar las peticiones y reiteró que la Consejería está abierta a escuchar a todas las personas que forman parte de la población, que definió como «muy diversa con unas necesidades diferentes y específicas».

Hacerse visibles En ambos encuentros, los estudiantes han puesto de manifiesto la necesidad de que las personas con capacidades diferentes sean más visibles. Es el caso de la estudiante Judith Porras, que ha hecho de esta cuestión su objetivo personal y utiliza todos los canales a su alcance para dar a conocer el Síndrome de Williams, una dolencia genética minoritaria que, según explica, dificulta su inserción social. Asegura que hacer el curso de Orientación Profesional en la URV le está sirviendo para tener más confianza en ella misma, sobre todo por haber encontrado compañeros con situaciones similares, y adquirir conocimientos que considera que la ayudarán a lograr sus objetivos.