13/09/2023

Los homininos de hace 1,4 millones de años tenían capacidades cognitivas para generar herramientas de piedra con formas complejas

Es la principal conclusión de una investigación internacional, con la participación de la URV, según la cual los homininos de Ubeidiya (Israel) hicieron intencionadamente esferoides de piedra caliza

Los esferoides son un tipo de herramientas de piedra cortada del tamaño de una pelota de tenis muy abundantes en los yacimientos antiguos tanto de África como del continente euroasiático. Empiezan a aparecer en yacimientos africanos hace más de 1,7 millones de años y son muy recurrentes en otros yacimientos antiguos de medio mundo, también en el caso de los yacimientos de Orce, en Granada.

Este tipo de instrumentos son conocidos por los prehistoriadores desde hace décadas, pero su naturaleza sigue siendo todavía un misterio. En el centro del debate científico está la discordancia entre quienes consideran que los esferoides fueron fabricados por los homininos de forma intencionada o si, por el contrario, se generaron accidentalmente fruto del trabajo intensivo durante el proceso de tallado, en este caso, de otros utensilios de piedra.

Esta semana, un equipo internacional liderado por el Computational Archeology Laboratory de Hebrew University of Jerusalén (CAL-HUJI, Israel) y del Tel Hai College (Alta Galilea), en el que han participado activamente investigadores/as del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES-CERCA) y de la Universidad Rovira i Virgili (URV), han presentado un trabajo en la revista Royal Society Open Science que apunta a que estos esferoides habrían sido fabricados de forma intencionada.

Mediante el uso de nuevas técnicas de análisis 3D de última generación desarrollados en el Computational Archeology Laboratory de Hebrew University of Jerusalem, dirigido por el profesor Leore Grosman, los investigadores han analizado un conjunto de más de 150 esferoides procedentes del yacimiento israelí de Ubeidiya, en el norte de Israel, y han podido reconstruir la secuencia de reducción de la piedra caliza con la que fueron fabricados. La conclusión a la que han llegado es taxativa: no se produjeron de forma accidental, sino todo lo contrario. «En nuestros análisis, hemos detectado una regularidad y, precisamente, esta regularidad sugiere que los homininos que los fabricaron tenían una clara intencionalidad siguiendo una estrategia premeditada dirigida específicamente a la fabricación de objetos esféricos», señala Deborah Barsky, investigadora del ‘IPHES-BÚSQUEDA y una de las autoras del artículo publicado. «Estos esferoides serían las primeras formas geométricas recreadas con piedra de forma premeditada fuera de África», concluye.

Ahora, dentro del proyecto de investigación Lower Paleolithic Spheroids Project (LPSP), dirigido por la propia Deborah Barsky y que cuenta con el apoyo económico de la Fundación Gerda Henkel Foundation (Alemania), se continuará trabajando para averiguar para qué servían estos objetos. Se ha propuesto que podrían servir para tratar vegetales, quitar el tuétano a huesos o como proyectiles para cazar, y también se ha planteado que pudieran tener un valor simbólico, lo que sería más probable si, como proponen algunos autores, eran difíciles de fabricar y requerían horas de trabajo frente al tiempo que se necesita para la configuración de un hacha de mano, una herramienta muy versátil que suele acompañar a estos esferoides.

Sea como fuere, la producción de una esfera de piedra, es un hecho determinante que nos revela que los primeros homininos axeulianos ya dominaban las técnicas complejas de fabricación de instrumentos de piedra que les permitían reproducir formas geométricas predeterminadas. Otro resultado importante que podemos extraer del trabajo publicado es que la esfera (y no el bifaz axeuliano en forma de lágrima) podría ser la primera forma simétrica reproducida por nuestros primeros antepasados. Habrá que esperar a los resultados que se obtengan a partir de ahora para poder conocer con mucha más precisión cuáles eran las capacidades cognitivas y tecnológicas de estos primeros homininos.

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