Esta actividad divulgativa da a conocer la figura de este personaje que reivindicó hace 500 años la importancia de los restos de la Tarraco romana y está considerado como el precursor de la arqueología moderna. La iniciativa está impulsada por la Unidad de Cultura Científica y la Innovación de la URV, ComCiència

«Conocer la historia nos hará más sabios y prudentes». Con esta sentencia, el personaje de Lluís Pons d’Icart comenzaba el pasado sábado la ruta científica sobre su figura, bastante desconocida en Tarragona pero que fue trascendental para una ciudad que en aquella época no daba valor a su pasado romano y que él reivindicó de forma perseverante. Una veintena de personas asistieron al estreno de esta actividad de divulgación científica, y durante más de una hora y media escucharon las reflexiones de Pons de Icart y lo fueron siguiendo a lo largo de los diferentes puntos por donde transcurre la ruta, principalmente por la Parte Alta de la ciudad. Esta iniciativa, pensada para estudiantes y público general, está impulsada por la Unidad de Cultura Científica de la URV, ComCiència, y ha recibido el apoyo de la Diputación de Tarragona y de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, del Ministerio de Ciencia e Innovación.

Durante la ruta se desvela la historia de Pons de Icart, que luchó por poner en valor y documentar las grandezas de Tarraco y sentó las bases de una disciplina que en su época aún no tenía nombre: la arqueología. Su tarea documental quedó plasmada en el Libro de las grandezas y cosas memorables de Tarragona, que publicó en 1572. En esta obra describe el estado de conservación de los principales restos romanos que se conocían en la ciudad y que en aquella época eran despreciados. Escribió también un compendio de los escritos grabados en piedra que había en la ciudad y que en muchos casos se reaprovechaban como material de construcción. La visita también permite entender el contexto histórico en el que vivió Pons de Icart: la época del Renacimiento, el Concilio de Trento, la Contrarreforma o la revolución científica, en unos años convulsos marcados por los ataques de los corsarios en la costa mediterránea.

El resultado de esta ruta es fruto de muchos meses de trabajo previo, en el que han colaborado diferentes personas expertas en el personaje y en la época histórica y también el equipo docente y alumnado del Instituto Pons d’Icart, con quien se hicieron diferentes rutas piloto para acabar de darle forma al personaje. También han colaborado el Ayuntamiento de Tarragona a través del Museo de Historia de la ciudad, el Museo Bíblico Tarraconense y el Centro Tarraconense El Seminario. Desde la URV se ofrecerán rutas abiertas para la ciudadanía y para escolares durante las próximas ediciones de la Semana de la Ciencia, la Noche Europea de la Investigación y en otros momentos del año.