09/01/2024

Se reduce el número de estudiantes de grado que abandonan sus estudios en el primer curso

El 60% de los estudiantes de grado que reciben orientación a través de una tutoría continúa sus estudios. Los que abandonan lo hacen principalmente porque no les gusta la titulación, y uno de cada diez lo hace al llegar al Trabajo de Fin de Grado

Estudiantes de la URV.

La URV puso en marcha en el curso 2018-2019 el protocolo para prevenir el abandono en los estudios de grado. Desde entonces, cada año se analizan los datos de los estudiantes matriculados y que han abandonado en los dos cursos siguientes, tanto para entender sus causas como, sobre todo, para orientar a aquellos que podrían continuar sus estudios.

Nueve de cada cien estudiantes matriculados en el curso 2021-22 abandonaron sus estudios en la URV. De éstos, el 90% no han regresado y un 10% han cambiado de rama de estudios. Es la cifra más elevada después de la pandemia, pero que ha empezado a revertirse teniendo en cuenta los datos de abandono de primer curso, el momento en que se producen la mitad de las deserciones.

Así lo constata el siguiente dato: del total de abandonos del curso 2021-22, la mitad de los estudiantes accedieron a la titulación el mismo curso, y una quinta parte lo hicieron en el curso anterior. Además, el 60% de los estudiantes que abandonan había aprobado un máximo de 60 créditos, que corresponderían principalmente a estudiantes de primer curso.

Tutorías para orientar a los estudiantes

Es sobre estos estudiantes, pues, sobre los que se intenta intervenir a través de la tutoría. «Observamos que a más tutorías, mayor disminución del abandono – explica Montse Pinent, vicerrectora de Proyectos Docentes y Estudiantes-. No podemos decir que sea causal pero la aplicación de este protocolo sí tiene un impacto.» Así, desde el curso 2018-19, el abandono en primer curso se ha reducido 5,6 puntos porcentuales, mientras que las tutorías para prevenirlo han aumentado 26,3 puntos.

A través del protocolo se detecta a los estudiantes con bajo rendimiento académico, que han aprobado menos de doce créditos, y se les hace una tutoría al finalizar el primer cuatrimestre para conocer las causas, orientarles o ayudarles. El curso pasado, de los 376 estudiantes detectados en riesgo de abandono, el 59% realizaron la tutoría, y de éstos, el 65% se matriculó de nuevo, mayoritariamente (86%) en la misma titulación o en un grado diferente. En cambio, de los que no realizan la tutoría, son el 60% los que no se matriculan en la URV. «La lectura es positiva: de los que hacen la tutoría hay más que se quedan en nuestra institución», apunta Pinent.

Los motivos del abandono de los estudios

También se han estudiado los motivos que llevan a los estudiantes a dejar sus estudios, y aflora como motivo principal que no les gusta la titulación que han escogido, en el 37% de los casos. En una proporción mucho menor, del 1%, están los motivos económicos, a los que hay que sumar el 18% que aducen la conciliación laboral y familiar. El 19% afirma tener dificultades académicas.

Entre hombres y mujeres se observa una ligera diferencia: ellos son, en promedio en todos los cursos, los que más abandonan. Y por ramas de enseñanza, la tendencia es global en el sistema catalán: los estudios de Humanidades, Ingenierías y Arquitectura son los que tienen mayores abandonos.

Montse Pinent explica que «también queríamos tener la fotografía de los estudiantes que abandonan al término de los estudios». Así, el 10% de los abandonos de los centros se producen al llegar a la asignatura del Trabajo de Fin de Grado, que es el proyecto de investigación que se realiza en el último curso del grado y que pone en juego las competencias y conocimientos que se han adquirido a lo largo de la titulación. Ahora bien, respecto al total de matriculados en la asignatura del TFG, la media de abandono es del 4%. «A menudo son estudiantes que encuentran trabajo y acaban dejando sus estudios», concluye Pinent.

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