Estudiantes de la ETSEQ se clasifican, con su póster, en tercera posición de la Chem-E-Car Competition que se ha celebrado en Barcelona en el marco del Congreso Mundial de Ingeniería Química

Veinticinco equipos de estudiantes de universidades de todo el mundo han participado en el concurso mundial que organiza el Instituto Americano de Ingenieros (AIChE) cada dos años y que, en esta edición, se ha celebrado en Barcelona coincidiendo con el Congreso Mundial de Ingeniería Química (WCCE10). Un equipo de estudiantes de primero y cuarto curso del grado de Ingeniería Química de la Universidad Rovira i Virgili ha quedado clasificado en tercera posición en una de las dos partes de esta competición mundial de coches. El equipo se había clasificado durante el curso pasado en un concurso interno de la Universidad que les dio paso a participar en esta competición.

En el concurso que se ha realizado este fin de semana los participantes han tenido que fabricar coches que funcionan a partir de reacciones químicas -no mecánicos-, con control químico del vehículo y con motor químico, diseñado a partir de sus conocimientos de ingeniería. Para poder entrar en esta parte de la competición ha sido necesario pasar todos los filtros sobre seguridad química. Previamente los equipos tuvieron que hacer un poster explicando su proyecto y para poder seguir con la competición y mostrar un coche en acción, el mínimo requerido era del 70%. Después de mostrar y explicar su poster, los alumnos de la URV han quedado clasificados en tercera posición en esta parte de la competición y se han llevado el tercer premio por la calidad de su poster.

La otra parte de la competición, a la cual han podido acceder ha sido la demostración del coche durante la que tenían un tiempo controlado para iniciar las reacciones, hacer correr el coche y detenerlo a una distancia determinada llevando un peso determinado. En esta parte de la prueba el equipo no ha podido clasificarse entre los primeros.

El concurso Chem-E-Car Competition de AIChE, que a nivel mundial se organiza cada dos años, incorpora estudiantes universitarios al diseño y construcción de un coche propulsado por una fuente de energía química que tiene que llevar, con seguridad, una carga específica a una distancia y una parada determinados. Esta es la primera vez que se ha presentado un equipo de la URV y, después de los buenos resultados, el objetivo es poder entrar en la competición en las próximas convocatorias.