19/06/2014

Dos investigadores del IPHES firman en ‘Science’ el hallazgo de nuevos cráneos con rasgos neandertales en Atapuerca

La revista Science da a conocer nuevos cráneos de la Sima de los Huesos de Atapuerca con rasgos neandertales. Se estima una edad en torno a los 430.000 años para estos fósiles. No hay ningún yacimiento en la historia que haya proporcionado tantos cráneos de una especie humana extinguida. En el artículo firman dos investigadores del IPHES, Carlos Lorenzo y Eudald Carbonell

Carlos Lorenzo (en el centro), excavando algunos de los fósiles que ahora se presentan.

El artículo da a conocer una increíble colección de hasta diecisiete cráneos en diferentes estados de conservación y se publica veintiún años después de que en 1993 se presentaran en la revista Nature (equivalente británico de Science) los tres primeros cráneos encontrados en este yacimiento. El trabajo se publica como Research Article, categoría que se reserva para trabajos destacados, a los que se les concede un mayor espacio en la revista. Entre los firmantes se hallan Carlos Lorenzo y Eudald Carbonell, investigador y director del IPHES respectivamente. El primero de ellos, además, ha participado directamente en la excavación de algunos de estos fósiles.

En el tiempo transcurrido desde las primeras excavaciones los investigadores han trabajado pacientemente en el yacimiento, que presenta inusuales dificultades para la excavación, identificando fragmentos craneales, a veces muy pequeños, para recomponer los cráneos, en un laborioso esfuerzo que todavía no ha concluido. Se estima que el número de individuos acumulados en este lugar se acerca a la treintena y sus esqueletos parecen estar completos, aunque los huesos se encuentran en muchos casos rotos y mezclados.

Durante estos años también se ha trabajado en un mejor conocimiento de la geología del yacimiento, fundamental para entender cómo se produjo la acumulación de tantos cadáveres y para su datación. Aplicando una batería de nuevas técnicas puestas a prueba en otros yacimientos de Atapuerca, se estima una edad en torno a los 430.000 años para los fósiles.

Cráneo 17 descubierto en la Sima de los Huesos, en Atapuerca. / Javier Trueba
Una misma población biológica

No hay ningún yacimiento en la historia que haya proporcionado tantos cráneos de una especie humana extinguida. Todos los individuos de la Sima de los Huesos pertenecen a una misma población biológica, lo que permite estudiar su variación individual, las diferencias sexuales, el patrón de desarrollo, etc.

Desde finales de los años ochenta el equipo de investigación sostiene que la población de la Sima está relacionada con los neandertales. Ahora sabemos que el origen de todo el grupo tiene al menos 430.000 años. Los fósiles de la Sima son los más antiguos conocidos con rasgos neandertales.

Una cuestión muy debatida es la de cómo se fue construyendo el cráneo neandertal a lo largo de la evolución. El estudio de la Sima confirma la teoría, ya avanzada por otros autores, de que el patrón evolutivo es de tipo «modular» o «en mosaico». Los primeros cambios se produjeron en los dientes y en la cara, lo que parece indicar que se trató de una especialización masticatoria. Otras partes del cráneo, como la caja craneal o neurocráneo y el encéfalo que contiene, se modificaron más tarde.

La uniformidad de la población de la Sima contrasta con la variación que se encuentra cuando se comparan todos los fósiles europeos del Pleistoceno medio, periodo que va desde hace 780.000 años hasta hace 130.000 años. Algunas desemejanzas pueden deberse al tiempo que separa los yacimientos, pero otras parecen tener más que ver con diferencias regionales. Incluso es posible que convivieran poblaciones con rasgos neandertales más o menos marcados junto con otras que presentan un aspecto arcaico. Es probable que hubiera reemplazamientos de unas poblaciones por otras y también intercambios genéticos, como se ha apuntado al respecto del genoma mitocondrial recuperado hace poco en uno de los fósiles de la Sima, y que no es del tipo neandertal. Los autores del trabajo se decantan por un modelo evolutivo complejo, o cladogenético, antes que por uno lineal o anagenético, más simple.

Excavaciones en la Sima de los Huesos, un lugar de difícil acceso. / Javier Trueba

En resumen, la colección de la Sima de los Huesos, que previsiblemente seguirá creciendo en los próximos años, es cada vez más importante para el estudio de la evolución humana. Las excavaciones en los yacimientos de la Sierra de Atapuerca son financiadas por la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, y la Fundación Atapuerca, y las investigaciones en los diferentes laboratorios por el Ministerio de Economía y Competitividad. Todas las universidades y centros de investigación a los que pertenecen los participantes en el proyecto aportan también medios materiales y humanos.

Cabe tener en cuenta que los yacimientos de la Sierra de Atapuerca son uno de los objetivos fundamentales de la investigación que desarrolla dicho instituto, cuya implicación se remonta a los años ochenta del siglo pasado; desde entonces siempre ha continuado y se ha intensificado. Eudald Carbonell codirige el proyecto desde 1992 y Carlos Lorenzo forma parte específicamente del equipo de la Sima de los Huesos participando en las excavaciones y en diferentes estudios paleoantropològicos de los restos humanos. Lorenzo también realizó su tesis doctoral sobre los huesos de las manos hallados en los yacimientos de Atapuerca y que le dirigió Juan Luis Arsuaga, codirector del proyecto Atapuerca.

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