Su expediente académico y su experiencia le han hecho merecedor del premio que patrocina anualmente la consultora vitivinícola Rius&Rius

Pablo Andrés Hernández llegó de México en Tarragona el año 2012 para cursar el grado de Enología en la URV y este martes, 10 de octubre, se llevó el 17º premio Jaume Ciurana por su curriculum vitae y el proyecto profesional que presentó. Durante sus años de estudio se ha formado también en un curso de viticultura y enología orgánica en Francia, que hizo junto con universitarios europeos y, en 2015, fué a Burdeos durante un año y medio en que hizo prácticas en dos bodegas -se inició en la experiencia del enoturismo- y también hizo el Erasmus. Viajó a Sudáfrica y ahora, de nuevo en Tarragona, espera la oportunidad de mejorar su experiencia en bodegas catalanas y viajar a Australia o a Nueva Zelanda para continuar aprendiendo. Su proyecto es volver a la Baja California, de donde proviene, para montar una bodega familiar.

El premio que ahora ha recibido lleva el nombre del enólogo Jaume Ciurana, iniciador de la enología en Cataluña. Este año y en su decimoséptima edición el jurado lo han formado Jaume Ciurana, hijo de Jaume Ciurana, como presidente; Miquel Rius, de Rius & Rius Asesores; Ramon Viader, enólogo y asesor; Miquel Torres enólogo y doctor honoris causa por la URV, y Joan Miquel Canals, decano de la Facultad de Enología.

En el acto de entrega del galardón el decano de la facultad habló de la campaña de la vendimia de este año, «un año nunca visto» por el adelanto de su inicio» aquí, en la Europa meridional y en el Norte» . Por su parte, Miquel Rius destacó el coupage «imprescindible» que forman empresas, expertos y académicos y los estudiantes y graduados para el futuro del sector, y Jaume Ciurana se refirió a la calidad del sector, en el que se requiere una investigación potente y una calidad académica.

Los errores habituales en enoturismo

El acto contó con una conferencia del sociólogo y escritor Lluís Tolosa, que enumeró los errores más habituales en la actividad del enoturismo y aportó propuestas alternativas, tras analizar 400 bodegas que se dedican al sector.

Comparado con otras zonas vinícolas del mundo, el número de enoturistas en Cataluña es aún muy bajo y el gasto por persona en las bodegas es mucho menor que en zonas como Burdeos, Napa o Alsacia. Entre algunos de los problemas que identifica: organizan demasiado actividades enoturísticas en vez de organizar pocas y identificativas de cada bodega; hay una obsesión en hacer visitas a la bodega y vender entradas en vez de hacer degustaciones sin reserva previa; intimidan con los análisis sensoriales cuando las personas lo que quieren es disfrutar del vino; se hace la misma visita para todos cuando debería segmentar el público y adaptar el mensaje y, entre otros, se espera más vender vino que fidelizar a los clientes.

Lluís Tolosa ha recogido estos y otros problemas del enoturismo en el libro: Marketing del enoturismo: 12 errores habituales, 12 propuestas alternativas.