12/05/2015

Agustín Mihi recibe una beca Starting Grant del Consejo Europeo de Investigación (ERC)

Agustín Mihi, investigador del grupo de investigación Nephos, que pertenece al Departamento de Ingeniería Electrónica, Eléctrica y Automática de la URV, ha obtenido una beca Starting Grant del Consejo Europeo de Investigación (ERC). La ayuda está dotada con 1,5 millones de euros para un periodo de cinco años para desarrollar un proyecto en el que busca crear estructuras fotónicas que controlen cómo se propaga la luz en dispositivos emergentes, por ejemplo en celdas solares, sensores o emisores de luz de nueva generación

El investigador muestra los cristales plasmónicos que ha creado, una estructura ordenada de pilares recubiertos de oro. Según como sea la distancia entre los pilares, se pueden excitar unas resonancias que concentran la luz en ciertos puntos. Él las utiliza como sensores, pone una molécula sobre la superficie, la luz se concentra cerca y se puede detectar de manera más eficiente. Es una alternativa a los sensores actuales, económica y se puede fabricar a gran escala. Cada cuadradito que se ve en la imagen tiene una red cilindros de 400 nanómetros de diámetro separados 600 nanómetros entre ellos.

Las Starting Grant financian investigadores prometedores que pueden establecer una línea de investigación independiente. Mihi había conseguido en 2014 un contrato postdoctoral Antoni Martí i Franquès de dos años de duración, que convocaba el Campus de Excelencia Internacional Cataluña Sur (CEICS) y tenía como finalidad que un investigador pudiera pedir una beca de estas características. Ahora recibirá 1,5 millones de euros del Consejo Europeo de Investigación, que destinará, en parte, a contratar estudiantes e investigadores postdoctorales y comprar nuevos equipamientos que le permitirán ejecutar el proyecto con un nuevo grupo de investigación que creará.

En su proyecto tratará de hacer estructuras fotónicas que controlen cómo se propaga la luz en dispositivos emergentes, por ejemplo en celdas solares, sensores o emisores de luz de nueva generación. La tecnología avanza hacia celdas solares o sensores más económicos, lo que se conoce como el rollo a rollo, es decir, un rollo de plástico donde se imprimiendo dispositivos o circuitos de una manera más barata. Para mejorar el rendimiento de estas tecnologías se utiliza otro tipo de diseño óptico, una estructura muy pequeña que permita hacer más eficiente el uso de la luz en el dispositivo y que, además, sea compatible con el método con el que está fabricado el dispositivo, sin aumentar el coste. Ahora, por ejemplo, se buscan alternativas al silicio, que son más baratas pero no más eficientes. Y aquí es donde deben mejorar la tecnología y donde reside su tarea: conseguir, mediante el diseño óptico, que las celdas sean más eficientes o que se puedan fabricar sensores más eficientes de una forma más económica.

El investigador ha estudiado estructuras fotónicas -cristales fotónicos– o plasmónicas que estructuran metales de unas medidas que les permiten interactuar con la luz óptica. En estructurar tamaños por debajo de la micra, consiguen que la luz vea el material y interactúe, que cambie de dirección, que se propague más lentamente o que se concentre donde a ellos les interesa. Según el investigador, batir el silicio es muy difícil pero puede haber mercados que quieran celdas solares flexibles, como un tejido o tatuajes. En este campo ya se han desarrollado tatuajes en la que hay un circuito integrado a la tinta que permiten, sólo moviendo las manos, controlar, por ejemplo, un drone.

Agustín Mihi se licenció en Física en la Universidad de Valencia, donde comenzó el doctorado que terminó en el CSIC de Sevilla, donde se había trasladado su director. Después de los cuatro años y los buenos resultados de la tesis, consiguió una de las cuatro becas postdoctorales de ciencias materiales que cada año ofrece el Instituto Beckman, de la Universidad de Illinois. Allí durante tres años aprendió técnicas que hoy en día utiliza. Posteriormente trabajó en el Instituto Ciencias Fotónicas de Barcelona (ICFO), donde experimentó con tecnologías solares emergentes. Pasado este tiempo quería pedir los propios proyectos. Esta es la opción que le ofreció la beca Antoni Martí i Franquès. En estos momentos es miembro del grupo Nephos (Nanoelectrónica y Sistemas Fotónicos) -, del Departamento de Ingeniería Electrónica, Eléctrica y Automática.

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