Está formado por muestras humanas de diferentes necrópolis de Tarragona del periodo romano y visigótico de entre los siglos III y VII dC. De las 500 muestras seleccionadas y procesadas, 76 ya están disponibles para la comunidad científica internacional, lo que permitirá, entre otras cosas, el estudio de la evolución de diferentes enfermedades y de la diversidad genética de las poblaciones