14/11/2022
La Fundación “la Caixa” financia un proyecto para desarrollar dispositivos que mejoren la monitorización de la función cerebral en recién nacidos
El proyecto, liderado por la URV en colaboración con el IISPV, ha sido uno de los tres seleccionados en la convocatoria Innovación CaixaResearch Consolidate y recibirá hasta 300.000 euros de financiación
El proyecto, liderado por la URV en colaboración con el IISPV, ha sido uno de los tres seleccionados en la convocatoria Innovación CaixaResearch Consolidate y recibirá hasta 300.000 euros de financiación
El desarrollo de una tecnología innovadora y puntera que mejorará la práctica clínica de bebés ingresados en las UCI neonatales ha recibido el apoyo y reconocimiento de la Fundación “la Caixa”. En la convocatoria 2022 del programa Innovación CaixaResearch Consolidate 2022 esta iniciativa impulsada por la URV ha sido una de las tres seleccionadas para recibir financiación: hasta un total de 300.000 euros en dos años para desarrollar ambos dispositivos; uno para mejorar la monitorización de las señales eléctricas cerebrales en recién nacidos, y el otro para aumentar la precisión de las pruebas neurofisiológicas de estos pacientes. La propuesta está liderada por el investigador del Departamento de Ingeniería Mecánica de la URV Albert Fabregat y se realiza en colaboración con Vicenç Pascual, médico especialista en neurofisiología clínica del Hospital Universitario Sant Joan de Reus e investigador del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV) y con Ismael Ávila emprendedor con amplia experiencia en innovación en el sector de salud catalán.
El parto y las primeras horas de vida del recién nacido son un período considerado de riesgo para sufrir daños cerebrales. Existen varios factores que aumentan riesgo, como la prematuridad o las dificultades en el parto que puedan producir un déficit en el aporte sanguíneo al cerebro del recién nacido o la aparición de infecciones, que pueden ocasionar lesiones cerebrales y por tanto, diferentes grados de discapacidad. Por eso, detectarlas de forma precoz es esencial para aplicar terapias apropiadas e intentar minimizar sus efectos nocivos. La técnica que se utiliza más a menudo para estudiar la función cerebral en los recién nacidos ingresados en la unidad de cuidados intensivos neonatal (UCIN) es la electroencefalografía integrada de amplitud (aEEG), una técnica que consiste en amplificar y registrar la actividad eléctrica de las neuronas del cerebro.
La aEEG sirve para detectar la aparición de disfunciones cerebrales que puedan desarrollar daños cerebrales, como la encefalopatía por hipoxia o la epilepsia. Sin embargo, los dispositivos de registro que se utilizan para captar la señal eléctrica cerebral, los electrodos, no están diseñados de forma específica para bebés. Se suelen utilizar electrodos para adultos, que no son tan adecuados para las cabezas pequeñas y sensibles de los recién nacidos. Además, los registros suelen ser de larga duración, de días a semanas, ya que es necesario monitorizar la función cerebral del bebé durante su estancia en la UCI neonatal, y los electrodos no mantienen una adecuada adherencia a la cabeza del recién nacido. Esta falta de adherencia provoca la aparición de artefactos en el registro a EEG que pueden dificultar, impedir o incluso perjudicar la interpretación correcta de la señal que obtiene el neonatólogo y esto puede acarrear un tratamiento subóptimo o incluso erróneo del recién nacido.
El grupo investigador de este proyecto ha diseñado un nuevo dispositivo específico para recién nacidos llamado aCUP-E. Se trata de un electrodo avanzado y optimizado que permite la monitorización continua de la función cerebral de los recién nacidos durante largos período de tiempo -hasta 3-4 semanas- en las UCI neonatales gracias al repuesto de hielo electroconductor. Está adaptado a las características cefálicas de los bebés, es flexible y transparente, por lo que “permite un mejor registro de la actividad cerebral, lo que facilita el diagnóstico temprano de lesiones y también la monitorización de los bebés”, explica el médico especialista en neurofisiología Vicenç Pascual. El electrodo ya se está probando en un ensayo clínico y una vez finalice ya se podrá trabajar en su puesta en el mercado.
El segundo dispositivo, llamado EPlacement, consiste en un sistema avanzado que permite colocar estos electrodos en puntos anatómicos concretos y específicos, individualizados para cada paciente. El sistema facilita la labor del personal clínico y reduce la duración de las exploraciones en las que se requiere colocar los electrodos en el cuero cabelludo de los pacientes. «Esto elimina los errores potenciales que se pueden producir durante la colocación de los electrodos en la cabeza en la práctica clínica», apunta el investigador Albert Fabregat. Este sistema avanzado de localización de puntos craneales puede aplicarse tanto en pacientes pediátricos como en adultos, y también podría ser útil para otras pruebas de diagnóstico o tratamiento electrofisiológico que requieran una colocación específica de electrodos en la superficie craneal, como por ejemplo la monitorización neurofisiológica intraoperatoria o la estimulación cerebral no invasiva.
Con la financiación obtenida se desarrollarán cinco aspectos clave en el proyecto: el desarrollo tecnológico, los estudios necesarios para la aprobación reguladora de los dispositivos y para financiar las actividades orientadas a la preparación de la documentación que permita obtener la certificación europea para poder comercializar los productos. También se destinará la ayuda a la contratación de personal, a la gestión de la propiedad intelectual ya la creación de la spin-off que en un futuro permitirá hacer llegar los dos dispositivos al mercado. Esta tecnología ha sido protegida mediante una solicitud de patente gracias al soporte de la Unidad de Valorización de la Fundación URV.
En el proyecto también ha participado un equipo multidisciplinar: Rosa Pàmies investigadora de la UPC en ingeniería mecánica; Agnès Rigo, ingeniera biomédica, Jordi Júlvez, investigador del grupo Neuroepia del IISPV; Vanesa Rius, Montse Roselló y Jetzabel Riba como enfermeras del servicio de Neurofisiología Clínica y las neonatólogas Susana Larrosa y Julia Royo, del Hospital Universitario Sant Joan de Reus.