05/02/2015

La ingesta de metilmercurio supera los valores recomendados en un 35% de la población

La ingesta de metilmercurio supera los valores recomendados en un 35% de la población. Lo indica un estudio del Laboratorio de Toxicología y Salud Ambiental de la URV, publicado en la revista "Biological Trace Element Research", que pone de manifiesto que hay concentraciones altas de este metal en el grupo de pescados y mariscos

La evolución de la presencia de tóxicos orgánicos y metales pesados en los alimentos de consumo habitual demuestra que estos van a la baja, pero con una excepción: el metilmercurio, una de las formas químicas del mercurio, en este caso orgánica, que está presente en cantidades importantes en determinados pescados, como el pez espada, el atún o el salmón.

Este metal está estabilizado en unos límites que, de media, se encuentran por debajo de los aceptados por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Pero los resultados del trabajo demuestran que la ingesta de mercurio de un 35% de la población de Cataluña superaría el umbral de 1,3 microgramos por kilo de peso de la persona -que son aceptables en la semana-, y los principales afectados serían los niños y también aquellos adultos que, por sus hábitos alimenticios, consumen una cantidad importante de pescado diaria. El estudio por edades demuestra que los niños, en promedio, consumen 1,7 microgramos de metilmercurio, un resultado que supera incluso los datos del estudio previo, referente a 2008.

Estos son los principales resultados del estudio «Human Health Risks derived from dietary exposure to toxic metales in Catalonia: Temporal Trend» que se han publicado en la revista «Biological Trace Element».

El responsable del Laboratorio de Toxicología y Salud Ambiental de la URV, – del Departamento de Ciencias Médicas básicas- Josep Lluís Domingo, apunta que, con los datos en la mano y tras analizar los alimentos más consumidos en Cataluña, «el único grupo que contribuye a la dieta con metilmercurio es el del pescado y marisco». Alerta de que los riesgos principales son para las embarazadas, porque el mercurio cruza la placenta y llega al feto y puede provocar transformaciones, sobre todo neurológicas. Y otro grupo de riesgo son los niños, ya que el mercurio es una sustancia neurotóxica «y no afecta igual a un cerebro adulto que en un cerebro todavía en fase de desarrollo», explica Domingo.

El trabajo sugiere que hay que ser selectivo en la elección de las especies que se consumen, así como también en la frecuencia y la cantidad de las raciones: «Eliminando el pescado de la dieta perderíamos más que ganaríamos» aclara el investigador, que apunta a que, del análisis de todas las especies, se demuestra que el pez espada, el atún fresco y en lata y el salmón «son las que contienen metilmercurio con más cantidad, porque son especies depredadoras y se comen los peces más pequeños que ya habían ingerido «. El estudio se realizó analizando los alimentos de consumo general comprados en 12 ciudades catalanas, entre ellas las cuatro capitales de provincia – que cubren más del 70% de la población.

El metilmercurio que consumen los peces proviene de la contaminación. Una vez llega al mar, y por acciones químicas diversas, el mercurio se convierte en metilmercurio, que se incorpora a las algas, los barros, el plancton … «pero el mercurio es el mar porque la hemos lanzado» explica doctor Domingo, que cree que hay que seguir investigando «la especial resistencia que tiene en bajar los niveles medioambientales».

Medidas como la instalación de filtros en las incineradoras, el cierre de centrales térmicas, la recogida de pilas botón, etc, «no han ayudado bastante a la bajada de los niveles ambientales de mercurio». Con el plomo, en cambio, se ha evidenciado una descenso sobre todo a raíz de la retirada del plomo de las gasolinas. En los años 90 los niveles máximos de plomo permitidos eran 18 microgramos por decilitro de plomo en sangre y los estudios que se hacían en Cataluña en detectaban 15 o 16, mientras que los últimos análisis han evidenciado que los niveles han bajado hasta 2 o 3 microgramos por decilitro.

Hasta este momento se han analizado los datos de los años 2000, 2005, 2008 y de 2012. Los resultados que ahora se han publicado corresponden a los análisis de las muestras de 2012.

El año 2013 el Centro de Tecnología Ambiental Alimentaria y Toxicológica de la URV presentó una aplicación móvil (APP) gratuita, Ribefood, para conocer los contaminantes presentes en la dieta. Está enfocada a optimizar la dieta personal, en función de los riesgos para la ingesta de contaminantes ambientales, por un lado, y de los beneficios a través de los nutrientes, por otro.

Mediante esta aplicación, se pueden diseñar menús semanales a medida de cada persona, teniendo en cuenta los niveles de los macro y micronutrientes, así como los contaminantes alimentarios, según datos previamente obtenidos de estudios científicos. Ribefood se mejora ahora con la incorporación de más especies que no son típicas de un mercado europeo, para poder llegar a más usuarios internacionales.

revista «Biological Trace Element».

El responsable del Laboratori de Toxicologia i Salut Ambiental de la URV,- del Departament de Ciències Mèdiques Bàsiques-  Josep Lluís Domingo, apunta que , amb les dades a la mà i després d’analitzar els aliments més consumits a  Catalunya, “l’únic grup que contribueix a la dieta amb metilmercuri és el del peix i marisc”. Alerta que els riscs principals són per les embarassades, perquè el mercuri creua la placenta i arriba al fetus i pot provocar transformacions, sobretot  neurològiques. I un altre grup de risc són els nens, ja que el mercuri és una substància neurotòxica “ i no afecta igual a un cervell adult que a un cervell encara en fase de desenvolupament”, explica Domingo.

El treball suggereix que cal ser selectiu en la tria de les espècies que es consumeixen, així com també en la freqüència i la quantitat de les racions: “Eliminant el peix de la dieta hi perdríem més que no pas hi guanyaríem” aclareix l’investigador, que apunta que, de l’anàlisi de totes les espècies, es demostra que el peix espasa, la tonyina fresca i en llauna i el salmó “són les que contenen metilmercuri amb més quantitat, perquè són espècies depredadores i es mengen el peixos més petits que ja n’havien ingerit”. L’estudi es va fer analitzant els aliments de consum general comprats a 12 ciutats catalanes,  -entre elles les quatre capitals de província – que cobreixen més del 70% de la població.

El metilmercuri que consumeixen els peixos prové de la contaminació. Una vegada arriba al mar, i per accions químiques diverses, el mercuri es converteix en  metilmercuri, que s’incorpora a les algues, als fangs, al plàncton… “però el mercuri és al mar perquè l’hem llençat” explica el doctor Domingo, que creu que cal continuar investigant  “l’especial resistència que té en baixar els nivells mediambientals”.

Mesures com la instal·lació de filtres a les incineradores, el tancament de centrals tèrmiques,  la recollida de piles botó, etc, “no han ajudat prou a la davallada dels nivells ambientals de mercuri”. Amb el plom, en canvi, s’ha evidenciat una descens sobretot arran de la retirada del plom de les benzines. Als anys  90 els nivells màxims de plom permesos eren 18 micrograms per decilitre de plom en sang i els estudis que es feien a Catalunya en detectaven 15 o 16, mentre que els darrers anàlisis han evidenciat que els nivells han baixat fins a 2 o 3 micrograms per decilitre.

Fins aquests moments s’han analitzat les dades dels anys 2000, 2005, 2008 i del 2012. Els resultats que ara s’han publicat corresponen als anàlisis de les mostres del 2012.

L’any 2013 el Centre de Tecnologia Ambiental Alimentària i Toxicològica de la URV va presentar una aplicació mòbil (APP) gratuïta,  Ribefood, per conèixer els contaminants presents a la dieta. Està enfocada a optimitzar la dieta personal, en funció dels riscos per la ingesta de contaminants ambientals, d’una banda, i dels beneficis a través dels nutrients, de l’altra.

Mitjançant aquesta aplicació, es poden dissenyar menús setmanals a mida de cada persona, tenint en compte els nivells dels macro i micronutrients, així com dels contaminants alimentaris,  segons dades prèviament obtingudes d’estudis científics. Ribefood es millora ara amb la incorporació de més espècies que no són típiques d’un mercat europeu, per poder arribar a més usuaris internacionals.

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