30/03/2016

Las empresas con más mujeres directivas tienen un comportamiento socialmente más responsable

Ampliar la presencia de mujeres en los consejos de administración de las empresas aumenta su responsabilidad social corporativa (RSC). Son resultados de un estudio liderado por Dolors Setó, del Departamento de Gestión de Empresas de la URV, que apunta los beneficios de la diversidad de género como inversión de futuro en las organizaciones

La diversidad de género en los órganos directivos de las compañías repercute en unos resultados positivos.
La diversidad de género en los órganos directivos de las compañías repercute en unos resultados positivos.

Incorporar mujeres en los consejos de administración de las empresas -que tienen una composición mayoritariamente masculina- es rentable. Su presencia hace que las medidas de responsabilidad social corporativa aumenten y, a medio y largo plazo, repercuta en unos resultados positivos para la compañía, también en términos económicos. Así lo confirma un estudio elaborado por Dolors Setó, investigadora del Departamento de Gestión de Empresas de la URV, que ha demostrado cómo la diversidad de género en los consejos de administración de las empresas hace que sean socialmente más responsables. El trabajo constata, pues, que existe una relación positiva y significativa entre la presencia de mujeres en estos órganos directivos y la RSC.

Estudios anteriores ya habían puesto de manifiesto que más presencia de mujeres entre los altos cargos de las empresas tenía una consecuencia positiva en los resultados económicos. Ahora, esta investigación demuestra que este efecto positivo también se da en la RSC, tras analizar los datos del ranking Global 100 de las empresas más sostenibles, que incluye 100 empresas de 22 países de todos los sectores. El estudio de la URV es el primero que evalúa estos parámetros desde una visión global, ya que hasta ahora los trabajos realizados sobre diversidad de género y responsabilidad social corporativa se habían centrado únicamente en alguna dimensión concreta de estos temas, en un solo país o en sectores específicos.

Cada vez hay más mujeres con títulos de grado y de postgrado en el mercado laboral. Sin embargo, su presencia en los consejos de administración es mínima: un 7% respecto al 93% de hombres que ocupan estos puestos, según los datos analizados en este estudio. «Si una empresa discrimina intencionadamente a una mujer en el proceso de selección, está cometiendo un importante error estratégico, no sólo porque puede que haya mujeres más preparadas que los hombres en algunos aspectos, sino porque la diversidad de género permite que las empresas logren mejores resultados económicos, sociales y medioambientales «, comenta Dolors Setó.

Por otra parte, el trabajo también ha explicitado que aquellas empresas que presentaban mejores resultados económicos son las que más invierten en temas de responsabilidad social corporativa.

 Dolors Setó, investigadora del Departamento de Gestión de Empresas de la URV y autora del estudio.
Dolors Setó, investigadora del Departamento de Gestión de Empresas de la URV y autora del estudio.
Mejorar la toma de decisiones

Los resultados conseguidos avalan los beneficios de la diversidad de género en un órgano estratégico y decisorio como es el consejo de administración de una empresa. «Los problemas se abordan desde diferentes puntos de vista, se analizan desde diversas ópticas y esto mejora la toma de decisiones», explica Setó. Estudios anteriores al de la URV también han demostrado que las mujeres tienen un estilo de liderazgo diferente, tienden más al diálogo, son más participativas y empáticas, suelen preocuparse más por el entorno, por el impacto en el medio ambiente y a tener un comportamiento más ético. «Todo esto es una ventaja de cara a abordar la RSC, porque querrá decir que son más capaces de escuchar mejor las voces de los diferentes grupos de interés», añade Setó, quien comenta, además, que las mujeres tienen más capacidad de influencia en los procesos de compra. «Si en el mercado hay diversidad de género, es necesario que en la dirección de las empresas también exista esta relación, porque así se entenderán mejor las necesidades del consumidor», apunta.

La responsabilidad social corporativa, un valor en alza

La RSC se define como aquel conjunto de acciones que la empresa hace en favor de sus grupos de interés más allá de lo que marca la ley: medidas a favor de los trabajadores, los clientes, los proveedores o de la sociedad en general, siempre con el objetivo de integrar las preocupaciones sociales y medioambientales.

Cada vez más se exige a las empresas una actitud socialmente responsable y hoy en día los números ya no son el único criterio para evaluar a las compañías en el mercado, sino que también se tienen en cuenta los resultados sociales y medioambientales. Esto hace que la RSC se haya convertido en estratégica para las empresas y que empiece a ser tratada y discutida en los máximos niveles directivos.

Referencia: Setó Pamies, D. (2015): The Relationship between Women Directors and Corporate Social Responsibility, Corporate Social Responsibility and Environmental Management, Vol. 22 (6), pp.334-345. DOI: 10.1002 / csr.1349

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