10/02/2021 Opinión

Josep Maria Cornadó, profesor de la Facultad de Ciencias de la Educación y Psicología y coordinador de la PAP

La Prueba de Aptitud Personal (PAP) de los grados de educación: una garantía de prestigio y calidad

Josep Maria Cornadó, coordinador de la Prueba de Aptitud Personal del Consejo Interuniversitario de Cataluña y profesor de la Facultad de Ciencias de la Educación y Psicología de la URV, reflexiona sobre esta prueba ahora que el día 16 de febrero se abre el período de inscripciones

Fira de Ciències que organitzen els estudiants de la Facultat de Ciències de l'Educació i Psicologia per a nens i nenes d'educació primària.

Los estudiantes que quieren acceder a los grados de Educación infantil y primaria de las universidades públicas y privadas catalanas tienen que superar, además de las PAU, una Prueba de Aptitud Personal (PAP) que evalúa la competencia comunicativa y de razonamiento crítico y la competencia lógico-matemática. Si las circunstancias sanitarias lo permiten, en 2021, la convocatoria ordinaria será el sábado 10 de abril y, la extraordinaria, el viernes 16 de julio.

Esta edición, igual que el pase de 2020, será diferente a las anteriores como consecuencia de la COVID-19, que condiciona las pruebas de acceso a la universidad con unas pautas de actuación específicas y unas medidas de prevención en los centros y espacios donde se tienen que realizar, con el objetivo de prevenir el riesgo de contagio y evitar la propagación del coronavirus. Cómo es lógico, se seguirá el protocolo del PROCICAT, y todos los tribunales de la PAP seguirán las medidas de seguridad e higiene necesarias para prevenir el riesgo de contagio y transmisión de la COVID-19 entre los diferentes colectivos implicados.

La PAP, como requisito para entrar en las facultades de educación, se exige en Cataluña desde 2017. Fue la primera comunidad que implantó esta prueba y, en 2020, siguieron las Islas Baleares. En el resto del Estado, la mayoría de territorios trabajan en su implementación debido a los buenos resultados y satisfacción que produce donde se aplica.

La PAP ha colaborado en seleccionar aquellas personas con las mejores aptitudes para estudiar los grados de educación

Los responsables académicos de las facultades catalanas valoran la PAP muy positivamente y consideran que el perfil del estudiante ha mejorado mucho desde que se exige. Este filtro ha colaborado en seleccionar aquellas personas con las mejores aptitudes para estudiar los grados de educación. En la convocatoria ordinaria de la PAP del 2020 se matricularon más de 4.600 estudiantes y, en la extraordinaria más de 800, y la superaron el 63,26% y el 73,65% respectivamente.

Muchos de los países que son referentes de calidad porque tienen un sistema educativo de prestigio utilizan pruebas de aptitud y filtros para seleccionar el acceso a los grados de educación. Por ejemplo en Finlandia todo el mundo tiene claro que los maestros ejercen una tarea de importancia máxima y elevada complejidad, y por eso, hay que elegir los mejores, los más competentes y preparados, los que mejor pueden desarrollar esta profesión.

En este país se realiza una doble selección, primero a nivel nacional y después en cada facultad, donde solo se pueden presentar los estudiantes que han obtenido un nueve sobre diez como mínimo en el expediente de bachillerato y en la prueba de reválida estatal (similar a las PAU). Se seleccionan los estudiantes a través de una entrevista personal, el resumen de la lectura de un libro, conocimientos de geometría, álgebra y estadística, realización de una explicación ante una clase, demostración de las aptitudes artísticas, etc. en definitiva, es una prueba muy completa.

Además de valorar al estudiante con estas pruebas, en el proceso de selección finlandés se tiene en cuenta si ha participado en actividades de voluntariado, esparcimiento, colonias, escultismo, en alguna ONG, etc. Los expertos tienen claro que el maestro tiene que ser académica y culturalmente brillante, pero también una persona con un grado importante de implicación social.

La prueba actual todavía tiene que evolucionar. Nos planteamos poder evaluar en el futuro otras competencias necesarias para ser un buen maestro como la capacidad de liderazgo, de reflexión, de empatía, etc.

Nos llevan unos cuántos años de ventaja, pero todo es empezar y vamos por el buen camino. La prueba actual todavía tiene que crecer y evolucionar. El equipo de profesores universitarios que coordino que trabaja en la gestión de la PAP se plantea en el futuro poder evaluar otras competencias también necesarias para ser un buen maestro. Me refiero, por ejemplo, a la capacidad de liderazgo, de reflexión, la madurez, las habilidades sociales, la empatía, etc.

Estas competencias no cognitivas sin embargo, no son fáciles de medir en un examen escrito y quizás hay que hacerlo en una situación práctica o de simulación. Esto lo hace más complejo puesto que no se puede perder de vista que aquí, a diferencia de los países nórdicos, se presentan muchísimos estudiantes, y es necesario tener resultados de la evaluación en poco tiempo y con unos criterios de corrección objetivos y rigurosos y, sobre todo, que respeten la equidad.

El Departamento de Universidades e Investigación y el Departamento de Educación de la Generalitat de Cataluña trabajan para lograr una formación universitaria de los maestros de mayor calidad y por eso ya se están tomando algunas iniciativas innovadoras, como la revisión de los planes de estudios, mejorar cualitativamente las prácticas que se realizan en las escuelas, optimizar el sistema de acceso de los nuevos graduados en los centros educativos, potenciar la promoción interna de los maestros, aumentar la autonomía de las escuelas, reformular las asignaturas, los horarios y materiales escolares y dedicar más recursos a la formación y la investigación.

¡Vamos por el buen camino!

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