11/02/2022

Ester Gavaldà, doctoranda de la URV y adjunta a la dirección del ICS: «El método científico nos ayuda a mejorar como empresa»

El Plan de doctorados industriales de la Generalitat cumple 10 años como vía para incrementar la innovación en las empresas y hacerlas más competitivas. En la URV, se están formando 26 personas a través de este programa y otras 24 ya han hecho la tesis a través de un proyecto de R+D+I para instituciones y empresas

Ester Gavaldà, adjunta a la dirección de Atención Primaria del ICS en las Terres de l'Ebre.

Una persona dependiente con enfermedad crónica requiere la atención periódica de los profesionales sanitarios y de los del ámbito social. Sin embargo, en muchos territorios, los profesionales de ambos ámbitos no suelen compartir la información de los casos que tratan ni tampoco realizan el abordaje conjunto. Ester Gavaldà era enfermera de atención primaria en Amposta cuando en 2015 empezó a trabajar en un modelo de atención integral que suponía un cambio de cultura para los profesionales y compartir la parte de los condicionantes sociales y sanitarios necesarios para visualizar a través de un sistema informático. Intuía que esta forma de trabajo beneficiaba a los usuarios de los servicios sociales y de los servicios sanitarios, pero no tenía evidencias de hasta qué punto lo hacía. La necesidad de evaluar el nuevo modelo fue el embrión de su tesis doctoral. Forma parte del Plan de doctorados industriales de la URV, un programa que resuelve, a través de la investigación, una necesidad de mejora de una empresa o institución, en este caso el Institut Català de la Salut.

Desde que empezó el programa de doctorados industriales hace diez años, en la URV ya se han defendido 24 tesis con mención de doctorado industrial, y otras 26, como la de Ester Gavaldà, están en marcha. En 2012 se iniciaba el plan piloto y en 2013 se hizo la primera convocatoria de esta estrategia de la Generalitat con las universidades para contribuir a la competitividad e internacionalización de las empresas del territorio catalán, retener el talento y que los estudiantes de doctorado tengan las herramientas y habilidades para desarrollar proyectos de R+D+I en una empresa.

Para hacerlo posible, los estudiantes de doctorado realizan el proyecto de investigación sobre la innovación de un producto o de un proceso estratégico de una empresa a la vez que desarrollan su formación investigadora en la Universitat. En la práctica, «el método científico nos ayuda a avanzar como empresa», explica Ester Gavaldà, que ahora es adjunta a la dirección de Atención Primaria del ICS en las Terres de l’Ebre. De hecho, el modelo de atención integral que se está implementando en este territorio, y que ella está evaluando a través de la tesis dirigida por las profesoras Carme Ferrer y Mar Lleixà, no es solo un cambio en la forma de trabajar, sino también de introducción de nuevas herramientas que hacen más efectivo el nuevo modelo: el personal del servicio informático del ICS ha desarrollado, con las indicaciones de Gavaldà, una interfaz para los sistemas informáticos de los Departamentos de Salud y Acción Social.

Precisamente la unión del método científico con la aplicabilidad y la industrialización es el valor añadido que destacan doctorandos, investigadores y responsables de las empresas. Así, Niccola Menna, director técnico de Cromogenia, detallaba en una jornada sobre los doctorados industriales de la URV que su empresa se ha valido de la Universidad para desarrollar moléculas de origen biológico para dar respuestas a un mercado cada vez más sensible a problemáticas ambientales, que no sólo afectan al usuario final, sino también a los operarios que cada día manipulan productos tóxicos. Ésta fue la tesis doctoral de Maite Guillem, dirigida por Marina Galià, del Departamento de Química Analítica i Química Orgánica de la URV, que finalizó con la creación de un nuevo sistema fijador derivado de fuentes renovables para los procesos de estampación de productos textiles y de piel sintética, que ya se encuentra en fase de explotación después de patentarlo.

En este programa, la transferencia es la clave porque mejora la eficiencia de las empresas, pero por el camino el doctorando gana «una formación basada en el método científico, el análisis con rigor y la utilización de la creatividad para resolver problemas, que es útil en todos los ámbitos profesionales», argumenta Josep Ribalta, vicerrector de formación doctoral y director de la Escola de Doctorat de la URV. Esto revierte en el mercado de trabajo y en las empresas: «La única forma que tenemos de mejorar la innovación en las empresas es mejorar la formación de la gente que está haciendo investigación e innovación. Por eso es necesario que las empresas conozcan para qué les servirá un doctor», concluye Galià.

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